Este artículo se publicó hace 14 años.
Exhuman los cadáveres de los Ceausescu para verificar su identidad
Las autoridades han desenterrado al dictador rumano Nicolae Ceausescu y a su esposa Elena, ejecutados hace 20 años, "para tomar muestras de ADN"
El silencio de un cementerio de Bucarest está siendo perturbado estos días. El motivo es la exhumación de los cuerpos del dictador rumano Nicolae Ceausescu y su esposa Elena, ejecutados hace más de 20 años después de un juicio sumarísimo ante un tribunal militar.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo hace dos década. Un mundo ya conmocionado por la caída del Muro de Berlín y el anunciado fin de la URSS. Se ve a dos ancianos, callados, acurrucados en sus abrigos, que se niegan a abandonar el poder.
Nicolae Ceausescu, el hombre fuerte de Rumanía entre 1965 y 1989, y su esposa Elena esperan la sentencia de un tribunal militar. Era el 25 de diciembre de 1989. Tras 55 minutos de una parodia de juicio, la pareja Ceausescu fue declarada "culpable de genocidio" y ejecutada.
"Queremos saber si son realmente ellos", declara el yerno de los Ceausescu
Ahora, los cadáveres están siendo desenterrados para tomar muestras de ADN con el fin de verificar sus identidades, según informó un agente del camposanto.
La sentencia les condenaba por delitos de genocidio, demolición del Estado y acciones armadas contra el Estado y el pueblo, destrucción de bienes materiales y espirituales, destrucción de la economía nacional y evasión de mil millones de dólares hacia bancos extranjeros.
"La exhumación comenzó", afirmó este empleado del cementerio de Ghencea que no quiso revelar su identidad. Sin embargo, el agente impidió a los periodistas acceder al recinto del camposanto.
Los análisis tardará varias semanasUn poco antes, el yerno de los Ceausescu, Mircea Opran, anunció que los cuerpos de sus suegros serían exhumados a petición de la familia para extraerles muestras."Hoy, se harán exhumaciones y luego se sacarán muestras para analizarlas. Debemos establecer si son realmente ellos" los que están enterrados en el cementerio de Ghencea en Bucarest, declaró Mircea Opran a la televisión privada rumana Realitatea TV.
Las pruebas verificarán las identidades, pero lo resultados de los análisis tardarán varias semanas en conocerse. Después de tomar las pruebas de ADN, se volverá a enterrar a los cadáveres.
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