Este artículo se publicó hace 13 años.
"Pakistán podía desbaratar la operación contra Bin Laden"
El director de la CIA, Leon Panetta, asegura que no se intercambió la información sobre el paradero del líder de Al Qaeda porque temían que la inteligencia paquistaní le alertara. Islamabad manda mensajes ambiguos, mient
¿Cómo pudo llegar a parar Osama Bin Laden a una ciudad a menos de 60 kilómetros de Islamabad sin que nadie lo supiera? Es la pregunta del día y que deja en una situación embarazosa a las autoridades paquistaníes, acusadas por EEUU y Reino Unido desde hace varios años de hacer la vista gorda en la lucha antiterrorista. La situación tampoco parece fácil para La Casa Blanca, que ha reconocido que Bin Laden no estaba armado en el momento de su muerte.
Ayer, el presidente Asif Ali Zardari y el ISI, los servicios de Inteligencia, se dedicaron a mandar mensajes ambiguos sobre si habían participado en la operación que acabó con el asesinato del terrorista más buscado del mundo o no, pese a que el presidente de EEUU, Barack Obama, dijera en su comunicado inicial que el Gobierno de Pakistán no estaba al tanto.
En una entrevista con la revista Time hoy, el director de la CIA, Leon Panetta, ha declarado que no se había informado a la Inteligencia paquistaní por miedo a que la operación se fuera al traste. "Cualquier esfuerzo de colaboración con Islamabad podría poner en riesgo la misión. Podían alertar a los objetivos", dijo.
Esta frase delata una clara desconfianza de Washington hacia Pakistán. Desconfianza a la que también se ha referido el primer ministro británico, David Cameron, esta tarde en una intervención en el Parlamento: "El hecho de que Bin Laden estaba viviendo en una gran casa en una zona poblada sugiere que ha tenido una red de apoyo importante en Pakistán. No sabemos la extensión de esa red por lo que es normal que preguntemos e investiguemos, y así se hará".
Abbottabab, una localidad rural de Pakistán, de apenas 150.000 habitantes y donde se encuentra la mayor academia militar del país, saltó ayer a la fama por haber dado cobijo al líder de Al Qaeda durante un tiempo a priori desconocido. Esta mañana, en una entrevista con la CBS, John Brennan, consejero en materia antiterrorista de Obama, dijo que "las últimas informaciones apuntan a que llevaba allí escondido entre cinco y seis años", pero que pocas veces salía al exterior.
"Las últimas informaciones apuntan a que llevaba allí escondido entre cinco y seis años"El estudio de todo el material incautado ayer por los Seals en el asalto al complejo de Bin Laden, puede desvelar este detalle. Pero nuevamente salta el interrogante sobre cuál ha sido la posición de la Inteligencia paquistaní, casi siempre bajo sospecha. La situación es complicada porque una acusación directa por parte de Washington o Londres podría desencadenar un conflicto interno de consecuencias imprevisibles.
Al ser Bin Laden el habitante de aquella casa, a Islamabad le surgió una doble preocupación. Si negaba haber tenido algo que ver en su asesinato, quedaba en evidencia ante Occidente, pero podría mantener tranquilas a las células terroristas que operan en su territorio. Si decía que sí sabía que se iba a producir la operación, se apuntaría el tanto de haber colaborado para cazar a Bin Laden, pero se buscaría un problema muy potente en casa.
La solución ayer fue decir las dos cosas y esperar a ver qué pasaba. Mientras el ISI, la agencia de Inteligencia decía que habían compartido información con EEUU, el Gobierno matizaba esas declaraciones y hacía ver que todo había sido una cosa de Washington, pero que aunque no habían tenido nada que ver, esto demostraba su compromiso en la lucha antiterrorista.
Aprovechar la coyunturaEs posible que no haya habido unas acusaciones más duras porque tanto Washington como Londres creen que ahora tienen la sartén por el mango. "Ahora se abren muchas oportunidades con Pakistán. Deberían sentirse tan presionados como para salir ahí fuera y perseguir a los talibanes donde quiera que estén. Se llama influencia", dijo el ex subdirector de la CIA, John McLaughlin a Time.
Cameron también tiró por esta línea: "Con Pakistán seguiremos colaborando porque compartimos objetivos en la lucha contra el terrorismo", dijo.
Esta mañana parecía que Islamabad había decidido cambiar de estrategia. El ISI, por medio de un portavoz, reconoció que era un poco "embarazoso", el hecho de que Bin Laden se encontrara en aquel lugar.
Por su parte, Zardari, mandó una columna al Washington Post en la que explicó: "No estaba en un lugar donde habríamos anticipado que estaría, pero ahora ha desaparecido [...] Aunque los hechos del domingo no fueron una operación conjunta, una década de cooperación y sociedad entre Estados Unidos y Pakistán condujeron a la eliminación de Osama Bin Laden como una amenaza continua para el mundo civilizado".
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