Situada en el suroeste de Francia, a orillas del río Garona, Toulouse es conocida como «La Ville Rose» (La Ciudad Rosa) debido al característico color de sus edificios, construidos con ladrillos de terracota. Esta vibrante metrópoli, capital de la región de Occitania, es la cuarta ciudad más grande de Francia y alberga una rica historia, un río convertido en un oasis natural y una curiosa relación con el espacio.
Acompáñanos en este viaje por Toulouse, donde descubriremos la esencia de su pasado y comprobaremos que la ciudad ha logrado mantenerse como un faro de innovación sin perder el encanto de su patrimonio histórico y cultural.
Un paseo por el centro histórico
Comenzamos nuestro recorrido por Toulouse en el centro histórico, un laberinto de estrechas calles empedradas y plazas pintorescas que albergan algunos de los principales monumentos de la ciudad.
El punto de partida ideal es la Place du Capitole, el corazón de Toulouse y sede del Ayuntamiento y de la Ópera. La imponente fachada de ladrillos rosados y mármol blanco del edificio del Capitole es un magnífico ejemplo de la arquitectura neoclásica del siglo XVIII. En el interior, resulta muy recomendable visitar la Sala de los Ilustres, decorada con murales y esculturas que representan la historia de la ciudad.
No muy lejos nos encontraremos con la impresionante Basílica de Saint-Sernin, uno de los mayores templos románicos que existen en Europa cuyo original campanario octogonal se deja ver desde prácticamente cualquier punto de la ciudad.
Este impresionante edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue erigido entre los siglos XI y XIV en honor a San Saturnino (o Sernin), el primer obispo de la ciudad. Es una parada importante en el Camino de Santiago y su interior alberga una cripta que es posible visitar.
Compite en belleza y protagonismo con el Convento de los Jacobinos, una joya del gótico meridional, conocido por sus columnas en forma de palmera y sus espectaculares frescos. En su interior se encuentran las reliquias de Santo Tomás de Aquino, uno de los filósofos más influyentes de la historia. Se trata de un edificio enorme, sobrio y único, con una iglesia realmente singular. Su austeridad externa contrasta con un luminoso interior de bóvedas ligeras y doble cúpula coronada por una espectacular palmera de piedra con 22 molduras.
Otro templo importante es la Catedral de Toulouse, aunque su diseño no termina de convencer a todo el mundo. Construida bajo una mezcla de estilos arquitectónicos, que van desde el románico hasta el gótico flamígero, su fachada tiene dos zonas muy diferenciadas que le otorgan un aspecto muy peculiar. Quizás resulta más interesante su interior con altos techos abovedados y bonitos vitrales que llenan el espacio con luz y color. Uno de los elementos más destacados del interior es el coro gótico, que cuenta con un elaborado retablo, y su órgano Cavaille-Coll, uno de los más grandes y prestigiosos de Francia.
Paseando a Orillas del Garona
El río Garona marca la estructura urbana de la ciudad y se ha convertido, especialmente en los últimos años, en un importante lugar de recreo y ocio para la gente local. A pesar de su nombre, el Puente Nuevo es el más antiguo en Toulouse.
De hecho, ha soportado más de trescientos años las subidas del río, gracias a sus arcos desiguales. Podemos iniciar nuestro paseo en la Daurade, que nos ofrece magníficas vistas a cualquier hora del día.
Al otro lado del puente llegamos al muelle Viguerie, un lugar especialmente animado en verano cuando se abren las playas fluviales bajo la sombra de una gran noria que se ha convertido en ícono de la ciudad.
Podemos caminar hasta el Puente Saint-Pierre y la esclusa del mismo nombre o visitar el espacio EDF Bazacle, una antigua central hidroeléctrica que acoge actualmente exposiciones y un punto de observación desde la que divisar las aves volando sobre el Garona o los peces nadando a través del paso que les permite subir el dique.
