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España podría acoger a siete presos de Guantánamo

Los servicios de Información determinarán si tres sirios, dos libios y dos palestinos son peligrosos para la seguridad nacional

EP

Los Servicios de Información españoles analizan los historiales de siete nuevos presos de Guantánamo que podrían acabar residiendo en España, después de que cuatro de los cinco que integraban el primer grupo escrutado hayan sido considerados peligrosos para la seguridad nacional, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

El nuevo grupo lo integran tres sirios, dos libios y otros tantos palestinos. Los expertos antiterroristas llevan a cabo un proceso de documentación y análisis del historial de estos siete detenidos en Guantánamo para determinar si su residencia en España podría causar algún problema de seguridad. Ese mismo proceso ya lo realizaron hace dos semanas con cuatro tunecinos y un yemení que integraban la primera propuesta estadounidense.

Tras el análisis de los historiales de esos cinco primeros presos, los Servicios de Información coincidieron en que al menos cuatro de ellos resultaban potencialmente peligrosos. Precisamente eran los cuatro ciudadanos tunecinos los que presentaban un perfil menos recomendable y aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre ellos, todo apunta a que serían rechazados y sólo el yemení acabaría residiendo en España.

El problema para España y para los países que se han ofrecido a acoger a  los 241 presos sin cargos que continúan en Guantánamo es que les resulta muy difícil encontrar detenidos sin vinculaciones con el yihadismo o el integrismo islámico.

'Ninguno había viajado a Afganistán para hacer turismo', ironiza uno de los agentes antiterroristas consultados. EEUU los capturó durante de la operación Libertad Duradera, desencadenada a raíz del 11-S para acabar con el principal reducto de Al Qaeda.

Los contactos para determinar qué presos de Guantánamo podían venir a España comenzó el pasado 17 de junio, cuando el Gobierno estadounidense pidió formalmente al Ejecutivo español que acogiese a un grupo de cuatro tunecinos, solicitud en la que luego incluyó un quinto preso, de nacionalidad yemení. El enviado especial norteamericano para el cierre de Guantánamo, Dan Fried, presentó los expedientes de los individuos en una reunión con varios responsables de los Ministerios de Exteriores, Interior y Justicia.

En los documentos que entregó en ese momento Fried, como en los que ha remitido Estados Unidos ahora de los siete nuevos casos, se incluye el nombre, nacionalidad, datos personales y situación legal del sujeto. En esta última categoría aparece el término 'cleared for release', esto es, que no pesan cargos sobre ellos por lo que deben ser puestos en libertad.

Las cinco nacionalidades propuestas hasta ahora por Estados Unidos responden al planteamiento inicial del Gobierno español, que no quería a nacionales de países con los que mantuviera una estrecha relación, por vecindad o por compartir intereses estratégicos, evitando así que se generase un conflicto diplomático. En este sentido, fuentes gubernamentales aseguraron que de ninguna manera se hubiera acogido a ciudadanos argelinos o marroquíes. 

Estas dos peticiones de Estados Unidos se producen tras el acuerdo entre Washington y la Unión Europea para que los estados miembros que lo deseen acojan a un número determinado de los 241 prisioneros de Guantánamo sobre los que no pesasen cargos.

Cada país, elegiría entonces la fórmula para acoger a algunos de los internos que aún quedan en el centro de detención estadounidense. Las autoridades españolas aún sopesan cuál es la fórmula idónea para recibir a los reclusos. En todo caso, y según explicó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, los enviados a España estarán previsiblemente sometidos a 'un sistema de vigilancia y observación' que garantice plenamente seguridad a la sociedad española.

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