Este artículo se publicó hace 4 años.
EEUUUna coalición de alcaldes aboga por la renta básica universal en EEUU
Apoyándose en el modelo creado por el alcalde de la ciudad californiana de Stockton, Michael Tubbs, un grupo de alcaldes en distintas ciudades del país implementará programas piloto de IBU para convencer al Gobierno federal.
Aitana Vargas
Madrid-
Desde que en febrero de 2019 el alcalde de la ciudad de Stockton, el demócrata Michael Tubbs, y la ONG Economic Security Project, dieran el pistoletazo de salida a SEEDS, 125 residentes de los barrios más pobres de esta localidad californiana de poco más de 312.000 habitantes han recibido un ingreso básico universal de 500 dólares al mes para cubrir sus necesidades inmediatas. El programa, de carácter experimental y construido sobre una idea ya promulgada en su día por Martin Luther King Jr., es el primero que un alcalde implementa en EEUU para mitigar la desigualdad y estudiar el impacto que una renta garantizada genera en la comunidad.
Aunque la fecha de conclusión del experimento estaba prevista para este verano, la pandemia cambió los planes. Y el pasado mes de mayo, Tubbs anunció una extensión de la iniciativa, la cual se prolongará hasta enero de 2021 y permitirá ampliar las investigaciones encabezadas por un equipo independiente integrado por las catedráticas Stacia West, de la Universidad de Tennessee, y Amy Castro, de la Universidad de Pensilvania.
Pero el programa piloto del alcalde afroamericano también ha servido para sentar las bases de una iniciativa todavía más ambiciosa y con implicaciones a nivel nacional. Se trata de MGI, una coalición de alcaldes de quince ciudades del país que lanzarán sus propios proyectos de ingreso básico universal en sus respectivas comunidades.
"Lo importante es demostrar la viabilidad de estos programas para que podamos tener argumentos sólidos que impulsen la creación de una medida a nivel federal", explica en entrevista con Público Shimica Gaskins, directora ejecutiva de la ONG Children’s Defense Fund.
"Lo importante es demostrar la viabilidad de estos programas para que podamos tener argumentos sólidos", explica Shimica Gaskins
Para cumplir sus objetivos, MGI cuenta con una donación de tres millones de dólares de Jack Dorsey, Consejero Delegado de Twitter y Square. Con esta cantidad, se financiará el lanzamiento de programas en las ciudades californianas de Los Ángeles, Long Beach, Oakland y Compton, así como en urbes de otros estados como Newark, Atlanta, Seattle o Pittsburg. Parte de la donación también se destinará a un segundo programa piloto en Stockton, cuyos detalles se darán a conocer este otoño.
A pesar del mito de que EEUU es el país de las oportunidades, el 40% de los adultos no dispone de un fondo de emergencia de 400 dólares para afrontar los contratiempos que puedan presentarse, según datos de la Reserva Federal. Y la precariedad laboral afecta a gran parte de la fuerza laboral.
"Algo que hay que entender es que, en este país, más de la mitad de los trabajadores tiene empleos con ingresos bajos. Y eso es inadecuado y tenemos que ayudarlos", explica Gaskins. Contar con dinero en efectivo garantizado otorga una "seguridad financiera" que "permite a cualquier individuo tomar mejores decisiones para éste y para su comunidad" y no tener que decidir entre "poner comida en la mesa, ir al médico o pagar el alquiler".
En el país anglosajón, las iniciativas por IBU también tienen un trasfondo étnico y racial, ya que pretenden acabar con la marginación social y cerrar las brechas económicas que a lo largo de la historia han experimentado determinadas comunidades, como la afroamericana, la asiática o la latina, y que en plena pandemia se han visto agudizadas.
En Los Ángeles, por ejemplo, las fisuras raciales quedan al descubierto en el informe El Color de la Riqueza en Los Ángeles (Color of Wealth in Los Angeles), que revela que los hogares afroamericanos y mexicanos poseen un 1% de la riqueza neta de la comunidad blanca de la ciudad, una realidad que se replica por todo el estado dorado ––la hasta ahora quinta economía mundial––. De ahí que el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, y de otras ciudades californianas, se hayan sumado a MGI.
Gisèle Huff: "Estos jóvenes salen del sistema de acogida y no tienen apoyo. No saben cómo lidiar con la vida"
También en California arrancó el pasado 20 de junio el primer programa piloto del país que garantiza un ingreso mínimo de mil dólares mensuales a jóvenes de entre 21 y 24 años que están realizando la transición de un hogar de acogida a una vida autónoma en el condado de Santa Clara.
"Estos jóvenes salen del sistema de acogida y no tienen apoyo. No saben cómo lidiar con la vida, carecen de conocimientos financieros, no tienen una familia y no logran entrar en la universidad", explica en entrevista por Skype Gisèle Huff, presidenta de la ONG The Gerald Huff Fund for Humanity, con sede en San Francisco. "Nuestro objetivo es comprobar si, garantizándoles un ingreso mensual, desarrollan confianza en sí mismos y son capaces de tomar decisiones que les beneficien. Si logran hacerlo, todos ganamos".
A sus 84 años, Huff está llena de vitalidad, maneja con habilidad las plataformas digitales y en cuestión de meses ha logrado ejecutar la visión de su hijo Gerald, que murió en 2018 por cáncer de páncreas y era un ferviente partidario de IBU. "Entre el virus, el confinamiento y que vivo sola, esto me mantiene activa y más cerca de mi hijo. Soy una gran creyente en que uno no debe quedarse anclado en el pasado y debe buscar herramientas que le permitan siempre mirar hacia delante", asegura.
Gisèle Huff: "Lo mejor es empezar a nivel local y luego poner presión sobre el Congreso para que IBU llegue a todos"
La iniciativa de Huff fue aprobada por el Comité de Supervisores del condado de Santa Clara en abril de este año y cuenta con 900.000 dólares en fondos para 72 jóvenes, cuya prioridad es ahora buscar alojamiento y trabajo. Cuenta Huff que, para convencer al comité, invirtió dinero de su propio bolsillo en financiar un informe que detallara los obstáculos que enfrentan los jóvenes al salir del sistema de acogida y la manera más eficaz de ayudarlos. Las conclusiones fueron contundentes y el comité no dudó en apoyarla.
Orgullosa de lo logrado hasta ahora, Huff confía en que este modelo pueda prolongarse pasado el año de prueba y se convierta en un referente en todo el país. "Lo mejor es empezar a nivel local y luego poner presión sobre el Congreso para que IBU llegue a todos, porque IBU es un igualador que sitúa a todos los humanos al mismo nivel", asegura.
Nacida en París, Huff también aplaude y mira hacia España con admiración después de que el ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias implementara el ingreso mínimo vital en plena pandemia. "Han hecho lo más difícil, invertir en la infraestructura y en las cañerías de un sistema que en el futuro le ahorrará al país mucho dinero. Ojalá que nosotros podamos hacerlo".
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