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Naciones Unidas, con las manos atadas ante la invasión de Rusia

En su última Asamblea General extraordinaria, Naciones Unidas demandó casi al unísono el cese de la ofensiva rusa, pero el organismo se ve nuevamente incapaz de garantizar la paz internacional.

Pantallas muestran la aprobación de una resolución de condena contra la invasión rusa de Ucrania, llevada a cabo por la Asamblea General de la ONU, con el apoyo de 141 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas este miércoles 2 de marzo de 2022.
Pantallas muestran la aprobación de una resolución de condena contra la invasión rusa de Ucrania, llevada a cabo por la Asamblea General de la ONU, con el apoyo de 141 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas este miércoles 2 de marzo de 2022. Justin Lane / EFE

La guerra estalló al mismo tiempo que se desarrollaba una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU que, desde Nueva York, buscaba una vía diplomática para que las tropas rusas no entrasen en Ucrania. Cuando Rusia -país que tenía la presidencia en febrero- le dio la palabra al embajador de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, este tuvo que tirar su discurso e improvisar uno nuevo porque la sangre ya empezaba a correr por las calles de su país.

Esta es una de las muchas paradojas que se han visto en la sede del organismo internacional, que tiene como objetivos principales "mantener la paz y la seguridad", durante las últimas semanas.

"Hay una maldad o crueldad particular en el hecho de que Rusia estaba a cargo del Consejo de Seguridad en las discusiones de una situación de preguerra, en el mismo momento en el que ese país estaba empezando la guerra", anota a Público el profesor de la Universidad de Notre Dame, George Lopez. El experto en Naciones Unidas recalca, además, que este poder le dio a Rusia la oportunidad de retrasar "decisiones y acciones".

El siguiente paso de Moscú fue usar su derecho al veto ante la resolución de condena del Consejo de Seguridad de la ONU a la invasión de Ucrania, texto que posteriormente fue aprobado, aunque de manera no vinculante, en una Asamblea General extraordinaria. "El Consejo de Seguridad de la ONU ha estado más o menos paralizado en estos temas desde 2011, la última vez que se unió en un conflicto fue durante las dificultades en Libia", subraya Lopez.

¿Puede perder Rusia su derecho a veto?

Rusia es uno de los cinco miembros permanentes -junto con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China- que tiene derecho al veto en el Consejo de Seguridad

Rusia es uno de los cinco miembros permanentes -junto con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China- que tiene derecho al veto en el Consejo de Seguridad. Los expertos consultados por Público anotan que aunque es muy poco probable que este país pierda su derecho a vedar, sí que existen largos y enrevesados caminos burocráticos que podrían despojar a Rusia de este privilegio.

"Ha flotado (en la organización) y se ha mencionado la idea de que tal vez la membresía de Rusia en el Consejo de Seguridad no sea técnicamente oficial, ya que cuando Rusia tomó la silla después de la desaparición de la Unión Soviética al final de la Guerra Fría, algunos tecnicismos tal vez no se hicieron correctamente", explica Charles Hunt, docente de relaciones internacionales en la universidad RMIT en Melbourne, Australia, y miembro en el Centro de la Universidad de las Naciones Unidas. Este argumento lo ha usado Ucrania en las últimas semanas al señalar que su vecino debería de haber solicitado de nuevo la admisión al dejar de ser la Unión Soviética.

Otra traba es que la medida tendría que tener el respaldo de China, algo que de acuerdo con Hunt es casi imposible.

"Hubo otro movimiento, que tuvo mucho apoyo por parte de los franceses, que pedía que no se usase el veto en situaciones de crímenes de atrocidad, es decir, cuando se dan crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, limpieza étnica y genocidio (...) Esta idea obtuvo mucho apoyo, pero, aún así, no consiguió alterar la estructura del veto", anota el experto.

El peso moral de la Asamblea General

Solo cinco países votaron en contra -Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria-

Tras el veto de Rusia en el Consejo, la resolución de condena de la invasión rusa de Ucrania que insta a Moscú a retirarse inmediatamente y sin condiciones del país vecino fue llevada a una Asamblea General extraordinaria -solo se han celebrado reuniones de este carácter diez veces antes en los 70 años de la ONU-.

Pese a que la resolución no es vinculante, esta permitió hacer un mapeo de la posición de los 193 países miembros y ejercer presión internacional. Solo cinco países votaron en contra -Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria-, 35 se abstuvieron y 141 países votaron a favor. Al igual que hizo en el Consejo, China optó por abstenerse.

El futuro de Naciones Unidas

La profesora de la Universidad de Virginia Commonwealth Andrea Simonelli anota a Público que el estancamiento diplomático que se está viendo ahora podría ayudar a la organización a mejorar.

"Después de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de las Naciones o Liga de las Naciones no se mantuvo, pero fue un comienzo para empezar a pensar cómo lidiar con las amenazas internacionales. La ONU se creó después de la Segunda Guerra Mundial como algo que tenía más futuro debido a un nivel mayor de naciones miembros y abarcaba los principios de los derechos humanos y realmente permitió una visión más grande. Tres décadas después (la organización) no ha podido responder rápidamente ante un par de genocidios y cosas de este tipo. Por lo que si ahora nos enfrentamos a una gran pared y vemos que no puede hacer mucho, espero que no tiremos lo que hemos construido, sino que la gente vuelva a la mesa y diga: 'Bueno, la primera versión fue un modelo bastante débil; la segunda tenía grandes promesas, pero no una columna vertebral lo suficientemente fuerte ¡Arreglemos eso en la tercera versión!", concluye Simonelli.

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