Para terminar el día nada mejor que terminar sentados en una mesa del Café des Artistes para disfrutar del atardecer cayendo sobre el río antes de que los puentes y los monumentos de la ciudad comiencen a iluminarse.
Una ruta por sus parques más bonitos
Después de explorar el centro histórico, es hora de sumergirse en la naturaleza y disfrutar de la belleza de los parques de Toulouse. El Jardín Japonés, ubicado en el Parque de Compans-Caffarelli, es posiblemente el más bonito y un oasis en medio de la ciudad. Inspirado en los jardines zen de Kioto, ofrece un paisaje meticulosamente cuidado, con puentes de madera, estanques de carpas koi y una tradicional casa de té.
Otro espacio natural que no te puedes perder es el Jardín des Plantes, el pulmón verde de Toulouse. Este extenso jardín botánico, creado en el siglo XVIII, cuenta con una amplia variedad de plantas, árboles y flores que se extienden a lo largo de 7 hectáreas.
Si buscas una experiencia más activa, la Reserva Natural de la Confluence, ubicada en la unión de los ríos Garona y Touch, es una opción perfecta. Este parque de 20 hectáreas ofrece una amplia gama de actividades, como senderos para caminar, ir en bicicleta, patinar o correr, zonas de juegos para niños, e incluso un espacio para practicar deportes acuáticos como el kayak y el paddle surf.
Toulouse, la ciudad espacial
Toulouse no solo es famosa por su importancia histórica, sino también por su papel como centro de la industria aeroespacial europea. La ciudad es sede de Airbus, el gigante de la aviación, y alberga numerosas empresas e instituciones relacionadas con el espacio y la aviación.
Una visita obligada en Toulouse es la Cité de l’Espace, un parque temático educativo y lúdico dedicado al espacio y la conquista del universo. Aquí, los visitantes pueden explorar réplicas de naves espaciales, cohetes y módulos lunares, así como participar en numerosas actividades interactivas y exposiciones. El planetario y el cine IMAX ofrecen experiencias audiovisuales de última generación, mientras que el Observatorio Astronómico permite a los visitantes explorar el cielo nocturno a través de potentes telescopios.
En el Museo Aeroscopia podremos ver una impresionante colección de aeronaves emblemáticas de la historia como el Concorde, el Caravelle, el Super Guppy o el Airbus A300B e incluso subirnos a algunos de ellos para conocer su diseño y características. Otro museo que rinde homenaje a los héroes de la aviación es el de los Pioneros. A través de sus colecciones y exposiciones, podrás aprender sobre la vida y los logros de los pioneros de la aviación, incluidos aviadores, ingenieros y diseñadores que influyeron en la industria aeronáutica.
La sede de Airbus también se puede visitar a través de una exposición que nos explica el proceso de fabricación de algunos de los aviones más avanzados del mundo, como el Airbus A350 y el icónico A380, el avión comercial más grande jamás construido.
En resumen, Toulouse es una ciudad única que combina a la perfección historia, naturaleza y tecnología. Desde pasear por su centro histórico y sumergirse en la belleza de sus parques hasta explorar el universo en la Cité de l’Espace, hay algo para cada visitante en la Ciudad Rosa. Esta fusión de lo antiguo y lo moderno convierte a Toulouse en un destino inolvidable que merece ser descubierto.
El artículo está bien y es muy completo, pero falta algo esencial para los españoles : Toulouse capital de la Segunda República española. Actualmente hay un circuito turístico que se llama : Toulouse la republicana antifranquista, se visitan los sitios que tú has conocido como el cine espoir, la sede del PSOE en el exilio, UGT, CNT, etc.
Tolosa (Toulose, en frances) no es la ciutat rosa sino la ciutat roja (La Ville de le brique rouge) efectivemente por el color de los ladrillos de sus paredes.
Tolosa es la unica capital que tiene una catedral CATARA de toda Francia (y posiblemente de todo el mundo)