Este artículo se publicó hace 4 años.
Protestas GuatemalaMiles de guatemaltecos vuelven a manifestarse contra el Gobierno de Giammattei
La manifestación de este sábado, que permaneció pacífica hasta la quema de un vehículo, se tornó violenta por un grupo de encapuchados que alteraron las protestas pacíficas. Una periodista del medio digital Ruda, fue increpada por uno de ellos que le gritó "feminista infiltrada" y le golpeó con un tubo de hierro en el abdomen.
Guatemala-Actualizado a
Miles de guatemaltecos volvieron a manifestase pacíficamente este sábado en contra del Gobierno y del Congreso, una semana después de que la Policía Nacional Civil se excediera en el uso de la fuerza contra la población y que un grupo de encapuchados quemara el Parlamento.
Otras plazas en el país volvieron a demostrar su descontento contra un Congreso que archivó esta semana el presupuesto que provocó la protesta inicial y contra un Gobierno, encabezado por el presidente, Alejandro Giammattei, que ha señalado a los inconformes y la oposición de querer realizar un supuesto golpe de Estado.
Pese a la violencia, a las detenciones y las bombas de gas que restaron protagonismo a la protesta el fin de semana pasado, el parque central de la capital guatemalteca se llenó en una proporción similar a la de hace siete días y todo transcurrió sin apenas sobresaltos hasta que un grupo de manifestantes encapuchados quemó un autobús en la esquina del Palacio Nacional de la Cultura (oficina de Gobierno) de Guatemala.
En medio de la protesta ciudadana pacífica que se desarrollaba en contra del Gobierno y el Congreso, un grupo de encapuchados, armados con palos y garrotes, quemó una unidad del Transurbano, un sistema de autobús rápido, después de tres horas de protesta sin incidentes y en condiciones tranquilas, en una manifestación convocada por el descontento popular por la aprobación del polémico presupuesto.
Además, al menos cinco periodistas que cubrían informativamente las masivas protestas de este sábado contra el Gobierno y el Congreso resultaron heridos por los ataques de los encapuchados que enturbiaron las manifestaciones populares. Los periodistas fueron atacados en varias ocasiones cuando la protesta se tornó violenta, después de que encapuchados quemaran el autobús en uno de los accesos al Palacio Nacional de la Cultura.
La rebelión de los frijoles
La semana pasada, uno de los diputados aliados del oficialismo e integrante del Bloque Valor, Esteban Barrios, arremetió contra el pueblo guatemalteco al asegurar que no tenía por qué "agachar la cabeza más que, solamente, nuestras rodillas inclinarlas ante Dios, y delante de cualquier comelón de frijoles estaremos de pie todo el tiempo".
Eso provocó una reacción en redes sociales que se trasladó a la calle este sábado con la defensa al frijol y a los que consumen esta dieta, de la mayoría de la población en un país de más de 16,3 millones de habitantes y donde el 60% vive en condiciones de pobreza.
Junto al monumento del asta de la bandera, dentro del altar de las 41 niñas quemadas en marzo de 2017 en un hogar estatal, la alcaldesa indígena de Palín, al sur del país, Álida Vicente, dijo a Efe que era "simbólico" , pues "el frijol es base fundamental de nuestra alimentación y representa la extrema pobreza de nuestras comunidades".
Vicente puso a cocinar una olla de frijoles en leña como parte del simbolismo y lo repartió entre algunos manifestantes. Aseguró que "hoy venimos a poner nuestros frijoles acá para hacer ver que los de abajo podemos cuestionar ese sistema racista, clasista y excluyente que nos tiene en extrema pobreza".
Contra la OEA
También hubo grupos de manifestantes que protestaron contra la misión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) enviada por el secretario general de la entidad internacional, el uruguayo Luis Almagro, a petición del presidente Giammattei, tras invocar la Carta Democrática Interamericana.
El presidente pidió la presencia de la OEA en Guatemala por "los gravísimos sucesos ocurridos en los últimos días" en el país, según un comunicado divulgado el domingo pasado. El enviado especial de la OEA, Fluvio Pompeo, arribó a Guatemala procedente de su natal Argentina este jueves con la finalidad de reunirse con diferentes sectores para conocer la situación.
El viernes se reunió con el presidente Giammattei y sus ministros de Gobernación y Exteriores, pero un grupo de entidades y organizaciones civiles canceló su participación por su desacuerdo a la invocación de la carta. Uno de los disconformes fue el vicepresidente del país centroamericano, Guillermo Castillo, quien calificó de "precipitada" la decisión del mandatario de pedir la investigación de la OEA e instó a esta misión internacional investigar el abuso de la fuerza policial el sábado pasado.
Quema de un autobús
Tras la quema de una unidad del Transurbano, un sistema de autobús rápido, por parte de los encapuchados y después de tres horas de protesta sin incidentes y en condiciones tranquilas, acudieron los bomberos al lugar de los hechos.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios llegó al lugar para apagar el incendio ante la presencia de un contingente de la Policía Nacional Civil y de unos 7.000 manifestantes que protestaban de forma pacífica. Los bomberos descartaron que se produjeran personas heridas tras el incendio.
Efe pudo constatar que el autobús incendiado estuvo estacionado al inicio de la manifestación, convocada a las 14.00 hora local (20.00 GMT), hasta su incendio tres horas y media más tarde por un grupo de encapuchados que fue increpado por la manifestación pacífica, a escasos metros de distancia.
Desde un megáfono, en la tarima principal desde donde hablaron diversos manifestantes, una mujer gritaba a los encapuchados que detuvieran la quema. Después de que los bomberos apagaran el autobús, encapuchados se abalanzaron en contra de los agentes de la Policía Nacional Civil desarmados y que desde la mañana permanecían resguardando el frontispicio del Palacio.
El repliegue y la presión de encapuchados continuó por dos manzanas, hasta llegar a la calle que divide el Palacio de la Casa Presidencial, en paralelo al parque donde continuaron las protestas pacíficas. Allí los policías se resguardaron en los escudos de los oficiales antidisturbios.
Otros manifestantes se sumaron al tumulto para pedir que la manifestación retomara su esencia pacífica, generando un momento de tensión justo detrás del Palacio Nacional. Una parte de las personas se trasladaron a la parte frontal de la Casa Presidencial, la oficina del gobernante, Alejandro Giammattei.
Ataques a periodistas
Una periodista del medio digital Ruda, fue increpada por un encapuchado que le gritó "feminista infiltrada" y le golpeó con un tubo de hierro en el abdomen, dijo a Efe el periodista Ángel Mazariegos Rivas, de la Agencia Ocote. Al camarógrafo y reportero de Guatevisión que cubrían el enfrentamiento, además, "se les dejaron ir encima. Eso a todas luces es una actitud provocadora que no puede suceder", mencionó a Efe la defensora de Defensores de la Procuraduría de Derechos Humanos, Ruth del Valle.
También resultó herido el fotoperiodista Óscar Rivas del medio local Nuestro Diario, quien fue atendido por los bomberos. Según la defensora Del Valle, el fotoperiodista aseguró que había sido herido por una pedrada posiblemente lanzada desde el sector donde se encontraban los policías resistiendo los ataques.
Efe constató cómo alguien de la muchedumbre lanzó un objeto incendiario al periodista de la radio FGER Roberto Cabrera frente al Palacio Nacional. Del Valle agregó que este había sido atendido por bomberos.
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