Bolivia ha anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel por su “agresiva y desproporcionada ofensiva militar” contra la población de Gaza, mientras que Chile y Colombia han llamado a consultas a sus embajadores. El Gobierno del izquierdista Luis Arce es el primero de América Latina que ha cortado vínculos con Tel Aviv desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, cuyo Ministerio de Sanidad ha informado de que en la Franja ya han muerto unas 8.500 personas y han resultado heridas más de 21.500.

El viceministro de Relaciones Exteriores, Freddy Mamani Machaca, ha precisado que su país ha tomado la decisión “en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí”, lo que le ha llevado a exigir “el cese de los ataques contra el pueblo palestino” y a rechazar el trato “hostil” hacia los responsables de las organizaciones internacionales que proveen de ayuda humanitaria a Gaza. Bolivia ya había roto en 2009 las relaciones diplomáticas con Israel como respuesta a otros ataques, restablecidas en 2020.

Bolivia insta a los “países hermanos” a “una acción colectiva” para evitar un “genocidio” en Gaza

Sus palabras fueron reforzadas por la ministra de la Presidencia y canciller interina, María Nela Prada, quien hizo un llamamiento a los “países hermanos” a “producir una acción colectiva” para evitar un “genocidio” en Oriente Medio y una escalada del conflicto a nivel mundial. Días atrás, Luis Arce le había transmitido al embajador palestino, Mahmoud Elalwani, su rechazo a los “crímenes de guerra” y pedido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que busque una “solución definitiva” para que Palestina tenga un Estado.

Respuesta de Israel

La respuesta de Israel no se hizo esperar: el Ejecutivo israelí acusa al Gobierno de Bolivia de "rendirse al terrorismo y al régimen del Ayatolá en Irán". "La decisión del Gobierno de Bolivia de romper relaciones diplomáticas con Israel es una rendición al terrorismo y al régimen de los Ayatolás en Irán. Al adoptar esta medida, el Gobierno boliviano se alinea con la organización terrorista Hamás", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel en un comunicado.

Chile llama a consultas a su embajadora en Israel

Israel también criticó este miércoles con dureza a Colombia y Chile, cuyos Gobiernos llamaron a consultas a sus respectivos embajadores en Israel por la ofensiva israelí sobre Gaza, y les acusó de alinearse "con Venezuela e Irán en apoyo al terrorismo de Hamás".

"Israel espera que Colombia y Chile apoyen el derecho de un país democrático a proteger a sus ciudadanos y exijan la liberación inmediata de los secuestrados" en Gaza, y "que no se alineen con Venezuela e Irán en apoyo al terrorismo de Hamás", dijo un portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, en la primera reacción del país a los pasos tomados hoy por los dos países latinoamericanos.

Horas después del anuncio de Bolivia, el Gobierno chileno presidido por Gabriel Boric también tomó medidas y llamó a consultas a su embajador en Israel, Jorge Carvajal: “Chile condena enérgicamente y observa con gran preocupación que dichas operaciones militares —que a estas alturas de su desarrollo comportan un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza— no respetan normas fundamentales del derecho internacional”. Una decisión, además de política, simbólica, pues en el país viven unas 500.000 personas de origen palestino, cuya llegada se remonta a finales del siglo XIX.

Chile insiste en el derecho a “coexistir en paz” de Palestina y exige el "urgente ingreso de ayuda"

El Gobierno chileno insistió en el derecho a “coexistir en paz” de Palestina, a la que reconoció como un Estado “libre, independiente y soberano” en 2011, durante el primer mandato de Sebastián Piñera. Al tiempo que exigió "redoblar los esfuerzos para lograr una tregua de las hostilidades, la protección y resguardo de civiles inocentes”, así como el “urgente ingreso de ayuda humanitaria” en Gaza. El presidente, Gabriel Boric, también recordó que las principales víctimas son “civiles inocentes”, la mayoría mujeres y menores.

