Público
Público

Karadzic alega que luchaba por una causa "sagrada"

El ex líder serbobosnio rechaza todas las acusaciones al reiniciarse su juicio

DANIEL BASTEIRO

Radovan Karadzic fue tan sólo un instrumento de una 'causa', la serbia, que el criminal de guerra considera 'justa y sagrada'. En su alegato inicial ante el tribunal especial de las Naciones Unidas para la antigua Yugoslavia, que finalmente tuvo lugar ayer, el antiguo dirigente serbio negó su culpabilidad y rechazó los 11 cargos imputados.

Entre las acusaciones contra Karadzic, figuran genocidio y crímenes contra la humanidad por ordenar durante la guerra de Bosnia (1992-95) el sitio de Sarajevo, que se saldó con unos 10.000 muertos, y la matanza de Srebrenica, donde fueron ejecutados 8.000 musulmanes ante la pasividad de las tropas de la OTAN.

'Todo lo que hicieron los serbios es considerado como un crimen', lamentó Karadzic, que justificó sus acciones como responsable del ejército serbio porque combatían una conspiración contra el pueblo serbobosnio. Los musulmanes 'tenían sangre en sus manos' y 'sus conductas fomentaron la nuestra', aseguró.

El alegato inicial tenía que haberse producido hace cuatro meses, pero Karadzic, detenido en 2008 tras 13 años oculto bajo la imagen del curandero Draban Dabic, boicoteó entonces la apertura de un juicio destinado a cerrar algunas de las heridas que han hecho de los Balcanes la mayor pesadilla política y militar de Europa tras la caída del Muro de Berlín. Entonces, aseguró necesitar diez meses para estudiar su caso. 'Seré capaz de defenderme a mí mismo y a mi nombre, porque tengo buenos argumentos', corrigió ayer.

Para Karadzic, la guerra en Yugoslavia fue inevitable, al ser irreconciliables las aspiraciones de los tres bandos que querían autonomía territorial. Y los jueces del tribunal especial deberán tener en cuenta que 'los serbios fueron quienes hicieron más concesiones para preservar la paz y nunca quisieron la solución de la guerra', según aseguró el antiguo colaborador de Slobodan Milosevic, el Carnicero de los Balcanes que murió en su celda antes de recibir una sentencia por parte del mismo tribunal.

'Nunca fue mi intención dejar a alguien planear la expulsión de musulmanes y croatas de la [autoproclamada] República Serbia de Bosnia', insistió Karadzic.

El fiscal y los 300 testigos que desfilarán por la sala, muchos de ellos protegidos, no piensan lo mismo. Lo acusan directamente de planear, instigar y ordenar varios actos de genocidio, operaciones de limpieza étnica, deportación de civiles y secuestro de fuerzas de la ONU.

Un puñado de víctimas se manifestaron a las puertas del tribunal para pedir que Karadzic sea condenado a cadena perpetua, la máxima pena que puede imponer el tribunal. 'Tras 15 años, no ha mostrado ningún remordimiento por lo que hizo, sigue siendo el mismo criminal de guerra que era antes', dijo Munira Subasic, una de las madres de Srebrenica.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional