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La comunidad internacional se divide entre detener o apoyar la invasión israelí en Gaza

Ante el ultimátum que pesa sobre Gaza, se ha organizado una gran ofensiva diplomática entre quienes apoyan la invasión, los aliados de Hamás y quienes exigen seguridad para los palestinos.

Una mujer palestina recorre una calle de la ciudad de Gaza cubierta de escombros por los bombardeos de la aviación israelí, que se mantienen por quinto día consecutivo.
Una mujer palestina recorre una calle de la ciudad de Gaza cubierta de escombros por los bombardeos de la aviación israelí, que se mantienen por quinto día consecutivo. Mohammed Talatene / DPA / Europa Press

En una carrera contrarreloj y a las puertas de una guerra que podría cambiar todo Oriente Medio, países y organizaciones internacionales alinean sus posiciones. La Unión Europea, Estados Unidos, la Autoridad Nacional Palestina, la Liga Árabe, Irán, la ONU, el Vaticano e incluso China mueven ficha ante la inminencia de un ataque a gran escala de Israel contra la Franja de Gaza.

Unos actúan en respaldo de Israel y sus planes de invadir Gaza, otros en apoyo de Hamás y sus milicias islámicas. Pero también están aquellos que exigen parar a tiempo la anunciada invasión, evitar una masacre entre la población civil y abortar una guerra que podría derivar en un conflicto en toda la región.

Faltan pocas horas para que se cumpla el ultimátum lanzado por Israel la pasada madrugada y que insta a los habitantes del norte de Gaza a abandonar sus hogares. Más de un millón de civiles que, según Naciones Unidas, es imposible que puedan alcanzar la cuestionada seguridad del sur de la Franja.

Los cientos de miles de soldados y el armamento estacionados a las puertas de Gaza no ofrecen lugar a dudas. Todo parece listo para una invasión destinada a vengar el ataque lanzado por Hamás el pasado sábado en Israel y que se saldó con la matanza de más de 1.300 personas y el secuestro de otras 150.

Es irreal evacuar a 1,1 millones de palestinos hacia el sur

"Ciertamente, se debe advertir a los civiles sobre la llegada de operaciones militares, pero es totalmente irreal que un millón de personas puedan moverse en 24 horas", explicó en Pekín el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, tras reunirse con el responsable de la diplomacia china, Wang Yi.

El Gobierno chino ha subrayado su profunda preocupación "por la posible escalada del conflicto" y ante la difícil situación que vive la población de Gaza, más de 2,2 millones de personas que sufren los bombardeos de Israel, el desabastecimiento de comida y los cortes de energía y agua a que les somete el asedio israelí.

En vísperas de esa posible invasión israelí de la Franja de Gaza, el Vaticano también se ha pronunciado y, tras calificar de "inhumano" el ataque de Hamás del día 7, ha pedido "proporcionalidad" a Israel y que no ponga en riesgo la vida de la población palestina.

Los israelíes acusan a Hamás de usar a la población como escudos humanos

Mientras cunde el pánico y oleadas de personas se ponen en marcha hacia el sur, Hamás ha instado a los habitantes del norte de Gaza que no abandonen sus hogares. Los milicianos de Hamás han calificado el ultimátum de Israel como "falsa propaganda dirigida a confundir a los ciudadanos y romper la cohesión interna palestina". Por su parte, los israelíes acusan a Hamás de usar a la población como escudos humanos.

Von der Leyen y Metsola condenan a Hamás

Dos colegas de Borrell en la UE, las presidentas de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y el Parlamento Europeo, Roberta Metsola, llegaron el viernes a Israel para mostrar a las autoridades de este país la solidaridad de Bruselas ante la masacre de civiles protagonizada por las milicias de Hamás.

Las dos políticas europeas también coincidieron en la necesidad de pararle los pies a Hamás, pero instaron al Gobierno israelí a abrir corredores humanitarios que permitan el desplazamiento de refugiados. "Podemos y debemos detener a Hamás y hacer lo que podamos para mitigar las consecuencias humanitarias" de este conflicto, aseveró Metsola.

A Tel Aviv también arribó este viernes la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, para reunirse con los familiares de los rehenes alemanes secuestrados por Hamás, y estudiar la crisis con su homólogo israelí, Eli Cohen.

El Gobierno alemán participa en las negociaciones con la ONU y Egipto para crear espacios seguros en Gaza que permitan acoger a los cientos de miles de refugiados que están dejando sus casas y así evitar que todos se dirijan al sur, debido a la falta de condiciones y al creciente hacinamiento en esa zona de la Franja.

EEUU brinda más armas a Israel para aplastar a Hamás

Otro de los huéspedes de Israel en vísperas de la eventual invasión de Gaza ha sido el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin. El político estadounidense, quien reiteró su apoyo total a Israel, comparó la masacre del 7 de octubre con las matanzas cometidas por el ISIS, el Estado Islámico, en Siria y otras zonas de Oriente Medio.

