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Cristina Fernández de Kirchner pide acelerar la investigación del atentado en su contra

En una presentación ante la jueza María Eugenia Capuchetti, la querella de la vicepresidenta pidió medidas urgentes para profundizar la pesquisa y seguir pistas no exploradas.

2/9/22 La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sale de su apartamento en Buenos  Aires un día después del magnicidio fallido, a 2 de septiembre de 2022.
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sale de su apartamento en Buenos Aires un día después del magnicidio fallido, a 2 de septiembre de 2022. Osvaldo Fanton / Europa Press

Cristina Fernández de Kirchner (CFK) reclama "celeridad" en la investigación sobre el intento de asesinarla en un escrito que entregaron sus abogados a la jueza María Eugenia Capuchetti. La acusación pide profundizar algunas líneas de investigación y remarcan que, tras casi un mes del atentado, todo indica que "el plan criminal habría sido mucho más extenso, complejo y sofisticado de lo que podía pensarse".

Entre el miércoles y el  jueves a la madrugada hubo dos registros en la provincia de Buenos Aires con requisamiento de dispositivos electrónicos: uno a una mujer llamada Joana Colman que, como reveló Página 12, aparece en un grupo de WhatsApp vinculado a Gabriel Carrizo —detenido por su papel clave en el intento de magnicidio— donde pasa información a él y a los "copitos" y les dice que Fernando Sabag Montiel, detenido tras intentar disparar, lo hizo por dinero.

El otro procedimiento estuvo dirigido a un hombre que aparece como "Jony White" en el móvil de Carrizo, y a quien le dice dos horas después del atentado que ahora planteaban "matar al jefe de La Cámpora", en alusión a Máximo Kirchner. También le anunciaba que  tenían pendiente "una reunión grupal" en Barracas, la cual parece que sí tuvo lugar pero todavía no ha sido investigada, por lo que la vicepresidenta pide pruebas cuanto antes.

El documento de la querella, presentado por José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, pide a la jueza que no deje ninguna pista sin explorar e insiste en marcar el peligro del paso del tiempo: "Estamos ante una causa de enorme relevancia institucional y ante un tipo de delito para cuya investigación el tiempo es clave". Además, el documento enumera una serie de cuestiones a profundizar. Por ahora, hay cuatro personas detenidas: Sabag Montiel, Carrizo, Brenda Uliarte y su amiga Agustina Díaz.

Dinero y enigmas

Joana Colman, quien figura como "Joa" en el teléfono de Carrizo, podría ser alguien relevante en la trama según plantea la querella, que se opuso a su citación como testigo, por lo que Capuchetti suspendió la audiencia prevista y ordenó registrar su vivienda, medida que concretó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

El operativo requisó su móvil, discos duros y ordenadores. La querella pide realizar un análisis de sus llamadas. "Puede tener un involucramiento activo en la planificación del atentado y en su encubrimiento. Además, es evidente que puede estar en posesión de información muy relevante", plantearon los abogados de Cristina Fernández de Kirchner.

Uliarte aseguró en conversaciones de chat que si disparaba ella a CFK no fallaría

Hicieron notar que ciertos mensajes recuperados de Sabag Montiel en grupos de WhatsApp se deben leer junto a comentarios de "Joa", en especial en lo que atañe al posible pago por el intento de magnicidio o financiamiento del grupo. El 15 de agosto, Sabag Montiel comenta en un grupo en alusión a CFK: "Yo quisiera hacerme el vendedor de copos y meterle un corchazo". Después se refiere a su novia, Uliarte: "Yo a ella la trato de bajar, pero a mí me importa el dinero, si nos compran o le dan un trabajo, ya está salvada, bienvenido sea".

Es decir, no sólo ella hablaba de la intención de asesinar a la vicepresidenta argentina—como lo muestran sus conversaciones con diferentes personas— tiempo antes del 1 de septiembre. Cuando Sabag fue detenido, Uliarte doblaba la apuesta en conversaciones con Carrizo y con Díaz, y decía que si ella disparaba no iba a fallar, y que estaba dispuesta a hacerlo.

La misteriosa "Joa", que según los abogados aparenta ser alguien con acceso a "datos privilegiados", aparece en un grupo donde además de Carrizo estaban los supuestos vendedores de copos de azúcar. Tras la detención de Uliarte, les indica que no borren los mensajes y que Sabag se negaba a declarar, pero que los había nombrado a ellos "así que fijaos bien", les advertía en un audio.

Luego les decía: "Por otra fuente sé que lo hizo por dinero, así que imaginad que el tío sale en cuatro años… a ver, como les vuelvo a repetir, uno por dinero se vende ¿sí?". Además, agregaba suspense: "Hay alguien que ya estaba al tanto de todo, mucho antes que los medios, que todo jaja… Qué loco, la que menos piensas, es, pero bueno no voy a dar detalles".

