Las Fuerzas de Seguridad del régimen sirio parecen estar respetando el alto el fuego auspiciado por el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, en las primeras horas de este jueves.

Sin embargo, el plan para solucionar el conflicto incluía la retirada de todas las tropas de las ciudades, hecho que por el momento no se ha producido y que provoca desconfianza de Occidente y de los grupos opositores. 

El plazo límite exigido por Annan se cumplió a las 06.00 hora local (cinco de la mañana en la Península) aunque según el testimonio del activista Abu Rami a la agencia Reuters, pasada esa hora aún se podían escuchar bombardeos con artillería pesada en Homs: 'Ha sido una noche sangrienta. Hubo bombardeos muy intensos aunque ahora está todo en calma'.

Según recoge EFE, en Zabadani, a las afueras de Damasco, los Comités de Coordinación Local también han denunciado un ataque en un puesto de control durante la noche.

Después se hizo el silencio. Según Rami Andulraman, director del Obervatorio Sirio para los Derechos Humanos, organización con base en Londres, 'dos horas después de que pasara el límite todo el país parece estar en calma'.

Abu Rami insistió en que el temor es que el alto el fuego sin la retirada de las tropas sea tan solo una medida temporal para calmar los ánimos de occidente: 'No hay ninguna señal de retirada. Los tanques, los francotiradores y las tropas siguen desplegados en todas las partes de la ciudad'. Lo mismo sucede con otras ciudades como Zabadani, Duma y Harasta según los grupos opositores.

Para Mulhem Derubi, dirigente del Consejo Nacional Sirio (CNS), organismo similar al que nació en Libia contra el dictador Muamar Gadafi,el alto el fuego es 'una buena señal, pero no es un fin en sí mismo. El objetivo es establecer un régimen democrático en Siria', dijo a EFE. Derubi también confirmó el fin de los bombardeos pero exigió que Asad 'aplique todos los puntos del plan de Annan, que incluye la liberación de detenidos'.

El CNS ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para manifestarse pacíficamente contra el régimen. Si se produjeran las movilizaciones, este sería el mejor termómetro para valorar el nivel de compromiso de Asad.

Esta tarde Kofi Annan dará cuenta de la situación ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde los países occidentales tratarán de aumentar la presión contra Rusia para que levante el veto a una condena de las acciones del régimen de Asad y obligarlo a comprometerse a una transición democrática después de que su familia haya dirigido los destinos del país durante cuatro décadas.