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España contribuirá con tropas y dinero a la celebración de las elecciones afganas

Zapatero cierra este sábado la cifra con Obama. La ministra de Defensa, Carme Chacón, deja claro que el despligue de militares y guardias civiles se ceñirá al proceso electoral.

ANA PARDO DE VERA

Los países de la OTAN dan los últimos retoques a su reto más importante. La nueva estrategia para Afganistán y Pakistán, presentada por Barack Obama y secundada por los aliados, supone, además, la reafirmación de la OTAN como ente multilateral de seguridad necesario. Al margen de que necesite una revisión tras 60 años en pie, por ejemplo, en su estrategia con Rusia.

También España estudia su aportación al plan de EEUU. La ministra de Defensa dijo el viernes que se concretará en tres dimensiones: 'Militar, civil y financiera'. Más tropas, más guardias civiles y otro personal y más dinero para la democratización afgana. Empezando por las elecciones que se celebran en agosto y que constituyen la primera preocupación del Ejecutivo español y sus aliados. El viernes y el jueves sólo se trabajó en el diseño de este proceso, aclaró Chacón, así que España no entra a valorar ahora si irán más soldados a la zona tras el proceso electoral.

La ministra de Defensa asiste junto al presidente del Gobierno y el titular de Asuntos Exteriores a la cumbre de la OTAN en Estrasburgo y Kiel. Aunque Chacón no quiso precisar las cifras de la aportación militar española al proyecto afgano-pakistaní porque, dijo, 'se están estudiando' en función de las necesidades, todo apunta a que la comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero al final de la mañana arrojará más luz sobre sus explicaciones.

El anuncio del Gobierno de enviar más tropas a Afganistán, aunque oficialmente no se ha confirmado, genera polémica sólo con la idea de su materialización. No en vano, los partidos recuerdan siempre la postura del presidente hasta ahora negándose a enviar más tropas a Afganistán si la nueva Casa Blanca se lo pedía.

De hecho, el viernes, antes de la rueda de prensa de Chacón, Miguel Ángel Moratinos y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega –por este orden– informaron de que serían doce los soldados que adiestrarían a una unidad militar afgana en Badghis, lo que incluye construir una base, según el acuerdo del Consejo de Ministros de julio de 2008 (14,5 millones de euros).

La oposición, preparada ya para el anuncio de envío de más militares a Afganistán, se adelantó a Zapatero y lo criticó ya por algo que aún no existe, pero que se espera inminente. Pero la tesis del Gobierno en este sentido es clara: 'Hay 780 soldados en Afganistán; ahora vamos a apoyar unas elecciones –entre junio y octubre, más o menos–, para lo que reforzaremos el contingente con más de 300 soldados'.

Defensa quiere subir hasta 500, aproximadamente, alegan distintas fuentes. Después estudiaremos el envío de otras tropas o que las mismas del proceso electoral se queden.

EEUU ha cambiado su estrategia, algo en lo que España lleva presionando mucho tiempo –en la cumbre de la OTAN 2008 de Bucarest, España introdujo su reivindicación de que hubiese un 'mayor control político de la ISAF'– y estamos de acuerdo con ella. Aceptamos, pues, participar en una afganización planteada al fin con mayúsculas. “Partimos de cero con respecto a Bush”, resumen satisfechas dichas fuentes.

Lo cierto es que el objetivo marcado a más largo plazo por la OTAN fue el de 2008: de 70.000 efectivos afganos adiestrados por la ISAF y que participan este sábado en operaciones de seguridad, en 2013 hay que llegar a 122.000. Este sábado sabremos si se rebajan las expectativas.

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