Reunión en Barracas

De las conversaciones que aparecieron en el móvil de Carrizo salió mucha información que lo compromete y que abre otras pistas. Le contó a su hermanastra, Andrea, que había entregado un arma para el magnicidio que finalmente no se utilizó. También le comentó un rato después del atentado y la detención de Sabag Montiel, que manejaba un grupo de unas 90 personas y que se estaban juntando "para ver cómo solucionar este problema". "Estamos decididos a matar a la puta esa", añadió.

Era en la noche del 1 de septiembre. El intento de asesinato fue cerca de las 21.00 horas y hablaron poco antes de las 23.00 horas. Mientras tanto, Carrizo hablaba con alguien guardado como "Jony White", a quien también le dijo que se iban a reunir en Barracas, donde él vivía con Sergio Orozco (un integrante del grupo de los copos de azúcar). Le cuenta: "Estamos pensando matar al jefe de La Cámpora esta vez", "están llegando todos", "vamos a tener una charla grupal".

El tal Jony, cuyo nombre es Jonathan Emanuel Posadas, también sería hermanastro de Carrizo. Jony le respondió: "Los sicarios de los copos de nieve". También fue registrado este miércoles por la PSA e incautado su teléfono y otros dispositivos para ser peritados, según allegados a la causa. El procedimiento tuvo lugar en Morón.

El escrito de los representantes de CFK señala que ese chat apenas dos horas después del ataque revela que "Carrizo evidentemente sabía lo que había sucedido y era cómplice"; "la alusión a 'los sicarios de los copos de nieve' muestra que todos los supuestos vendedores organizados por Carrizo sabían lo que pasaba y que eran una organización criminal" que "la existencia de la charla grupal aparece en otras conversaciones".

Por último, los abogados de Cristina Fernández de Kirchner destacan en el documento que "la referencia a 'matar al jefe de La Cámpora' da cuenta de que la extensión de los planes criminales aquí investigados puede ser mucho mayor que la vinculada a lo sucedido el 1 de septiembre".

La querella llama la atención porque hasta ahora no se ha investigado esa reunión. Todo indica que habría sucedido en el inmueble de Orozco en Barracas. Por eso pidió las filmaciones de las cámaras de las zonas colindantes desde el 1 al 5 de septiembre y que se rastreen otras posibles imágenes tomadas por locales privados.

Por los chats entre Carrizo y Uliarte, parece que él la convocaba también con insistencia y que ella habría ido a la madrugada. Una de las ideas era descartar u ocultar el arma que no se había usado, pero además seguían hablando de matar a CFK. El escrito también pide investigar a Orozco y otros dos integrantes del grupo: Lucas Acevedo y Leonardo Volpintesta. "Hay muchos indicios de que todos ellos sabían lo que iba a pasar y de que participaron en el atentado y su encubrimiento", afirma el documento.

Carnets falsos

Si bien la jueza Capuchetti incluyó en las imputaciones y en los procesamientos de Sabag Montiel y Uliarte el uso de certificados falsos de discapacidad, la querella de Cristina Fernández de Kirchner señala que es una línea poco analizada que no debería ser subestimada.

Según los chats, Carrizo se ocupaba de conseguir los carnets pero también estaban implicados "Acevedo y Orozco, quienes conversan sobre la situación con Carrizo y entre ellos" así como Volpintesta. "Una explicación altamente plausible es que estos carnets permiten usar el transporte público con sólo mostrarlos. La ventaja no es sólo económica: es que moverse en el transporte público de esa manera no deja rastros georreferenciales", dicen Ubeira y Aldazabal.

La adquisición de los carnets estaría ligada a los hechos investigados si se observa una línea de tiempo. El 4 de julio Sabag Montiel le manda a Carrizo los datos para hacer el carnet de Uliarte. Ese día y el siguiente ella habla de su plan de matar a la vicepresidenta con Díaz y con alguien que aparece como "Nacho". Todo indica que cambiaban de móvil a menudo y que habrían buscado otras formas de evitar ser rastreados.

Todavía no está claro quiénes y cómo participaron en la inteligencia previa en la zona. Hay cuestiones del antes y el después poco claras, como también las conversaciones de Uliarte con alguien que figura como "David", con quien no habría contactos anteriores. Él le dice a ella que le va a confiar algo "ultra secreto", le manda una foto poco clara, y ella le dice "¿Eres poli de la DEA? Tranqui no le cuento a nadie". Él responde "no digas nada, paso informes e investigo narcos pesados".

Este diálogo ocurrió tres días después del intento de magnicidio y luego la joven fue detenida. En suma, lo que pide la vicepresidenta es "la mayor premura posible" en las medidas reclamadas y ante tantos enigmas.

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