Si bien Boric reiteró su condena a los ataques y secuestros llevados a cabo por Hamás, matizó que “la humanidad no se sostiene en empates que deshumanizan”, porque “nada justifica esta barbarie en Gaza” ni la violación del derecho internacional, de la que acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. A su empeño por buscar “vías de colaboración para detener esta masacre” se sumó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que reiteró su llamamiento al cese inmediato de las hostilidades.

Colombia llama a consultas a su embajadora en Israel

Colombia, por su parte, también tomó la misma medida. “He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel [Margarita Manjarrez]. Si no detiene la masacre del pueblo palestino, no podemos estar allá”, anunció el presidente colombiano, Gustavo Petro, a través de la red social X. La decisión, anunciada este martes, llega después de la postura inflexible del presidente respecto a Israel, quien llegó a comparar sus bombardeos con la actitud de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

El Ministerio de Exteriores de Colombia también manifestó “su más enérgico rechazo por las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes en Gaza, en áreas densamente pobladas por civiles”, por lo que reiteró en un comunicado “la urgencia de un cese al fuego y la obligación que tienen las fuerzas de seguridad de Israel de observar el derecho internacional humanitario”, así como la necesidad de la convocatoria de una conferencia de paz y el “pleno reconocimiento de los dos Estados por todas las naciones del mundo”.

Aunque ha reaccionado con más tibieza, dado que no ha adoptado las decisiones de Bolivia, Chile o Colombia, también Brasil ha criticado la actitud de Israel. Así, su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha reiterado que la comunidad internacional debe contener el conflicto en Oriente Medio, que ya "no es una guerra", sino "un genocidio". Sin embargo, la resolución de Brasil para un alto el fuego fue rechazada por el veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Posicionamiento internacional

El claro posicionamiento de estos tres países suramericanos contrasta con la línea continuista marcada por Estados Unidos, que ha cerrado filas con Israel contra Hamás y ha enviado a su fuerza naval a Oriente Medio. Frente a la férrea postura del histórico aliado de Tel Aviv, la respuesta de la Unión Europea ha sido titubeante y caótica, pues durante una visita sorpresa a Israel de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, mostró la solidaridad de Bruselas ante la masacre de civiles tras el ataque de Hamás.

Junto a ella también viajó Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, quien dejó claro que “debemos detener a Hamás y hacer lo que podamos para mitigar las consecuencias humanitarias” de una guerra asimétrica en la que, pese al terror desatado en territorio israelí tras la incursión de la milicia islámica, ahora se está cebando con la población palestina, por lo que ambas instaron al Gobierno de Israel a abrir corredores humanitarios para posibilitar el desplazamiento de refugiados.

La reacción de la UE ha sido caótica, con una posición contradictoria tanto de sus altos representantes como de los Estados miembros

Sin embargo, Josep Borrell, alto representante de la UE para la Política Exterior, matizó entonces que era necesario “advertir a los civiles sobre la llegada de operaciones militares, pero es totalmente irreal que un millón de personas puedan moverse en 24 horas”. Unas declaraciones efectuadas desde China, cuyo Gobierno mantuvo al principio una posición de neutralidad y, posteriormente, abogó por “poner fin al castigo colectivo al pueblo de Gaza” tras afirmar que “las acciones de Israel han ido más allá de la autodefensa”.

Mientras Estados Unidos apuesta por la erradicación de Hamás en Gaza y el Vaticano pide “proporcionalidad” a Israel para evitar más sufrimiento del pueblo palestino, la UE reflejaba su desunión pese a la posición común acordada para evidenciar el derecho de Israel a defenderse “de acuerdo con el derecho humanitario e internacional”, siempre y cuando se garantizase la protección de los civiles. No obstante, diversos analistas descartan su capacidad para negociar con Hamás y dudan de su influencia sobre Tel Aviv, cuyas decisiones pasan por Washington y, en clave interna, por la opinión pública de su país.

España, alineada con el Consejo de Europa

Esa disparidad de criterios reflejada por los representantes de la Unión Europea y por sus Estados miembros —Italia, por ejemplo, anunció la reactivación de los controles fronterizos ante el aumento del “nivel de amenaza de acciones violentas” y la “presión migratoria” a causa del conflicto— también se ha producido en nuestro país, implicado en la cooperación con Palestina y en el aporte de ayuda humanitaria. Sin embargo, la postura del propio presidente, Pedro Sánchez, ha variado en función del escenario.

