Público
Público

Obama asegura a Abás que presionará a Netanyahu

El presidente de EEUU promete desbloquear el proceso de paz y oponerse a la expansión de los asentamientos judíos. El líder norteamericano viajará la semana próxima a Oriente Próximo

ISABEL PIQUER

Barack Obama ha reiterado al líder palestino Mahmud Abás su intención de desbloquear el atascadísimo proceso de paz y presionar al Gobierno israelí para que cese la construcción de asentamientos en los territorios ocupados.

El presidente estadounidense concluyó así en Washington su ronda inicial de encuentros sobre Oriente Próximo, antes del viaje que la semana próxima le llevará a Arabia Saudí y Egipto, en su primer contacto directo con la región.

La reunión entre los dos mandatarios se celebró 10 días después de que Obama se entrevistara con el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, y le pidiera 'parar la construcción' de nuevas colonias en Cisjordania. Una postura que se ha convertido en doctrina oficial, pese a los riesgos de enfrentamiento con Tel Aviv.

El día previo al encuentro, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, reafirmó, en términos muy duros, los nuevos principios de Estados Unidos.

El parón, explicó Clinton, debería aplicarse a nuevas construcciones, 'posiciones avanzadas' o, como lo llama el Gobierno hebreo, 'crecimiento natural' de las colonias ya existentes en los territorios ocupados.

'Esta es nuestra posición y así se lo hemos comunicado no sólo a los israelíes sino también a los palestinos y a otros, y tenemos la intención de insistir en este tema', puntualizó la jefa de la diplomacia estadounidense.

La secretaria de Estado anunció también que Washington está dispuesto a volcarse de lleno en el proceso de paz y que la región debe prepararse para un 'periodo de intensas negociaciones'.

Obama recibió recientemente en la Casa Blanca al rey Abdalá de Jordania y tenía previsto verse el pasado martes con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, pero éste canceló el encuentro tras la muerte de su nieto.

Entre bastidores se hablaba ayer de que Abás propuso a Obama retomar el plan saudí, la Iniciativa Árabe para la Paz, como una de las bases de negociación, además de la Hoja de Ruta, el mapa de paz presentado en 2003 por el Cuarteto de Madrid (formado por la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia).

La iniciativa saudí, aprobada por la cumbre de la Liga Arabe de Beirut en 2002, pide la 'retirada total israelí de todos los territorios árabes ocupados desde 1967' y 'el establecimiento de un Estado palestino soberano e independiente en los territorios'.

La reunión en la Casa Blanca también sirvió para respaldar a Abás. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) pasa por un momento de gran fragilidad, cuatro meses después de ver terminado su mandato y al frente de un Gobierno que excluye al grupo radical Hamás, que controla la franja de Gaza.

El líder palestino, ante el endurecimiento de la postura del Gobierno de Netanyahu, que ni siquiera se ha comprometido con el principio básico de dos Estados estipulado en los acuerdos de paz, esperaba que el respaldo de la Casa Blanca reforzaran su posición.

Abás también aprovechó su visita a Washington para entrevistarse con el consejero de Obama para temas de seguridad nacional, el general Jim Jones, y con Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, entidad que tiene previsto canalizar 55 millones de dólares de ayuda a la ANP.

El nuevo Gobierno estadounidense sabe que la cuestión palestina es clave, obstáculo y, muy a menudo, excusa en cualquier intento de acercamiento con el mundo árabe, algo que sólo su predecesor, George Bush, ignoró por completo.

La semana que viene, Obama lo comprobará en persona cuando viaje a Riad, donde tiene previsto entrevistarse con el rey Abdalá de Arabia Saudí. Días más tarde pronunciará en El Cairo un esperado discurso en el que articulará las grandes líneas del futuro de la región.

En una perspectiva más global, el presidente también espera que este acercamiento le facilite las cosas en los conflictos de Irak y Afganistán.

De momento, la iniciativa estadounidense se está llevando a todos los frentes. A principios de esta semana, el enviado especial estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell, se reunió en Londres con funcionarios israelíes de alto rango para eliminar los obstáculos logísticos que impiden de momento resucitar el proceso de paz.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias