"Rezamos por vosotros; esto va más allá de la religión, es un acto de humanidad", gritó Ahmed, palestino de 53 años residente desde hace dos décadas en Túnez, mientras agarraba la mano de uno de los muchos voluntarios que hoy pasean por la vieja medina de Bizerta, ciudad tunecina donde han amarrado los últimos barcos de la Global Sumud Flotilla antes de partir rumbo a Gaza.

Las ciudades portuarias de Sidi Bou Said, un suburbio de la capital tunecina, y Bizerta, la ciudad más septentrional de África, están separadas por 65 kilómetros. Pese a la distancia, a las 18.00 de este jueves 11 de septiembre ambas urbes concentraron a varios miles de tunecinos que, de forma espontánea, salieron a las calles para despedir y recibir a la Global Sumud Flotilla.

Los primeros barcos de esta iniciativa humanitaria amarraron en Sidi Bou Said el pasado 7 de septiembre y, a lo largo de la tarde de este jueves, levaron anclas para dirigirse a Bizerta, donde se reagruparán con las embarcaciones más retrasadas de la misión.

La Global Sumud Flotilla, que zarpó de Barcelona el 31 de agosto, había previsto abandonar Túnez el 4 de septiembre, pero finalmente no será hasta una semana después —este jueves 11— cuando todos los barcos de la expedición coincidan de nuevo en el país norteafricano. Según el rastreador en tiempo real de la misión, un total de 21 embarcaciones se encuentran actualmente en aguas tunecinas. No obstante, se desconoce la fecha exacta en la que abandonarán el país.

El periplo hasta Gaza está siendo mucho más complicado de lo que los organizadores inicialmente contemplaron. La mala mar obligó a los barcos a volver a puerto y provocó averías significativas a una decena de embarcaciones. A ello se suma el hostigamiento israelí, que ha amenazado con aplicar un "protocolo antiterrorista" a los tripulantes y ha realizado maniobras militares con fuego real en las costas de Gaza. 

Pero sin duda, el episodio más grave y que más preocupación ha despertado entre organizadores y participantes fue el ataque con drones a dos de las principales embarcaciones de la Flotilla. Desde los primeros compases de la iniciativa la organización denunció la presencia de drones de vigilancia, un escenario que escaló este lunes y martes cuando los barcos Family Madeira y Alma fueron atacados con sustancias incendiarias que han provocado daños significativos a ambas embarcaciones.

Los retrasos, las averías en los barcos y las amenazas de Israel han provocado un número reducido de bajas. No obstante, el ánimo general de la flotilla continúa alto. "Lo que estamos sufriendo es infinitamente menor que lo que sufre el pueblo palestino", señala un activista malayo que prefirió mantener el anonimato. "Seguimos adelante, estamos preparados para cualquier escenario sin perder nuestro carácter no violento".

La Flotilla aumenta las medidas de seguridad

Tras los ataques del lunes y el martes —que la Flotilla atribuye a Israel— los organizadores anunciaron un endurecimiento de los protocolos de seguridad a bordo. Según explicaron, se han incrementado los turnos de vigilancia nocturna y las patrullas, se ha reforzado la cobertura de cámaras y los enlaces de radio, y se han revisado y ampliado los equipos contra incendios y los botiquines de emergencia. Además, han protegido accesos y puntos críticos de la cubierta para reducir la exposición de la tripulación durante las maniobras en puerto.

La tripulación también ha sido sometida a una batería de simulacros diseñados para escenarios de alta gravedad: fuego a bordo, impacto o ataque con drones, y la posibilidad de avería grave o inundación que obligue a remolcar o evacuar la embarcación.

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"Hemos entrenado para afrontar diferentes situaciones y nos hemos formado en varios escenarios. Hemos hecho prácticas. Estamos preparados para la mayoría de las contingencias que podríamos enfrentar y, pese a los intentos de intimidarnos, seguimos adelante", afirmó Theodor Bjørnerem, activista noruego embarcado en la Flotilla”.

Italia exige a Israel protección para sus nacionales embarcados en la Flotilla

Italia advirtió a Israel sobre la necesidad de garantizar la seguridad de la Flotilla Global Sumud y de los cerca de sesenta italianos a bordo tras los dos ataques con drones registrados esta semana, informó el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani. Tajani dijo ante el Parlamento que Roma seguirá de cerca la evolución de la misión y ofrecerá asistencia consular y diplomática a los italianos desplazados, entre ellos varios parlamentarios.

"Nuestra embajada en Tel Aviv, bajo mis órdenes, habló con las autoridades israelíes sobre el respeto a los derechos de todos los conciudadanos que forman parte de la flotilla, incluyendo a varios parlamentarios", declaró Tajani. "También llamé al ministro de Asuntos Exteriores [Gideon] Saar para informarle personalmente sobre el asunto".