Este artículo se publicó hace 17 años.
¿Es lícito el sexo con objetos inanimados?
Un ciudadano escocés entra en el registro de agresores sexuales por mantener relaciones con su bici
Si los objetos animados no pueden dar su consentimiento, ¿debe considerarse como agresor sexual un individuo que mantiene relaciones con su bicicleta? No es una pregunta teórica, sino una cuestión que un tribunal escocés ha resuelto con un rotundo "sí".
El acusado es Robert Stewart y el incidente se produjo en la ciudad de Ayr, al sudoeste de Escocia. En concreto en el Aberley House Hostel, en octubre del año pasado.
Dos trabajadoras del albergue trataban de entrar en la habitación de Stewart, según informa el Telegraph. Llamaron varias veces a la puerta y al no haber respuesta, usaron la llave maestra. El inquilino estaba dentro de la estancia, vistiendo sólo una camiseta blanca y nada de cintura para abajo.
"El acusado sostenía la bicicleta y movía sus caderas hacia delante y hacia atrás como si simulara sexo", concluye el fiscal del caso, Gail Davidson.
Las testigos, conmocionadas, avisaron al director del albergue, que a su vez llamó a la policía.
Stewart se ha declarado culpable de alteración del orden público. Su sentencia ha sido pospuesta hasta el mes que viene, pero como medida cautelar, su nombre ha sido incluido en el registro de agresores sexuales.
Este caso puede ser sorprendente, pero no único. El electricista Karl Watkins fue encarcelado en 1993 por practicar sexo con la acera. Por suerte, el Telegraph no revela los detalles.
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