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Occidente teme venganza y refuerza su seguridad

Nueva York vuelve a ser el objetivo número uno de un previsible atentado terrorista

I. PIQUER / PÚBLICO

La muerte de Osama bin Laden no significa el fin del terrorismo internacional. Los principales gobiernos de Europa y Estados Unidos se felicitaron de la desaparición del líder terrorista, aunque también reforzaron sus medidas de seguridad por temor a represalias de grupos afines con Al Qaeda. La red internacional de seguridad Interpol ha llamado a todos sus miembros a 'más vigilancia en las próximas semanas'.

Nueva York vuelve a ser el objetivo número uno de un posible atentado terrorista, aunque ayer no se notaban muchos cambios en una ciudad acostumbrada a vivir en estado de alerta desde hace casi diez años. En el resto de Estados Unidos, las autoridades también han extremado las medidas de seguridad, especialmente en los lugares de mucho tránsito, transportes públicos y aeropuertos.

'Debemos estar atentos a un ataque potencial debido a la muerte de Bin Laden', declaró el jefe de la Policía de la ciudad, Raymond Kelly, al anunciar que desplegaría más agentes en el metro y cerca de la Zona Cero, así como en los barios más turísticos de Manhattan. 'Nueva York vuelve a ser el objetivo número uno, es la triste realidad, es un sitio muy simbólico para este tipo de terroristas, no veo que nada cambie con la muerte de Bin Laden', dijo.

La ciudad ya está acostumbrada a la presencia de patrullas regulares en los transportes públicos. En los vagones del metro pequeños carteles recuerdan a los habitantes denunciar cualquier objeto sospechoso: 'Si ves algo, di algo'. Aunque incluso en Nueva York, en temas de seguridad, también se nota la crisis. 'Tenemos 6.000 policías menos que en 2001', añadió Kelly para subrayar que el renovado esfuerzo de seguridad supondría un esfuerzo para las cuentas municipales.

En Europa, la UE informó de que había reforzado la seguridad de las instituciones europeas. El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, declaró que temía ataques en Alemania. Francia, que ya lleva años en alerta roja del llamado plan Vigipirate con militares en las calles de las grandes ciudades, no quiso elevar al nivel a escarlata, sinónimo de atentado inminente. 'Un acto terrorista importante en Francia no queda descartado', dijo un juez antiterrorista francés.

Reino Unido ha adoptado la misma actitud y urgió a sus ciudadanos a estar más vigilantes. Ayer, cinco personas fueron detenidas en aplicación de Ley de Terrorismo, que permite a los oficiales detener a sospechosos de actos extremistas y mantenerlos presos sin cargos durante 48 horas como máximo.

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