Las fuerzas de seguridad afganas pusieron fin esta mañana a 13 horas de asalto de un comando talibán contra el hotel Spozmhai, a las afueras de Kabul, en el que murieron 13 personas. Los talibanes irrumpieron en el hotel durante una fiesta, armados con lanzagranadas, ametralladoras y equipados con chalecos explosivos.

Según el jefe de Policía de Kabul, Ayoub Salangi, cuatro de los fallecidos son civiles, tres agentes de seguridad, uno agente de policía además de los cinco atacantes. El suceso pone de manifiesto la facilidad que tienen los talibanes para llevar ataques a gran escala a escasos meses de que las fuerzas de la OTAN comiencen a retirarse para dejar al Ejército afgano a cargo de la seguridad del país.

Según algunos testimonios recogidos por la agencia Reuters, una vez iniciado el ataque, muchas de las personas que se encontraban alojadas en el hotel decidieron saltar por las terrazas hasta el lago Qargha que roza el recinto.

En ese momento había unas 300 personas en el edificio. 50 de ellas fueron apresadas por el comando talibán hasta esta mañana. A primera hora, el Ejército, con el apoyo de soldados de la OTAN, lanzó una ofensiva para termianr con el sitio.

La toma del hotel fue reivindicada inmediatamente por los talibanes que justificaron su acción diciendo que algunos afganos ricos y personajes extranjeros estaban celebrando 'fiestas salvajes' con 'prostitutas' antes del viernes, día de la oración para los musulmanes, informa Reuters.

'Es un crimen contra la humanidad porque sus objetivos fueron niños, mujeres y civiles que estaban cenando tranquilamente en el lago. No había ni un solo soldado por allí', dijo el general Mohamed Zahir. Esa zona de Kabul es una de las más transitadas los fines de semana por funcionarios y miembros del Gobierno afgano por la cantidad de restaurantes y establecimientos de cocina rápida.