Seguramente en los últimos tiempos habréis oído a gente decir que vivimos en la 'era de la posverdad': cada vez damos más valor a las emociones y a las opiniones y menos a los hechos. Confundimos opinión con información.

¿Es esto cierto? ¿Hay alguna manera de comprobar si hace décadas éramos más rigurosos que ahora?

Esta es la pregunta a la que tratan de responder un grupo de investigadores holandeses en un artículo publicado en los Proceedings de la Academia de Ciencias Americana.

¿Cómo se puede cuantificar cómo ha cambiado el lenguaje?

Los científicos han tomado una base de datos con millones de libros publicados en inglés y en español desde 1850.

Para leer todos esos libros, una persona necesitaría miles de años. Pero, gracias a los ordenadores, se pueden hacer algunos análisis en cuestión de horas. Por ejemplo: ¿cuáles son las palabras más utilizadas? ¿Han ido cambiado con el tiempo o no?

Lo primero que hacen es un 'principal component analysis': una técnica estadística que nos permite saber cuáles son las coordenadas naturales de un conjunto de datos.

Mirad los siguientes gráfico:

Fijaos en las curvas de columna de la derecha: algo ocurre alrededor del año 1980. Las curvas cambian de tendencia y empiezan a crecer. Resulta que ese cambio está fuertemente correlacionado con el uso de palabras más relacionadas con los sentimientos.

¿Puedes darme ejemplos de palabras que estén correlacionadas con 'sentimientos'?

Aquí tenéis una lista de palabras:

Espíritu, imaginar, sabiduría, sabio, corazonada, mente, sospecha, creer, pensar, confiar, fe, verdad, creencia, duda, esperanza, miedo, vida, alma, cielo, eterno, mortal, santo, dios, orar, sobrenatural, misterio, sabio.

Cada vez hablamos más en primera persona del singular

Otra cosa interesante: en todo lo que se publica, cada vez se usa más el singular que el plural. Y, en particular, la primera persona del singular.

Cada vez estamos más interesados en comunicar nuestra visión particular del mundo.

¿Estos análisis del lenguaje son perfectos?

No. Analizar el cambio cultural del lenguaje es una tarea de una complejidad extraordinaria.

Pero si queremos saber si 'vivimos en la era de la posverdad' o no, tendremos que apoyarnos sobre algún dato concreto.

De lo contrario, 'vivimos en la era de la posverdad' podría ser una posverdad en sí misma.