Las autoridades polacas han informado de 233 nuevos intentos de cruzar la frontera desde Bielorrusia durante este viernes. La Guardia de Fronteras ha expulsado a 26 personas y ha detenido a otras tres. El Ministerio de Defensa ha denunciado otra vez la "instrumentalización" de civiles tras dar a conocer estos datos.

Polonia asegura que desde el inicio de la crisis migratoria de agosto ya ha habido cerca de 33.200 intentos de cruzar la frontera, "mientras que en todo el año pasado solo hubo 88", según ha recogido Efe.

Uno de los sucesos más graves de la última jornada ha sucedido en Podlasia (este), una de las provincias polacas limítrofes con Bielorrusia. Un grupo de 35 personas, en su mayoría mujeres y niños, fue "empujado por el ejército bielorruso contra la alambrada que delimita la frontera", según explicó el portavoz de la policía, Tomasz Krupa. Este intento fue frustrado por las fuerzas de seguridad polacas.

Krupa también ha explicado que, según las estimaciones de las fuerzas de vigilancia, hay dos grupos de migrantes, de unas 300 personas en total, concentrados en el área de Kuznica, donde recientemente tuvieron lugar intentos masivos de penetrar en territorio polaco de manera violenta.

"Otro ejemplo de tratamiento instrumental de los migrantes por parte de Bielorrusia. Los migrantes se ven obligados a caminar a lo largo de la valla que separa la frontera", denunció el Gobierno polaco por las redes sociales.

Más de 2.000 personas están atrapadas en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Es una grave crisis humanitaria que, de momento, no parece que vaya a comenzar a resolverse. La ONU ha empezado a mandar ayuda humanitaria pero Bielorrusia y Polonia siguen en guerra. Recientemente, Rusia ha asegurado que no va a dejar de administrar gas a Europa, pero el presidente bielorruso amenazó con ello este jueves si la Unión Europea impone nuevas sanciones.