La muerte de una mujer embarazada reabre el debate sobre el aborto en Polonia
Una mujer a la que no se le practicó una interrupción del embarazo que podría haber salvado su vida provoca la denuncia de varias asociaciones y reaviva la polémica.
La muerte de una mujer embarazada de cinco meses a la que no se le practicó un aborto que le podría haber salvado la vida, ha vuelto despertar la alarma entre mujeres con embarazos de riesgo y organizaciones feministas de Polonia.
La mujer, de 33 años, murió el pasado 24 de mayo en un hospital de Nowy Targ, al sur del país, a los tres días de ser ingresada sin líquido amniótico. Según declaraciones del marido emitidas este miércoles por el canal de televisión TVN, a pesar de las complicaciones, los médicos "aseguraron en todo momento que el feto estaba vivo, que todo iba bien y existía la posibilidad de que la madre y el feto se salvasen".
"Nadie nos dio una oportunidad de salvar a Dorota, porque nadie nos dijo que su vida estaba en peligro. Nadie mencionó que se podía inducir un aborto y salvar a Dorota porque las posibilidades de que el niño sobreviviera eran mínimas", dijo el viudo en declaraciones a Gazeta Wyborcza.
Otros miembros de la familia de la fallecida explicaron que, en sucesivas llamadas, la paciente les contó que su estado se deterioraba rápidamente y reclamó la presencia del marido y de su madre, pero para cuando éstos llegaron ya había muerto.
Según la abogada de la familia, Jolanta Budzowska, los marcadores de infección en la sangre de la paciente fueron aumentando de forma continua a lo largo de su ingreso, pero, a pesar del riesgo para su vida los médicos no la informaron sobre su estado y no le recomendaron una interrupción del embarazo, tal y como hubiera sido su deber. La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar si el hospital ha cometido una negligencia.
La fundación independiente Federa, que ofrece asistencia legal a mujeres en Polonia, afirmó este jueves en un mensaje en redes sociales haber recibido "más llamadas de lo usual" tras divulgarse el nuevo caso, que recuerda al de Izabela, que murió en 2021 después de que los médicos retrasaran su aborto por miedo a consecuencias legales.
Federa menciona los casos de cuatro mujeres con poco o ningún líquido amniótico, con un elevado riesgo de sufrir un shock séptico, a los que sólo se les práctico un aborto esta semana después de que la organización interviniera y contactara a los hospitales.
El mensaje recuerda que "es deber de los médicos minimizar el riesgo para el paciente, haya o no latido fetal", sobre todo cuando "se sabe de antemano que el feto no sobrevivirá".
La ley del aborto se modificó en Polonia en 2021 y desde entonces es ilegal la interrupción del embarazo, incluso cuando se ha diagnosticado una malformación grave e irreversible del feto. Sí que está permitido en casos de peligro para la salud de la madre, pero según asociaciones feministas los médicos son reacios a practicarlos por miedo a posibles consecuencias legales.
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