Otras miradas

Sumar 2 de abril: la alegría y el teatro

Guillermo Zapata

Guionista y escritor

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un acto de escucha de su proyecto Sumar, en el Círculo Mercantil, a 25 de marzo de 2023, en Las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria, Canarias, (España). Foto: Europa Press
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un acto de escucha de su proyecto Sumar, en el Círculo Mercantil, a 25 de marzo de 2023, en Las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria, Canarias, (España). Foto: Europa Press

El próximo 2 de abril Sumar finaliza su "fase de escucha". Cuando se presentó la iniciativa escribí un artículo sobre dos heterodoxas películas de Star Wars que, me parecía, explicaban el momento y el desafío de Sumar. Meses después, cuando presentaron los 35 grupos de trabajo que acompañan la iniciativa, escribí sobre el tema usando como coartada las películas de robos. Hoy no hablamos de ninguna de esas dos cosas. Hoy hablamos de actos, de discursos y de fiestas.

Hace unos años el oscarizado guionista Aaron Sorkin escribió una película biográfica sobre Steve Jobs, creador de Apple junto a Steve Wozniak, cuyo título, elocuente, era "Steve Jobs" y que tenía una estructura básicamente teatral, organizada en 3 actos que coincidían con los discursos de presentación de tres grandes productos de Apple en tres momentos clave de la historia de la compañía. La película es interesante porque más que contar una vida, lo que propone es destilar un significado, saber quién es Jobs a través de sus palabras y no de los acontecimientos que rodean su vida. Construir una hipótesis sobre una persona y un momento a través de alguien hablando ante mucha gente en un teatro.

Hay muchos discursos de estos últimos 8 años que resuenan en mi cabeza cuando pienso en el acto de Sumar del día 2. Pienso en Pablo Iglesias diciendo "Soñamos, pero nos tomamos muy en serio nuestros sueños" en la Marcha del Cambio de 2014. Pienso también en Ada Colau en la presentación de la candidatura que daría lugar a Barcelona en Comú diciendo "I ens preguntaran Qui Som". Nos preguntarán quiénes somos. A veces todo se reduce a eso. A quienes somos y que lo que somos sea lo que produzca el significado de lo que hacemos. Yo soy el hijo de dos funcionarios públicos que se dedican a la enseñanza y la investigación, nací en el barrio de Aluche y me escribo.

Pienso en todo eso, pero pienso también y sobre todo en las palabras que no están dichas, que no hacen memoria, que piensan en los próximos 8 años, no en los anteriores. Que quieren jugarse el presente. Pienso que "falta lo que falta". Que es una expresión de otro discurso que escuché hace muchos más años.

Para la inmensa mayoría de la sociedad, si hubiera que medir a Yolanda Díaz por sus palabras, la primera que nos vendría a la mente es que es la persona "que da un dato". Más que tratarlo como a un meme, lo que hay que analizar es el motivo por el que esa expresión en concreto tiene tanto valor y tanta fuerza.

Si se compara con los discursos anteriores un dato es una cosa más fría, aparentemente menos apasionada. Quizás estamos en tiempos más fríos. Pero también es la expresión que marca lo que es objetivo, lo que se puede medir. Quizás estamos en un momento dónde es necesario resaltar aquello que se puede contar de forma objetiva, porque estamos rodeados de relatos basados en mentiras, exageraciones, palabras que esconden, más que iluminar. Proponerle a la conspiranoia y al fatalismo, datos, medidas concretas, acciones concretas es también un signo de los tiempos. Pero un dato, cuando se dice es una cosa y cuando se escucha es otra. Un dato de subida del Salario Mínimo Interprofesional, o de personas empleadas quiere decir en quién lo escucha cosas mucho más intensas y mucho más apasionadas. Cosas como que vive con algo menos de miedo al despido o con algo menos de angustia económica al final del mes. Un dato, por tanto, no es nunca sólo un dato.

Pero pensando en películas que hablan de discursos pensé en una que no tiene tanto que ver con genios tecnológicos ni con partidos políticos.

Es una película pequeña y no muy conocida escrita y dirigida por Tim Robbins y que, intuyo, debió ser un fracaso a pesar de su reparto colosal. La película, estrenada en 1999 y basada parcialmente en hecho reales, se llama "Abajo el Telón".

"Abajo el telón" sucede en Nueva York en los años 30 y cuenta la historia de una pequeña producción teatral de izquierdas que un autor novel al que de vez en cuando se le aparece Bertold Brech (en serio) quiere poner en marcha en Brodway junto a Orson Welles. Las canciones de la película están sacadas de la obra original. Los interrogatorios del comité de actividades antiamericanas que salen en la película también son transcripciones directas de interrogatorios reales. Ignoro si el personaje que interpreta Bill Murray está también basado en hechos reales, pero tiene un número de ventriloquia con un muñeco socialista que le acusa de explotarle, le llama traidor y se pone a cantar la internacional. Lo bonito de la película, que es emoción pura, es que la obra es censurada por defender la labor de los sindicatos y termina por representarse ocupando un teatro y convirtiéndolo en una fiesta popular. No os desvelo el final, pero su último plano está al nivel de los giros finales de El Sexto Sentido o Sospechosos Habituales.

El acto de Sumar del próximo día 2 tiene vocación de teatro ocupado y fiesta popular. Es una producción pequeña que sueña con cosas grandes. Y es razonable que así sea.

Es razonable celebrar que se ha llegado hasta aquí. Es razonable celebrar que hay posibilidades de seguir transformando nuestro país. Es razonable celebrar que tenemos datos para dar. Es razonable celebrar que mucha gente muy diversa se encuentra y celebra lo que han conseguido y lo que les queda por conseguir. Es razonable celebrar que "hay coalición para rato". Es razonable celebrar también cuando queda tanto por hacer, tantas cosas no logradas, tantos proyectos no finalizados. Es razonable celebrar cuando la alternativa al "pueblo del gobierno de coalición" son los partidos de la moción de censura.

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