Este artículo se publicó hace 14 años.
Irán dice que EEUU intenta eliminar a su élite nuclear
El asesinato de un científico en Teherán desata las teorías conspirativas iraníes
En un país adicto a las conspiraciones internacionales, el misterioso asesinato de un reputado científico resulta el suceso perfecto para señalar a los sospechosos habituales. Las autoridades iraníes no perdieron un minuto en acusar el martes a EEUU e Israel como principales responsables de la muerte de Massud Alí Mohammadi. El investigador de 50 años acababa de salir de su casa para ir a trabajar cuando una bomba oculta en una motocicleta acabó con su vida.
El Gobierno de Mahmud Ahmadineyad está convencido de que existe una campaña para acabar con sus mejores científicos, sobre todo aquellos destinados al programa nuclear. Los miedos iraníes están en parte justificados. La CIA lanzó en 2005 un programa secreto denominado Fuga de cerebros para perjudicar todo lo posible el desarrollo atómico iraní.
La agencia recopiló una lista con docenas de candidatos a desertar basada en un único criterio: "¿Quién sería el que más ralentizaría el proceso en caso de ser eliminado?". El plan fue desvelado por Los Angeles Times en diciembre de 2007. En esos dos años, el programa de deserciones sólo logró captar a media docena de iraníes con cargos relevantes.
El atentado contra Mohammadi supone un enigma múltiple. Poco después de su muerte, el Gobierno se apresuró a subrayar que se trataba un experto en materia nuclear. La oposición negó su vinculación con el programa atómico y dijo que se trataba de un especialista en teoría cuántica que había mostrado su apoyo al movimiento opositor en Irán.
"El atentado no es un método propio del Gobierno iraní. Si se tratara de un opositor problemático, sería llevado ante la Justicia", dice Luciano Zaccara, director del Observatorio Electoral TEIM-UAM.
Nueva política de WashingtonLa teoría de la conspiración apadrinada desde Washington tampoco encaja para Zacca-ra: "Tendría poca lógica que EEUU, con su nueva política de negociar con Teherán, decida asesinar a un científico iraní y dar la excusa a Irán para abandonar la negociación sobre su programa nuclear".
A Teherán le preocupan los antecedentes. Obsesionado con el compromiso de sus miembros, el Gobierno iraní no acepta que ninguna de las bajas que ha sufrido en los últimos años se haya tratado de una deserción. Pero tras cada desaparición de un científico o un cargo militar, se han conocido nuevos datos sobre el programa nuclear.
En octubre, las autoridades iraníes denunciaron el secuestro de Shahram Amiri unos meses antes en Arabia Saudí durante un peregrinaje a La Meca. Según The Daily Telegraph, Amiri vive oculto en un país europeo y fue la persona que informó a los servicios de inteligencia occidentales de la existencia de la planta secreta de enriquecimiento de uranio en Qom. El mismo tufo a traición dejó la desaparición en 2007 de Alí Reza Asgari, ex viceministro de Defensa, durante un viaje a Estambul.
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