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Brexit ¿Quién podría suceder a Theresa May?

Con la posibilidad de unas elecciones generales cada vez más cerca tras el loco rumbo que está tomando el brexit, el pueblo británico, las casas de apuestas, los medios y su propio partido se preguntan quién es el favorito para convertirse en el nuevo líder de los conservadores.

Jeremy Hunt, Michael Gove, Amber Rudd y Boris Johnson, candidatos para suceder a Theresa May. / REUTERS

Algunos llevan sonando desde antes de que Theresa May se convirtiera en Primera Ministra y otros prácticamente acaban de llegar. Los hay que tienen a su favor haberse mantenido en primera línea durante la gestión del brexit y otros a los que les podría ayudar se casi unos desconocidos. Estos son algunos de los que, más pronto que tarde, podrían acabar guardado su pijama en el 10 de Downing Street.

Michael Gove: el número uno en todas las quinielas

La suya es una apuesta segura pero poco rentable porque todas las casas especializadas lo dan como favorito.

Aunque siempre estará vinculado a la plataforma Vote Leave -que utilizó argumentos xenófobos y estrategias supuestamente ilegales durante la campaña del referéndum del brexit en 2016- sus últimas intervenciones en el parlamento han mostrado a un político inteligente que se ha ganado algo más de respeto entre los compañeros de partido que no le apreciaban mucho y el público no tan radical.

Pero con una población de más de 2 millones de ciudadanos musulmanes -uno de cada 10- sólo en Inglaterra y Gales, no estaría de más recordar que tras los atentados de Londres en 2005, Gove publicó un libro titulado Celsius 7/7 en el que comparaba al islamismo con el nazismo.

Boris Johnson: el favorito de Trump

Es el hombre capaz de acumular por igual partidarios y detractores. Pero ojo porque la mayoría de los primeros se cuenta entren los ciudadanos y los segundos están entre las paredes del Palacio de Westminster y de su propio partido. Eso sí, que nadie le quite mérito: sus movimientos son tan seguidos que tras anunciar que se desmarcaba de la línea oficial del gobierno en el tema del brexit, el valor de la libra cayó. A partir de ahí comenzó su radical campaña junto a Gove a favor de abandonar la UE.

Dimitió como Ministro de Exteriores por su oposición a la política de May al respecto pero esta semana acabó votando a favor del plan de la Primera Ministra; todo el mundo sabe que a Boris le pueden las ansias de poder. Habrá que ver cómo le afecta que Trump acabe de asegurar que le gusta “mucho” y que son amigos.

Jeremy Hunt: el tapado (que acaba de descubrirse)

El actual Ministro de Exteriores es lo que se podría denominar un hombre tranquilo. Pero todo aquel que sepa cómo acaba el cuento de La liebre y la tortuga debería fijarse en él.

A su favor juega haber estado siempre opuesto al ala más extremista del partido conservador. Aunque Hunt, que sabe jugar a la estrategia, lleva tiempo dejándose querer por el lado más pro-brexit ante la posibilidad que se plantea ahora: elegir nuevo inquilino para el 10 Downing Street. Él parece que ya ha comenzado la campaña; sólo unas horas después de que May anunciara que dimitiría si el parlamento aprobaba su acuerdo, comenzó a lanzar mensajes dignos de un cartel electoral, como que los conservadores deben ser “un partido para todos” y que necesitan mostrar que mantienen una “ardiente misión social”.

Amber Rudd: la mujer a la izquierda de Theresa May

Quien no le ponga cara a la Ministra de Trabajo y Pensiones, que busque una imagen de Theresa May en la Cámara de los Comunes y la encontrará dos sitios más a su izquierda -literal y figuradamente-.

Que los medios estén apostados a la puerta de su casa cada vez que hay una novedad en torno al gobierno británico es la demostración de que hace tiempo que lo que piensa Amber Rudd se tiene muy en cuenta. Partidaria de extender el artículo 50 y no contraria a un segundo referéndum, pero sí a todo lo que tenga que ver con Boris Johnson.

Si acaba dando un paso al frente y postulándose como nueva inquina de Downing Street, una de las misiones más duras de su campaña será hacer olvidar a los ciudadanos su polémica propuesta como Ministra del Interior de que las empresas estuvieran obligadas a comunicar con cuántos empleados extranjeros contaban en sus plantillas.

Dominic Raab: el candidato del brexit sin acuerdo

El segundo Ministro para el brexit - y el segundo que dimitió- definió el acuerdo que May había firmado con la UE como “peor que permanecer”. Que el pasado viernes acabara votando a favor de ese mismo texto lo tiene todo que ver con la vacante que puede dejar ahora Theresa May.

Es el único de los aspirante que ya tiene detrás de sí un movimiento ciudadano apoyándolo, que con el lema Ready for Raab (Preparados para Raab), posee su propia cuenta en Twitter y en Facebook.

Atención porque más allá del brexit, Raab defiende ideas como que “el carro de la igualdad enfrenta a hombres y mujeres entre sí”.

Matt Hancock: el que no se quemó y llega más limpio

Si el partido conservador quiere optar por alguien a quien la gestión del brexit no le pueda pasar factura, el Ministro de Sanidad -que votó por permanecer en la UE en el referéndum y se ha mostrado contrario a la salida sin acuerdo- es el candidato perfecto.

Aunque respecto a los asuntos que le incumben a su cartera, Hancock no está libre de haber protagonizado polémicas: la última, cuando hace unas semanas se burló de las enfermeras diciendo que algunas todavía se ponen de pie cuando un médico entra en una habitación. En seguida se hizo viral la respuesta que le dio un médico diciendo que el Sistema Nacional de Salud "no es Downton Abbey".

Sajid Javid: el que permanece, pero ha perdido enteros

Las historias de superación siempre ayudan a vender a un candidato y la del Ministro del Interior es de las que podrían convertirse en película: hijo de un inmigrante que acabó convertido en un banquero millonario.

Hace unos meses su popularidad era mucho más alta, pero su gestión de la epidemia de apuñalamientos en el país y de la llegada de inmigrantes cruzando el Canal de la Mancha las pasadas navidades han jugado en su contra y sus posibles rivales sabrían cómo utilizarlo en su contra. Eso, y que aunque en el referéndum votó a favor de permanecer en la UE, en todo lo relativo al brexit ha ido moviendo según soplaba al viento. No se ha quemado, no… pero tampoco se ha mojado.

Jacob Rees-Mogg: el que parecía que sí, pero no

Su nombre fue uno de los primeros que tuvimos que aprendemos cuando esta locura del brexit empezó a desmadrarse. Al frente de una de las alas más duras del partido conservador se convirtió en el primer azote de Theresa May cuando en noviembre amenazó con presentar una moción contra ella. Entonces parecía que tomaba posiciones, pero con el tiempo este partidario del brexit más radical que simboliza la encarnación más rancia del gentleman inglés, ha acabado convertido en el escudero de Boris Johnson.

Que el programa de investigación Dispatches de Channel 4 revelara hace unas semanas que desde la campana del referéndum ha incrementado su cuenta en más 8 millones de euros gracias a cómo ha movido el dinero una empresa de la que es accionista no ha ayudado mucho a su imagen.

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