Es una característica de los seres vivos. Luchar para sobrevivir. Si se aplica a los políticos, hay uno que podría definirse como el gran maestro de la supervivencia. Silvio Berlusconi vuelve a tener a su disposición el arma perfecta para librarse de los cuatro procesos judiciales que lo acechan.

La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado aprobó este martes una enmienda al defenestrado lodo Alfano, la ley que le dotó de inmunidad en el verano de 2008 por ser el primer ministro de Italia.

Por 15 votos a favor y siete en contra, la Comisión ha decidido que 'los procesos contra el presidente de la República o el presidente del Consejo, incluidos aquellos que se refieran a hechos anteriores a la asunción del cargo, puedan ser suspendidos tras una evaluación del Parlamento'.

La reforma era necesaria. En octubre del año pasado el Tribunal Constitucional tumbó el lodo Alfano por vulnerar la Carta Magna. Porque 'todos los ciudadanos son iguales ante la ley', que reza el artículo 3.

Pero Il Cavaliere siempre tiene un ‘plan B'. Y esta vez se trataba de cocinar un sucedáneo 'constitucional' e ir moldeándolo poco a poco.

La semana pasada, por ejemplo, la misma Comisión ya equiparó los derechos del presidente de la República y del presidente del Consejo [de ministros], es decir, Berlusconi.

La enmienda pasará por Senado y Parlamento. Pero no hay fallo. El Futuro y Libertad de Gianfranco Fini, ex socio de Gobierno y fundador del partido de Berlusconi, y único partido capaz de tumbar el escudo, se comprometió a dar el sí.

La oposición, sin margen de maniobras, repetía una palabra al unísono: 'Vergüenza'.