Este artículo se publicó hace 3 años.
Hallan ahorcado en un parque de Kiev a un activista bielorruso desaparecido
Ucrania, Polonia y Lituania se han convertido en refugios para los bielorrusos durante la campaña de represión del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, tras las controvertidas elecciones del año pasado.
Un activista bielorruso, cuya desaparición se había denunciado previamente, ha aparecido muerto en un parque cercano a su casa en Kiev, informa Reuters. Se trata del último de una larga lista de opositores al régimen de Alexander Lukashenko.
Vitaly Shishov, que dirigía una organización sin ánimo de lucro de ayuda a ciudadanos bielorrusos que huyen de la persecución estatal —llamada Casa Bielorrusa en Ucrania (BDU)—, había sido dado por desaparecido el pasado lunes por su pareja tras no regresar a casa después de salir a correr.
La Policía ha abierto una causa penal por presunto homicidio, pero ha dicho que investigará todas las posibilidades, incluido el asesinato disfrazado de suicidio. "El ciudadano bielorruso Vitaly Shishov, que desapareció ayer en Kiev, ha sido encontrado ahorcado hoy en uno de los parques de Kiev, no muy lejos de su lugar de residencia", dice el comunicado.
La propia ONG que dirigía Shishov, BDU, afirma que no había podido contactar con él, que había salido de su residencia temprano y que debía haber regresado una hora después.
El pasado mes de mayo trascendía la muerte "en extrañas circunstancias" de Vitold Ashurok, otro activista conocido. Este opositor fue condenado a principios de año en un juicio a puerta cerrada por participar en protestas no autorizadas y violencia contra un agente del orden.
Moratones en el cuerpo
Ucrania hará todo lo posible para esclarecer la muerte de Shishov, ha prometido el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba. A su vez, un portavoz del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha afirmado que el mandatario también seguía de cerca el sonado caso. La policía ucraniana reveló que en el cuerpo del activista fallecido había signos de violencia.
"Se ha establecido que tenía magulladuras y la piel dañada en la nariz, la rodilla izquierda y el pecho. También hubo un pequeño rasguño en el labio superior, lo que podría significar que se había caído ", dijo Klimenko. Agregó que los agentes hallaron la huella de un zapato en un tocón de árbol cerca del lugar de los hechos, y los expertos forenses estaban trabajando para esclarecer su procedencia.
Un compañero de Shishov de la Casa Bielorrusa en Ucrania, Yuri Schuchko, dijo anteriormente a la cadena Current Time TV que fue él quien encontró el cuerpo del activista en el parque con huellas de golpes en el rostro.
En un comunicado, BDU culpó al gobierno de Lukashenko del asesinato de Shishov y denunció una "operación planificada para liquidar a un bielorruso que representaba un peligro real para el régimen". Según la ONG, Shishov "fue vigilado" tras su traslado a Ucrania, y estaba al tanto de ello. "Fuimos advertidos más de una vez por fuentes locales y "nuestra gente" en Bielorrusia sobre diversas provocaciones antes del secuestro y asesinato (de Shishov)", señaló la organización, que también anunció un acto hoy por la noche frente a la embajada de Bielorrusia en Kiev en memoria de Shishov.
La novia del activista, Bozhena Zholud, que vivía con él en Ucrania, dijo a la edición bielorrusa de Radio Libertad que no creía que su muerte fuera un suicidio. "Estoy segura de que no podría haberse suicidado. No tenía ninguna razón para hacer eso (...), teníamos planes de futuro", dijo. Zholud agregó que Vitali no había recibido amenazas directas, pero se sentía vigilado y tenía malos presentimientos.
Preocupación en la comunidad bielorrusa
Los activistas bielorrusos en Kiev reaccionaron con preocupación a la muerte de Shishov, dijo Polina Brodik, coordinadora del Centro de Bielorrusia Libre, otra ONG que brinda refugio y asistencia legal a los bielorrusos que huyen del régimen de Lukashenko.
"Estábamos en un shock ayer tras la noticia sobre la desaparición de Vitali, y hoy estamos aturdidos", dijo Brodik. "Por supuesto que estamos preocupados y no nos sentimos completamente seguros. No sabemos si fue un intento de intimidación, pero sí que tuvo éxito". Brodik se negó a especular sobre la causa de la muerte de Shishov y dijo que los activistas bielorrusos en Ucrania estaban a la espera de los resultados de la investigación policial.
"Esperamos que la investigación sea rápida y exhaustiva", dijo Brodik. "De esto dependerá si los bielorrusos podrán sentirse seguros en Ucrania o si elegirán otros países a la hora de huir del régimen", explicó. Según ella, varios miles de bielorrusos se han trasladado a Ucrania desde las elecciones de agosto de 2020, pero para la mayoría de ellos se trata solo de un país de tránsito hacia estados de la Unión Europea.
Amnistía exige una investigación transparente
Amnistía Internacional (AI) se sumó este martes a las demandas de una investigación exhaustiva y transparente de la muerte del activista bielorruso. "Las circunstancias de su muerte hacen pensar que puede estar relacionada con las persecuciones de manifestantes pacíficos por parte de las autoridades bielorrusas", declaró Marie Struthers, directora de AI para Europa Oriental y Asia Central, en un comunicado.
Struthers llamó a Kiev a hacer públicos los resultados de la investigación y llevar ante la Justicia a los eventuales asesinos de Shishov. "Muchos bielorrusos y personas de otros países de la región huyeron a Ucrania para escapar de la represión política. Es fundamental que las autoridades ucranianas tomen medidas concretas para garantizar su seguridad", pidió
Terror contra la disidencia
Ucrania, Polonia y Lituania se han convertido en refugios para los bielorrusos durante la campaña de represión del presidente de Bielorrusia, tras las controvertidas elecciones del año pasado y las constantes denuncias de torturas. El empeño por destruir a sus opositores lleva al régimen incluso a desviar aviones comerciales para atrapar a alguien, tal fue el caso de la detención del periodista Roman Protasevich tras aterrizar su vuelo en Minsk por una falsa alerta de bomba.
Hace apenas dos días, la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya pidió asilo en la embajada de Polonia en Tokio tras denunciar que iban a repatriarla en contra de su voluntad. "No volveré a Bielorrusia", declaró esta deportista, que también ha sido crítica con el régimen de Lukahenko. Otra deportista, la baloncestista Yelena Leuchanka, fue encarcelada en condiciones infrahumanas simplemente por participar en manifestaciones contra el régimen de Lukashenko acusado de fraude electoral.
El "último dictador de Europa" gobierna con puño de acero Bielorrusia y, a pesar de que su régimen está basado en el terror, los secuestros y los crímenes contra la disidencia, cuenta con el apoyo de una veintena de países, entre los cuales se encuentran Rusia, China, Corea del Norte y Cuba.
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