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Israel está listo para bombardear Irán

El Ejército israelí tiene desde 2011 “capacidad operativa” para atacar a Irán. Así lo acaba de reconocer el exprimer ministro y exministro de Defensa Ehud Barak en unas declaraciones que extrañamente la censura militar ha permitido difundir.

Benjamín Netanyahu y Ehud Barak, en una foto de archivo. / REUTERS

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.- El exprimer ministro Ehud Barak ha agitado el estanque político israelí con unas explosivas declaraciones que formuló recientemente a dos escritores locales y que se han difundido sin interrupción desde que salieron a la luz el viernes pasado en un canal de televisión israelí, muy a pesar del propio Barak.

El principal tema de la conversación era Irán. Usando un tono reflexivo, Barak explicaba a sus interlocutores que entre 2009 y 2012, coincidiendo con el primer mandato de Barack Obama, Israel planeó en cuatro ocasiones atacar a Irán y que por una u otra razón los ataques no se llevaron a cabo, a pesar de que Barak y el primer ministro Benjamín Netanyahu estaban a favor.

Lo interesante es que Barak explica por qué no se bombardeó Irán y lo cerca que estuvo de hacerse. En 2009 y 2010 no se ejecutaron los planes porque el jefe del Ejército, el general Gabi Ashkenazi, enemigo acérrimo de Barak, manifestó en el último momento que el Ejército no tenía “capacidad operativa” para bombardear Irán.

Netanyahu ordenó al Ejército que se preparara rápidamente para obtener la “capacidad operativa”, y en 2011 y 2012 volvió a discutirse la cuestión. Entonces ya era jefe del Ejército el general Benny Gantz, que a diferencia de Ashkenazi un año antes, manifestó que el Ejército sí que estaba preparado para el ataque y su inminencia incluso se comunicó a Estados Unidos. Según se deduce de las palabras de Barak, Obama no se opuso.

Barak cuenta que siguieron unas intensas discusiones en el seno del gabinete restringido integrado por ocho ministros, pero entonces hubo dos ministros de peso, el de Defensa, Moshe Yaalon, y Yuval Steinitz, que es el alter ego de Netanyahu, que se opusieron. Se da la circunstancia paradójica de que estos dos ministros son desde hace muchos años quienes más a favor se muestran de bombardear Irán en sus intervenciones públicas.

En las grabaciones Ehud Barak hablaba con Dani Dor e Ilan Kfir, quienes estaban preparando una biografía en hebreo del entrevistado que está a punto de aparecer. Los entrevistadores avanzaban preguntas y en algún caso Barak se explayaba a gusto. En su entorno aseguran que Barak creía que sus palabras eran confidenciales y que los escritores solamente las utilizarían como background para el libro, sin citarlas entre comillas.

De repente, el viernes último el Canal 2 se puso en contacto con Barak. El Canal 2 tenía en su poder las mencionadas grabaciones y quería incluir una reacción del exprimer ministro. Cuando Barak oyó lo que le preguntaban desde el otro lado del hilo movió el cielo con la tierra para detener la emisión, pero no lo consiguió, y el informativo de las 20 horas abrió con dichas grabaciones.

Los escritores se defienden diciendo que en todo momento Barak sabía que sus palabras se estaban grabando, que no fue una “entrevista robada” y que nadie dijo nunca que las grabaciones no se iban a publicar. Pero lo más extraño es que el censor militar que vigila lo que se dice y lo que no se dice en Israel dio luz verde al Canal 2, que es el más belicoso y militarista de los tres canales generalistas que hay en el país.

Por las declaraciones que han hecho los dos entrevistadores y por algunos comentarios en el entorno de Barak se deduce que el trasfondo del problema es puramente crematístico. Dani Dor e Ilan Kfir ya están preparando la versión inglesa de su libro y cuentan con juntar un buen puñado de dólares. Los dos se consideran los autores intelectuales de las respuestas de Barak porque son ellos quienes formulan las preguntas.

Pero Dor y Kfir se han enterado de que Ehud Barak ha decidido escribir una autobiografía propia para publicarla por su cuenta en Estados Unidos, que es donde están los dólares. Si lo hace, es muy posible que el libro de Dor y Kfir no se venda tanto, de manera que perderán dinero. En este contexto, y para promocionar su biografía, han decidido sacar a la luz las grabaciones.

Lo más chocante es que el censor militar no haya prohibido la difusión de lo que aquí se considera un “secreto de Estado”. La incoherencia del censor militar es un asunto sobre el que todo el mundo se pregunta y la comisión de la Kneset para Asuntos de Defensa y Exteriores ha decidido ordenar una investigación al respecto.

Amenazas más o menos veladas a Irán

En lo tocante a Irán, la política de Israel consiste en ir provocando con amenazas más o menos veladas y explícitas, del tipo “todas las opciones están sobre la mesa”, que son tan habituales. Un alto cargo del ministerio de Defensa citado por la web israelí Walla! ha declarado que Israel “está cada vez mejor preparado para atacar a Irán” y que Israel, Estados Unidos y el Reino Unido seguirán trabajando para derrocar el gobierno de Teherán.

Pero hasta ahora nunca se había sabido que Israel había estado tan cerca de atacar Irán, y nunca lo hubiera dicho un exprimer ministro y exministro de Defensa con tantos galones como Ehud Barak.

En los corredores políticos no se excluye otra posibilidad: que Barak haya querido dejar en evidencia a Netanyahu, quien está obsesionado con Irán desde antes de su primera victoria electoral de 1996, y que sin embargo, cuando ha tenido encima de la mesa la oportunidad de atacar Irán ha dado marcha atrás.

En una de las grabaciones difundidas por el Canal 2, Barak afirma que Netanyahu es “profundamente pesimista” y que no es capaz de tomar decisiones importantes si no se le presiona. La oficina de Netanyahu ha respondido sin entrar al trapo diciendo que las declaraciones de Barak son “irresponsables”. En cualquier caso, ninguna de las personas mencionadas por Barak ha desmentido esa versión.

En esos corredores no se descarta que Barak, de 73 años, quiera liderar lo que en Israel se llama de manera no muy apropiada el “centro-izquierda”, es decir, regresar a primera línea de la política y enfrentarse a Netanyahu en las próximas elecciones. Pero si esto es así, si estas son las ideas de Barak, se habrá de convenir que está desconectado de la realidad social y política del país.

La conclusión es que al menos desde 2011 el ejército israelí dispone de la “capacidad operativa” necesaria para atacar Irán y que esta eventualidad está exclusivamente en manos de Netanyahu, que es Netanyahu quien puede elegir el momento y el lugar apropiados, y que, por las razones que sea, Netanyahu no ha querido o no ha podido hacerlo hasta ahora.

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