A veces, son solo matices o pequeñas diferencias. Así, en España ha defendido los dos Estados, el derecho a defenderse de Israel “siempre dentro del derecho internacional humanitario” y la protección de los civiles, en la línea con lo acordado por el Consejo Europeo. En cambio, como presidente de la Internacional Socialista fue más allá y aludió al “drama humanitario” que vive Gaza, al “ataque indiscriminado a civiles inocentes” y a la “huida de miles de personas en busca de refugio”, lo que le ha generado una “extrema preocupación”.

Sánchez debe lidiar con la postura de Sumar, a favor de un Estado palestino, mientras que Podemos pide llevar a Netanyahu a la Corte Penal Internacional

Lejos quedan los días en los que Sánchez prometía que reconocería al Estado palestino cuando llegara al Gobierno, pero la promesa data de 2015, una postura en la que insistió dos años después durante un encuentro con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, y que llegó a incluir en el programa electoral del PSOE de 2019. Ahora, sin embargo, mira a Bruselas y debe medir sus palabras como presidente del Consejo de la UE, cargo que ostenta durante el segundo semestre de este año.

No obstante, algunas acciones militares de Israel han sido condenadas por el Gobierno, como el bombardeo de este martes contra el campo de refugiados de Yabalia. Así, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se mostró "horrorizado" por un ataque que causó numerosos muertos y exigió el respeto al derecho internacional humanitario. “Pedimos la liberación incondicional de rehenes y una tregua humanitaria para evitar más víctimas inocentes”, escribió el ministro en la red social X.

Sumar exige que el Gobierno reconozca el Estado palestino

En cambio, mientras busca una reacción unitaria a la reacción de Israel en el marco de la Unión Europea, principal donante de ayuda humanitaria a Cisjordania y Gaza, Sánchez debe lidiar con la postura de sus futuros socios de coalición, consciente de la necesidad de Sumar para formar Gobierno. Sin embargo, la formación de Yolanda Díaz exige el reconocimiento por parte de España del Estado palestino, aunque el presidente se ciñe al comunicado que los 27 miembros del Consejo de la UE ratificaron el 15 de octubre.

Por ello, apuesta firmemente por la vía del diálogo, mientras que Sumar ha insistido en la línea roja de reconocer a Palestina como Estado “de forma unilateral e incondicional”, una medida que no se plantea el PSOE ante el rechazo de algunos países europeos, como Alemania. No hay un posicionamiento común entre ambos partidos, como tampoco existe dentro de Sumar, donde Podemos ha puesto sobre la mesa sus exigencias de máximos: el Gobierno debe llevar a Benjamín Netanyahu “ante la Corte Penal Internacional”.

ERC deja claro que “no es una guerra”, sino “una ocupación y un genocidio de Israel a Palestina”

Una postura a años luz del principal partido de la oposición. A pesar de que en su día se posicionase a favor del “avance hasta el reconocimiento del Estado de Palestina”, el PP se ha plegado a los intereses de Israel y está usando el conflicto como arma arrojadiza contra Sánchez, a quien critican su “equidistancia” y hasta su “cercanía ideológica” con Hamás. Por su parte, Vox ha aprovechado la crisis para desplegar propuestas xenófobas, como la suspensión de los expedientes para obtener la nacionalidad española a los ciudadanos de países islámicos.

Los partidos nacionalistas de izquierdas con representación parlamentaria, como ERC, EH Bildu y BNG, defienden su exigencia histórica: Palestina tiene derecho a tener un Estado. Algunos de sus portavoces, como el republicano Gabriel Rufián, han alzado la voz para dejar claro que “no es una guerra”, sino “una ocupación y un genocidio de Israel a Palestina”, por lo que rechaza la equiparación de ambos en el conflicto: “Hamás es una organización que mata a civiles israelíes. Israel es un Estado que mata a civiles palestinos”.