Lo que temían los civiles palestinos que sobreviven en la Franja, así como los familiares de los rehenes israelíes, se ha cumplido. Benjamín Netanyahu (Likud), primer ministro de Israel, ha tomado la decisión de ocupar militarmente toda la Franja de Gaza en la tarde de este jueves. Así lo ha confirmado a Fox News antes de entrar a la reunión de su Gabinete de Seguridad, convocada a las 18.00 hora local.

En sus declaraciones, Netanyahu también ha explicado que no busca gobernar en la Franja, sino destruir completamente a Hamás. La gestión de la Franja, según las palabras del mandatario, quedaría en manos de un "gobierno civil" de "fuerzas árabes" que no "amenazarán" a Israel. Por el momento, Jordania ha respondido que los árabes "sólo apoyarán lo que los palestinos decidan", ha informado Reuters.

A falta de conocer los detalles de la intervención militar, que todavía están siendo discutidos por el Gabinete de Seguridad, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han comenzado a mover ficha. El ejército ha solicitado a los palestinos que en la ciudad de Gaza -en el centro del enclave costero- que evacúen cuatro áreas de los vecindarios de Daraj y Tufah, según ha informado Haarezt. Actualmente, en Gaza se refugian un millón de palestinos de los casi dos millones que hay en toda la Franja.

La intensificación de la intervención militar ordenada por Netanyahu ha contado con el respaldo de su principal aliado exterior, el presidente estadounidense Donald Trump. Al ser preguntado por esta cuestión el pasado miércoles, el republicano afirmó que lo que ocurriera en Gaza "dependerá en gran medida de Israel".

La idea de reconquistar la Franja es una de las mayores fantasías de sus socios de gobierno, Sionismo Religioso. Esta formación es la máxima expresión del etnonacionalismo israelí, como demuestran las muchas declaraciones y acciones de sus ministros, Bazalel Smotrich, titular de Finanzas, y Itamar Ben-Gvir, de Seguridad Nacional. Ambos son partidarios de colonizar la Franja de Gaza y Cisjordania y expulsar a los palestinos de estos territorios.

Benjamín Netanyahu es hoy más dependiente que nunca del apoyo de estos ministros tras a la marcha de la coalición de gobierno de los partidos ultraortodoxos Shas y Judaismo Unido de la Torá a mediados de julio. La razón por la que estas formaciones renunciaron a su porción de poder fue la negativa del Likud de aprobar una ley para eximir del servicio militar a los estudiantes ortodoxos de las yesivas. Es decir, a los alumnos de las escuelas en las que se estudian los textos sagrados del judaísmo.

Tensiones internas

La decisión de ocupar militarmente toda la Franja de Gaza ha llegado dos días después de que el medio israelí Ynet diera a conocer lo que todavía en aquel momento era un hipotético plan para el futuro de Gaza. La noticia, en la que se citaban a altos funcionarios cercanos a Netanyahu, también evidenció las diferencias existentes dentro de su Gabinete respecto a la idea de ocupar permanentemente la Franja.

La principal oposición a este plan la encarnaba el jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, quien consideraba que podría poner en peligro a la veintena de rehenes que continúan con vida en la Franja. Según recogieron otros medios locales, el alto mando de las FDI también esgrimió como argumento el desgaste del ejército ante una operación complicada, peligrosa y que no se espera rápida.

Las disonancias entre el Ejecutivo y el ejército quedaron enterradas por el comunicado emitido por la Oficina de Información del primer ministro horas después de la noticia del Ynet. En dicho texto, las FDI confirmaban que asumirían cualquier decisión que tomara el Gabinete de Seguridad.

Oposición al plan

No han cambiado de opinión las familias de los rehenes. En la tarde del jueves, una flotilla de barcos salía por el mar hacia la Franja de Gaza para protestar por el aumento de la tensión militar en el territorio palestino y la puesta en riesgo de sus allegados, todavía retenidos en la Franja. El resultado ha sido el mismo que el de la Flotilla de la Libertad, que busca romper el bloqueo de Gaza y poner fin al genocidio palestino. También los barcos de los israelíes han sido interceptados por las FDI poco después de zarpar.

A lo largo del día, las protestas se han extendido por tierra firme. Frente a la oficina del primer ministro, cientos de israelíes se han manifestado contra la decisión militar de Netanyahu. En paralelo, judíos ultraortodoxos han protestado por la intensificación de la guerra y la obligación de los estudiantes de la Torá de realizar el servicio militar que podría llevaros a una guerra que el primer ministro parece dispuesto a alargar.

También Hamás ha tenido palabras para el plan de Netanyahu. El grupo armado, que mantiene en cautiverio a los secuestrados como moneda de cambio para los prisioneros palestinos en Israel, ha señalado que la intervención militar anunciada por el primer ministro israelí supondrá el "sacrificio de los rehenes" y que Netanyahu solo está mirando por su propio interés.

Según varios analistas, este es: permanecer en el poder para no perder la inmunidad que le mantiene lejos de las investigaciones judiciales que lo acusan de corrupción.