La Cámara de Diputados aprobó la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, llamada Ley Ómnibus, presentada por el gobierno de Javier Milei, luego de una maratónica y accidentada sesión de unas 30 horas de debate. Con 144 votos a favor y 109 negativos se alcanzó la mayoría para la aprobación general de los cerca de 380 artículos del mega proyecto que representa una piedra angular del plan del nuevo mandatario.

La votación tuvo lugar después de ciertos escándalos que comenzaron antes de que iniciara la sesión el miércoles. A lo largo de los días previos y durante el mismo debate existieron negociaciones constantes entre el gobierno y los bloques opositores llamados "dialoguistas" para modificar la ley, con reuniones dentro del recinto o, en una ocasión, en un departamento privado, que llevó a que se redujera a casi la mitad de los 664 artículos oficiales, para dar lugar a un texto cuyo contenido definitivo no fue aún revelado.

Los artículos del texto con ambición refundacional serán debatidos a partir del martes en Diputados, cuando cada ítem sea abordado para su posterior votación en particular. Luego deberá pasar al Senado para la segunda instancia de votación que el gobierno prevé también favorable, abriendo así las puertas a las reformas neoliberales estructurales planteadas en la Ley.

La importancia de lo que fue votó se vio, además de en las 30 horas de debate, en las protestas frente al Congreso que fueron reprimidas las tres noches seguidas, con manifestantes heridos y detenidos.

El texto aprobado

"Se tomaron las sugerencias, se hicieron las modificaciones, se eliminó el capítulo fiscal y hemos llegado a un proyecto de consenso", afirmó el comunicado de la Oficina del Presidente respecto al texto finalmente votado. Si bien el contenido no fue publicado en detalle, varios de los puntos centrales en debate y parcialmente aprobados fueron difundidos a través de diputados.

Uno, central, tiene que ver con las llamadas facultades delegadas al Ejecutivo, es decir, aquellas materias en las cuales tendrá poderes extraordinarios por un lapso de probablemente un año, prorrogable a otro más. Las facultades eran originariamente en once materias, y habrían quedado reducidas a cerca de seis, que son la económica, financiera, energética, tarifaria y de seguridad, algo que debe terminar de definirse en la votación en particular.

Otro punto clave es de las privatizaciones, donde el gobierno había presentado un paquete original de 41 empresas estatales a ser vendidas, de las cuales fue retirada la petrolera y gasífera YPF, pero cuyo número final se desconoce, y será acordado a partir del martes. "Creemos que hay muchas empresas que no tiene sentido que estén en la órbita de lo público", dijo al respecto Rodrigo Di Loredo, presidente de un bloque de diputados que votó a favor de la Ley Ómnibus.

La Ley incluye otros aspectos centrales en proceso de debate, como el destino de la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que forma parte del sistema de jubilación estatal, o la autorización para que el Ejecutivo se endeude en moneda extranjera sin autorización del Congreso, algo que se había establecido en 2021 luego del sobreendeudamiento con el Fondo Monetario Internacional en 2018.

"Vamos a trabajar para tratar de votar integralmente la ley", afirmó Miguel Ángel Pichetto, presidente de un bloque opositor aliado en referencia al debate que comenzará el martes. Una posición ratificada por el bloque liderado por Christina Ritondo, que responde al expresidente Mauricio Macri, quien aseguró que están "para votar todo lo que está en la ley, se va a votar casi la totalidad en particular".

Tres días de represión

Los tres días de debate estuvieron acompañados por protestas frente al Congreso, reprimidas en cada caso. El gobierno realizó un despliegue de fuerzas federales conjuntas con policías motorizados, carros hidrantes, que dio lugar a manifestantes arrestados y heridos, incluyendo 25 periodistas el jueves, según reportó el Sindicato de Prensa de Buenos Aires.

"Estoy acá porque esta ley, que quieren imponernos a fuerza de represión, como es este protocolo de seguridad para que la gente no pueda venir a manifestarse, va contra todos los derechos que tiene la sociedad argentina", afirmó Cecilia, quien se presentó frente al Congreso, convertido en un despliegue de motos con dos policías en cada una disparando sobre los manifestantes.

"Vine porque estoy contra este gobierno que está totalmente en contra de la gente, que tarde o temprano va a terminar mal", dijo por su parte Javier, con una tapa de cacerola en cada mano, parado en una esquina de las afueras del recinto.

Las imágenes de represión de un gobierno que hizo bandera de campaña de la mano dura, sumado a los comentarios tanto de repudio como a favor del accionar policial en las redes sociales, o el tenor de las diatribas entre diputados acusándose mutuamente de la crisis, reflejaron la situación de un país fracturado social y políticamente.

La refundación conservadora

"Se acaba de aprobar una reforma que es inédita, una reforma más grande que la que llevó adelante Fernando de La Rúa, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Mauricio Macri, es verdaderamente una reforma profunda", declaró Di Loredo al salir de la sesión. Su afirmación dio cuenta de la dimensión de lo aprobado, que aún debe ser ratificado en el Senado.

Se trata de una de las piedras angulares del proyecto de Milei, articulada al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado el 20 de diciembre y vigente desde final de ese mes, que solo dejará de estarlo si es rechazado por ambas cámaras. Si el gobierno logra la aprobación de la nueva versión de Ley Ómnibus, y el DNU no es detenido en el Congreso, habrá logrado cambios determinantes para su proyecto de neoliberalismo aggiornado, concentración de poder en el Ejecutivo y fuerte dispositivo represivo.

Los obstáculos que aún debe enfrentar son varios, como instancias del poder Judicial que por ejemplo ya pusieron un freno a la reforma laboral incluida en el DNU, o las protestas en las calles. Al respecto de esto último, contrastó la masividad de la huelga general del 24 de enero convocada por la Central General de Trabajadores, con el tamaño reducido de las protestas fuertemente reprimidas frente al Congreso durante los días de debate.

El martes comenzará la votación artículo por artículo donde se terminará de acordar el alcance de la reforma. Entre tanto, se esperan reuniones a puertas cerradas entre bloques de diputados que votaron a favor, para terminar de predefinir las cerca de 380 leyes a ser votadas. Una política entre muros y de acuerdos opacos, mientras la realidad económica continúa su deterioro, marcada por el continuo aumento de precios y el pronóstico de recesión para el 2024.