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Elecciones en Portugal La 'gerigonça' portuguesa se tambalea

La posibilidad de que el actual primer ministro, António Costa, sea reelegido cobra cada vez más fuerza en las encuestas, pero necesita apoyos para poder gobernar. Su política económica ha sido publicitada en Europa como un ejemplo de recuperación.

Mitin electoral de Antonio Costa, primer ministro portugués. EFE/Mario Cruz.

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Las elecciones legislativas de Portugal definirán el futuro de un país en el que la izquierda ha sabido convivir durante cuatro años a base de diálogo y acuerdos programáticos. Los sondeos auguran que António Costa revalidará el primer puesto e incluso bordeará la mayoría absoluta, lo que deja en una posición complicada al Bloque de Izquierda y al Partido Comunista, sus aliados durante la legislatura.

Ese proyecto al que Pedro Sánchez dedicó múltiples referencias, un gobierno en solitario del PS con apoyo de los partidos de izquierdas, podría derrumbarse en favor de partidos que pidan acuerdos menos exigentes. España también se ha dejado ver en la campaña, ya que António Costa, actual primer ministro de Portugal, ha llamado durante la campaña electoral a conseguir una mayoría absoluta y evitar el entendimiento entre formaciones, tachando la actualidad española como un "callejón sin salida". Las elecciones de este domingo continuarán una etapa de diálogo o volverá a apuntalar mayorías unitarias. 

La última legislatura lusa se pudo llevar a cabo gracias al acuerdo –nunca exento de continuos tiras y aflojas– entre el Partido Socialista y el Bloque de Izquierda, algo así como si Sánchez e Iglesias hubieran llevado las negociaciones a buen puerto. Costa, ahora, quiere una mayoría absoluta. El diálogo le ha cansado. El infierno, ya sea España o Portugal, son los otros. 

Los últimos sondeos confirman la victoria del PS pero sin mayoría absoluta

Aunque los anhelos del primer ministro caminen sobre un futuro sin coaliciones, las encuestas le despiertan de su sueño. Los últimos sondeos antes de las elecciones legislativas confirman su victoria sin mayoría absoluta.

La horquilla de votos oscila en todos los sondeos entre el 36,5% y 38%, lo que en el mejor de los casos le dejaría con 114 diputados, a apenas dos de la mayoría absoluta, y en el peor con 104, tal y como recoge la agencia EFEMejoraría los resultados de hace cuatro años, cuando obtuvo 86 escaños. El segundo partido sería el líder de la oposición, el PSD (centroderecha), que escala del 23% de los sufragios que se le auguraban hace dos semanas al 28%, un ascenso que le dejaría con unos 83 diputados, seis menos de los que actualmente tiene. El Bloque de Izquierda obtendrá  el 10% de los votos, siendo la tercera fuerza, en tanto que la coalición de comunistas y verdes, la CDU, sería cuarta con el 7%.

Fernando Brito, corresponsal en España de la agencia de noticias Lusa, cree que hay aceptación generalizada sobre el último gobierno: "La percepción es que ha habido una evolución positiva. Ha aumentado el nivel de vida y el PS va a crecer en votantes, pero no parece que vaya a obtener la mayoría. Mucha gente tiene la sensación de que el país sigue en crisis y que ésta no ha pasado del todo. También hay sensación de que se podría haber ido más lejos", analiza. 

¿Ha sido un verdadero gobierno de izquierdas?

Aumento del salario mínimo, reducción en el IVA de la luz del 23% al 6%, mayor inversión del PIB en Educación, un consumo eléctrico estatal basado en el 90% en energía eólica y, tal vez el mayor hito de todo el movimiento ecologista mundial, conseguir que todo el país funcione únicamente con energía renovable durante cuatro días. Esos son los logros transgresores de un Ejecutivo que ha tenido eco en España. ¿Son suficientes para el votante de izquierdas?

Mariana Mortágua, economista y diputada del Bloque de Izquierda, prefería en una entrevista en La Marea no idealizar el proyecto. "A este Gobierno aún le falta para ser de izquierdas", aseguraba la política en 2016, aunque reconocía victorias respecto a los anteriores gobiernos. El haber conseguido un pacto entre formaciones, Mortágua lo definió como "histórico". 

Los partidos a la izquierda del PS no pelearon por cargos, pero sí por un acuerdo programático. Confiaron en Costa y el resultado fue dispar: "El Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista de Portugal hicieron un acuerdo estricto con el PS, que se tuvo que comprometer a aplicar una serie de medidas pactadas antes con ellos. Ha cumplido algunas como la subida del salario mínimo, más derechos sociales para los trabajadores..., aunque hay otras medidas en las que la extrema izquierda quiso llegar más lejos y el PS las frenó. Todas estas medidas se pudieron ejecutar por dos razones: el boom de turismo de los últimos años y una disminución muy acentuada de la inversión pública que ha llevado a cabo el PS, al nivel de cuando estaba la Troika. Esto ha generado grandes problemas en el sistema sanitario", relata el periodista portugués Brito.

Por otro lado, Daniela Santiago, redactora corresponsal de RTP, ve matices a la coalición de izquierdas: "No hay que olvidar que el PS ha hecho una reforma laboral de la mano de la derecha", cuenta la periodista. 

El futuro de la legislatura

El hecho de que Costa ronde la mayoría absoluta hace tambalear a la gerigonça. ¿Volverá a mirar a la izquierda?¿Intentará la izquierda obtener algún puesto del Ejecutivo? "Es difícil saber, yo creo que no están en posición de pedir puestos en el Gobierno, ya que podría bastar con el apoyo de solo un partido, que podría ser incluso el PAN, partido ambientalista y animalista", cuenta Fernando Brito. 

Daniela Santiago cree que las alianzas no tienen tanto margen para el cambio: "Las cosas han ido bien y parece que el PAN puede crecer, pero el Bloque de Izquierdas debería ser su primera opción", concluye. 

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