Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Partisanos pro Kiev o accidente? La propaganda abona las explosiones en la Crimea ocupada por Rusia
Una persona ha muerto y al menos 13 resultaron heridas en una serie de detonaciones en un aeródromo ruso en la península que Putin arrebató a Ucrania en 2014. Moscú habla de incidente mientras que fuentes ucranianas aseguran que es obra de la resistencia a la ocupación rusa.
"La guerra comenzó en Crimea y debe terminar con Crimea liberada (...) Crimea es ucraniana y nunca la entregaremos". El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hizo esta advertencia en su habitual discurso nocturno el pasado martes, y se especula si es casual o no después de que algunas fuentes apuntaran a que las explosiones del pasado martes en una base aérea militar de la península ocupada han sido obra de Kiev.
La península del Mar Negro, el primer territorio que la Rusia de Vladimir Putin se anexionó, en 2014 tras la revolución ucraniana del Euromaidán, ha sufrido una serie de explosiones en uno de sus aeródromos militares que ha dejado varias víctimas en plena temporada alta, ya que Crimea no solo es un enclave militar estratégico para la invasión rusa de Ucrania, sino un destino turístico de primer orden para miles de ciudadanos rusos, a pesar de que esta anexión no está reconocida por la comunidad internacional.
Las detonaciones se produjeron el martes, en la localidad de Novofiódorovka, en la región costera occidental de Saki. Provocaron la muerte de una persona y, por el momento, la cifra de heridos ha aumentado a 13, según informaron el miércoles fuentes sanitarias locales. La nota, citada por la agencia Interfax, precisa que diez pacientes, entre ellos dos menores, ya fueron dados de alta y otro continúa bajo observación médica.
Aunque el Kremlim había negado que las explosiones hayan afectado a su flota aérea, imágenes de satélite tomadas el miércoles han revelado que al menos ocho aviones han sido destruidos y varios edificios se han visto afectados por las deflagraciones. Ucrania eleva a nueve las aeronaves destruidas, mientras que las fotos prueban daños en otros aviones. Algunos se libraron por un cambio de ubicación respecto a los días anteriores y al menos dos kilómetros cuadrados de campos quedaron arrasados. También se ven varios cráteres en el suelo cerca de una de las dos pistas de la base de Saki.
¿Accidente u obra de "partisanos pro Kiev"?
El Ministerio de Defensa de Rusia habla de un "accidente" en el que se produjo la "detonación de varias municiones en un área de almacenamiento protegida", y niega que se haya producido ningún ataque contra el almacén siniestrado, aunque al Kremlin no le interesa reconocer que Ucrania tiene medios para atacar la península que le arrebató ilegalmente en 2014 y a la que Ucrania no piensa renunciar, ni siquiera en unas hipotéticas conversaciones de paz con Moscú.
Kiev tampoco ha querido atribuirse responsabilidades de forma oficial en este incidente, aunque funcionarios ucranianos citados de forma anónima por The New York Times deslizan que ha sido obra de miembros de la resistencia pro Kiev en Crimea. Mijail Podolyak,asesor del presidente ucraniano, que salió a negar la implicación de su ejercito en las explosiones, tampoco quiso descartar la hipótesis de los supuestos partisanos.
"Quienes han vivido la ocupación entienden que ha llegando a su fin y necesitan mostrar su posición"
"Claro, las personas que han vivido la ocupación entienden que los tiempos de la ocupación están llegando a su fin y necesitan mostrar su posición. La recuperación de Crimea es algo que tiene que suceder", aseguró Podolyak en declaraciones a la prensa el martes.
Según The New York Times, para alcanzar objetivos tan alejados de las líneas enemigas rusas, el ejército ucraniano podría haber recurrido a los residentes de los territorios ocupados que son leales a Ucrania, "luchadores en la sombra" a los que se achacan varios incidentes en zonas ocupadas desde que Putin ordenó la invasión de Ucrania el pasado febrero.
A ellos se les ha atribuido una serie de misteriosos ataques recientes, como la enfermedad del alcalde impuesto por el Kremlin en la ocupada ciudad de Jersón, que tuvo que ser evacuado a Moscú durante el fin de semana; el tiroteo mortal contra el subdirector de otra ciudad importante de la región menos de 24 horas después. Ahora se especula con las explosiones en Crimea, que se sucedieron de forma extraña y escalonada.
Cuatro explosiones casi consecutivas
En rotativo neoyorkino cita a un alto oficial militar ucraniano con conocimiento de la situación que afirma que Kiev estaban detrás de este "accidente". Según este alto mando, desde la base siniestrada "despegaban regularmente aviones para ataques contra nuestras fuerzas en el teatro de operaciones del sur". No quiso revelar que tipo de armamento se utilizó para este supuesto atentado, aunque matizó al NYT que fue "un dispositivo exclusivamente de fabricación ucraniana".
Un alto oficial del Ejército ucraniano asegura que la base fue atacada por partisanos con armamento ucraniano
Los vídeos verificados y revisados por The New York Times muestran como una columna de humo se elevaba desde la base aérea justo antes de al menos tres explosiones: dos en rápida sucesión y una tercera unos momentos después. Las imágenes no aclaran qué causó las detonaciones, pero uno de los vídeos que han circulado por redes sociales ya mostraba el miércoles al menos un avión ruso de guerra Su-24M destruido en la pista de la base. Los daños confirmados ascienden a ocho aviones rusos y varios edificios fueron destruidos.
El alto funcionario ucraniano no quiso aclarar si este presunto ataque de partisanos crimeos leales a Kiev contó con apoyo de las unidades militares ucranianas regulares, como sí ha sucedido en otros ataques registrados en zonas ocupadas por Rusia.
Para el diario, un ataque ucraniano contra las fuerzas rusas en la península de Crimea representaría una expansión significativa de los esfuerzos ofensivos de Ucrania, que hasta ahora se han limitado en gran medida a hacer retroceder a las tropas rusas de los territorios ocupados después del 24 de febrero, cuando comenzó la invasión. Destacan la férrea defensa en las zonas cercanas a Kiev y en la ciudad de Járkov, la segunda urbe del país, así como el freno al avance ruso en Mykolaiv tras la caída de Jersón, cuando las tropas rusas pretendía avanzar por el sur de país hacia la costera Odesa para crear un corredor por tierra desde Crimea.
Si este incidente en la península del Mar Negro resultara ser obra de Ucrania, el golpe asestado a Rusia iría más allá de lo militar; sería un ataque en una de las joyas de la corona para la propaganda interna y exacerbadamente nacionalista de Vladimir Putin. También sería un motivo de bochorno para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien a menudo habla de Crimea, que se anexó ilegalmente a Ucrania en 2014, como si fuera un territorio sagrado.
Propaganda ucraniana o no, lo cierto es que Kiev trata de sacar partido de este "accidente" que, para el asesor del Gobierno ucranio Antón Gerashchenko, es comparable al hundimiento del icónico crucero militar ruso Moskvá.
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