"La asistencia de EEUU a Israel fluirá a la velocidad de la guerra", aseveró el secretario de Defensa de EEUU

El secretario de Defensa estadounidense afirmó en Tel Aviv que "no es tiempo para la neutralidad" y ofreció más armas al ejército israelí, "si es necesario". "La asistencia de seguridad de EEUU a Israel fluirá a la velocidad de la guerra", aseveró Austin, quien se reunió con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

Estados Unidos ha cerrado filas desde un principio con Israel y ha apostado por la erradicación de Hamás de la Franja de Gaza. Ese grupo islamista controla ese territorio palestino desde 2007 y se le han reconocido estrechos lazos con Irán y otras agrupaciones yihadistas juramentadas para acabar con el Estado de Israel dentro del llamado "Eje de Resistencia", auspiciado y financiado por Teherán.

Austin llegó a Israel un día después de su compañero de la Casa Blanca, el secretario de Estado, Antony Blinken. Éste se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien apoyó en su intención de acabar con todos los milicianos de Hamás.

Mahmoud Abbas rechaza la evacuación de palestinos

Este viernes, el secretario de Estado estadounidense visitó Amán y, además de las autoridades jordanas, tuvo oportunidad de ver al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas. El máximo dirigente palestino no tiene poder alguno sobre Hamás, que controla Gaza tras su victoria en las elecciones de 2006.

Abbas mostró a Blinken su rechazo a la evacuación de palestinos del norte al sur de Gaza, que, según el líder de la ANP, equivaldría a una "segunda Nakba". Aludía Abbas al desplazamiento de centenares de miles de palestinos en 1948, desalojados de sus hogares ancestrales por la creación del Estado de Israel.

El presidente de la ANP pidió la creación de corredores humanitarios para evitar un desastre humanitario mayor. Abbas cuenta en este sentido con el apoyo de Egipto, que aboga por una tregua entre Hamás e Israel. Sin embargo, el Gobierno egipcio ha denunciado la "intransigencia" de Tel Aviv, que se siente respaldado por Estados Unidos y Gran Bretaña en todas las medidas drásticas que está tomando Israel para acabar de raíz con esta crisis.

Un crimen que sobrepasa toda comprensión

Ese traslado forzoso de palestinos es "un crimen que sobrepasa toda comprensión", ha indicado el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit. "Israel está cometiendo, no una operación militar planificada o estudiada para desarraigar a los grupos responsables de los ataques, sino un acto de venganza atroz" cuya meta es "para castigar a los impotentes civiles en Gaza", escribió Gheit en una declaración remitida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

"Utilizar la hambruna de los civiles como un método de guerra es un crimen de guerra", ha indicado la ONU

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha rechazado, como una acción 2horrenda", el ultimátum de Israel para sacar a la fuerza de sus hogares a más de un millón de habitantes de Gaza. La Franja, según la UNRWA está "a punto de colapsar" y se ha convertido en un "agujero del infierno".

"Utilizar la hambruna de los civiles como un método de guerra, privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, está definido como un crimen de guerra por el derecho internacional", ha indicado por su parte la portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.

Los tejemanejes de Irán y Hizbulá

El secretario general de la ONU advirtió hace unos días sobre el peligro de "contagio" de este conflicto y del alto riesgo de que se extienda a países vecinos. Este podría ser el caso de Irán, un estado cuya cercanía y patrocinio de Hamás le hace sospechoso de haber conocido los pormenores de la acción armada lanzada por el grupo islamista el pasado sábado.

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, se reunió este viernes en el Líbano con Hassan Nasrallah, el líder de Hizbulá, la milicia armada chií respaldada por Irán, que constituye uno de los ejércitos de paramilitares más organizados de Oriente Medio y es una de las mayores amenazas para Israel.

Amir Abdollahian advirtió del alto riesgo de que estalle un conflicto en Oriente Medio si Israel ataca los territorios palestinos, no solo Gaza, sino también Cisjordania, y pidió a Estados Unidos que "controle a Israel".

También amenazó con abrir "un nuevo frente" a Israel, en referencia al norte de este país y su frontera con las regiones del Líbano dominadas por Hizbulá. Este frente correría a cargo de las milicias chiítas y otros grupos que integran el "Eje de Resistencia" organizado por la Guardia Revolucionaria Iraní y en el que están comprometidos tanto Hizbulá como Hamás.

Este Eje de Resistencia cuenta con la participación de grupos armados yihadistas procedentes de Siria, Líbano, Irak, Yemen y Palestina.

Las acusaciones que apuntan a Irán por su aquiescencia o incluso participación en el ataque del 7 de octubre de Hamás a Israel destacan que ese país es el principal beneficiado de un conflicto que renueve la animadversión árabe hacia el estado judío.

La invasión de los territorios palestinos provocaría la ruptura de las negociaciones en marcha entre Israel y Arabia Saudí para conseguir la paz entre estos dos países y el reconocimiento del Estado israelí por Riad. El régimen de los ayatolas, que recientemente firmó su propio tratado de amistad con Arabia Saudí, gracias a la intermediación china, ha indicado que no puede haber ningún acercamiento hacia Israel en la región, si este no reconoce el Estado Palestino.

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