El No a la OTAN no es un simple eslogan para la izquierda alternativa, es una parte importante de su defensa del pacifismo y de su rechazo al imperialismo, a su vez dos partes imprescindibles de su ADN ideológico. Sin embargo, la coyuntura del nuevo orden mundial ha abierto un debate en todo el espacio progresista que este mismo martes ha llegado al Congreso de los Diputados para resolverse, finalmente, el jueves.

El elemento tangible de discusión es una moción consecuencia de interpelación promovida por el BNG. En concreto, la iniciativa defiende seis puntos y cuatro de ellos versan sobre la deriva militarista que atraviesa la UE. Son los siguientes: "renunciar a cualquier incremento del gasto militar"; oponerse a la propuesta liderada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, acerca de un plan de rearme de 800.000 millones de euros; "apostar por pa vía del diálogo y la negociación para la paz"; y "renunciar a la participación del Estado español en la OTAN", además de promover su disolución.

Hay que partir de la base de que no se trata de una iniciativa vinculante, es decir, no es legislativa ni tiene la capacidad de obligar al Gobierno a mantener ninguna postura en el ámbito internacional. La importancia de la misma reside, en cambio, en el debate parlamentario y en la posición que defienda cada grupo. Así lo explican fuentes del BNG. 

Público ya informó de que existe una convicción transversal en el Congreso de que la postura que defienda España en la arena internacional en un momento de tanta trascendencia debe contar con la participación de los grupos parlamentarios. A eso responden tanto la PNL presentada por el PP, como la moción del BNG. Ambas se han debatido este martes, pero no se votarán hasta el jueves. Por lo tanto, hay tiempo para negociar.

Dicha moción se vio desde su registro como un elemento que podía hacer saltar las costuras del grupo parlamentario de Sumar. En las últimas semanas, los partidos que alberga este espacio habían manifestado distintas posiciones en torno a cuestiones como el gasto militar o el futuro concreto de la Alianza Atlántica, diferencias que motivaron una convocatoria de la denominada mesa de partidos para que la coalición marcara una posición conjunta antes de la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para abordar estos asuntos.

La dirección del grupo parlamentario también se reunió el lunes para abordar dos iniciativas en esta materia: la del BNG y otra registrada por el PP. En este encuentro se tomaron dos decisiones concretas.

La primera, registrar una serie de enmiendas para "matizar" y completar la moción del BNG, con cuyo "espíritu" todas las organizaciones de Sumar están de acuerdo. Y la segunda, fijar el sentido del voto en caso de que los de Rego no admitieran ninguna de estas enmiendas y forzaran, además, una votación por separado de los puntos recogidos en su texto, lo que, en principio, parecía una decisión inamovible del BNG. Sin embargo, Néstor Rego ha terminado por dejar la puerta abierta a estudiar las enmiendas de Sumar. No se pueden descartar escenarios.

Los de Yolanda Díaz, de todas formas, no quieren desvelar el sentido del voto pactado porque, defienden, eso significaría agotar cualquier posibilidad de negociar con Rego.

Aunque se resisten a avanzarlo, los portavoces de los partidos del denominado grupo plurinacional admitían este martes que les "sonaba bien la música" de la moción, aunque su objetivo era el de matizar el texto con "ampliaciones" que "enriquecen un debate que es muy complejo".

En las enmiendas registradas por Sumar, el grupo plurinacional respalda la oposición del texto del BNG a la propuesta de Ursula Von der Leyen de constituir un fondo de 800.000 millones "para destinarlos a gasto militar y a la compra de armamento", pero añaden "apostar por política exterior europea que priorice la paz y los derechos humanos, los derechos de los pueblos, el derecho internacional, el diálogo, la diplomacia y el multilateralismo".

"Una política de seguridad", prosigue la enmienda, "sanitaria, alimentaria, industrial, comercial, digital y energética que priorice el bienestar y la autonomía europea en todos los sentidos, que son las mejores políticas de defensa para garantizar la soberanía y la autonomía estratégica de Europa". En esos mismos términos se ha expresado Verónica Martínez Barbero desde la tribuna durante el debate. La portavoz ha hablado de "la oportunidad de Europa de tener voz propia".

En principio, BNG prefiere que se vote la moción por separado para que quede reflejada la postura de cada grupo en cada uno de los puntos de la iniciativa. En especial, le interesa el posicionamiento de todas las izquierdas con respecto a la OTAN y, también, acerca del rearme que propone Von der Leyen. Fuentes de los nacionalistas gallegos recuerdan que no es lo mismo que Sánchez llegue al Consejo Europeo —el próximo jueves— con una parte de la Cámara habiendo escenificado una oposición drástica a los planes militares de Bruselas, que suavizar en algún grado la moción incluyendo un matiz al rechazo al rearme europeo aludiendo a una concepción amplia de la defensa y la seguridad como la que esboza Sumar.

Respecto a la propuesta del BNG de que España salga de la OTAN y apueste por su "disolución", la enmienda de Sumar defiende "impulsar un modelo de defensa y de seguridad europea autónomo y compartido, desvinculado de la OTAN, comprometido con la defensa de la paz, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos conforme establece la Carta de Naciones Unidas". 

El guion a media tarde, con todo, parecía escrito. Néstor Rego tenía decidido que rechazaría las enmiendas de Sumar y que pediría la votación por puntos de su moción, forzando al grupo plurinacional a encontrar un difícil consenso entre las fuerzas que lo integran tanto en cuanto al rearme —en los términos drásticos en los que lo defiende BNG— y la propuesta de disolución de la OTAN. Sin embargo, finalmente, el diputado del BNG ha dejado abierta la posibilidad de aceptar alguna de las enmiendas y, por lo tanto, de que la moción se vote en su conjunto. "Vamos a ir viéndolo". Tanto la PNL del PP, como la moción del BNG se votarán el jueves.