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Pekín confirma la condena del disidente Liu Xiaobo

El Gobierno chino desoye las peticiones de la Unión Europea y Estados Unidos

ANDREA RODÉS

La presión de EEUU y la UE no logra suavizar la postura del régimen chino hacia los activistas de derechos humanos. Un tribunal de Pekín confirmó este jueves la sentencia a 11 años de cárcel sobre el escritor Liu Xiaobo, autor de un manifesto por la democracia difundido en Internet a finales de 2008 y que ha sido firmado por centenares de intelectuales y escritores del país.

Aprovechando la baja atención mediática del día de Navidad, las autoridades chinas condenaron el pasado 25 de diciembre a Liu a 11 años de prisión por 'subversión al poder del estado', un cargo habitual para encarcelar a activistas políticos y otros ciudadanos 'molestos' para el Partido Comunista (PCCh). Liu, de 54 años, es uno de los autores principales de la Carta 08 , una especie de manifesto en el que un grupo de intelectuales chinos exigía reformas democráticas urgentes al gobierno chino. El documento fue publicado en diciembre de 2008, coincidiendo con el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

EEUU y la UE han presionado durante el último mes y medio a Pekín para que revoque la condena sobre Liu, que se declaró inocente y apeló la sentencia, pero las autoridades chinas se mostraron ayer inflexibles. Las escasas declaraciones oficiales sobre el caso alegan que la condena de Liu fue dictada de forma independiente y de acuerdo con la legislación china. Sin embargo, en la práctica en China no existe un Estado de Derecho que garantice un sistema judicial independiente.

'El veredicto contra Liu Xiaobo es enteramente incompatible con su derecho a la libertad de expresión. La UE pide al gobierno chino la puesta en libertad de Liu y que cese el acoso y la detención de otros firmantes de la Carta 08', rezaba el comunicado difundido ayer por la delegación europea en Pekín.

EEUU también condenó la sentencia contra el disidente. 'Estamos muy decepcionados por la decisión del gobierno chino', dijo en un comunicado el embajador estadounidense en China, Jon Huntsman. 'Creemos, en primer lugar, que [Liu] no debería haber sido sentenciado y debería ser liberado inmediatamente', añadió Huntsman.

'Su dura sentencia es un recordatorio de que el pueblo chino todavía no goza del derecho a la libertad de expresión o de un sistema judicial independiente', denunció Roseann Rife, directora para  Asia Pacífico de Amnistía Internacional

Uno de los compromisos adquiridos por Pekín al serle otorgados los JJOO de 2008 fue mejorar la situación de los derechos humanos y libertades políticas. Sin embargo, el progreso es más lento de lo que la comunidad internacional espera: Pekín continúa encarcelando a decenas de activistas y disidentes políticos cada año, no ha aflojado la fuerte censura sobre los medios de comunicación e Internet y mantiene la represión social y religiosa sobre las minorías étnicas tibetana y uigur.

Esta misma semana, un tribunal chino condenó a 5 años de cárcel también por 'subversión al poder del Estado' a Tan Zuoren, un activista que investigaba los casos de corrupción implicados en el derrumbe de miles de escuelas públicas durante el terremoto de Sichuan de mayo de 2008, en el que murieron más de 10.000 niños.

Diversas ONGs de derechos humanos pidieron al presidente de EEUU, Barack Obama, que exigiera la liberación de Liu durante su visita oficial a Pekín, el pasado noviembre. Pero la Administración Obama ha insistido desde el inicio de su mandato que dejaría en un segundo plano los temas de derechos humanos para no estropear una alianza estratégica entre EEUU y China, necesaria para afrentar los retos globales como el cambio climático, la recuperación económica o la desnuclearización de Irán y Corea del Norte.

No obstante, la cooperación entre ambas potencias se ha visto amenazada tras la escalada de tensiones provocada por la reciente venta de armas estadounidense a Taiwan y el posible encuentro a finales de este mes entre el presidente Obama y el Dalai Lama, el líder espiritual tibetano, exiliado en India. EEUU y China también se han visto enfrentadas por su posición respecto a la libertad de Internet desde que la empresa norteamericana Google amenazó a mediados de enero con retirarse del mercado chino si no puede ofrecer sus productos online sin censura.

El aumento de las tensiones bilaterales han complicado una de las prioridades del presidente Obama: convencer a Pekín para que acepte la imposición de nuevas sanciones al régimen iraní. China es uno de los principales socios comerciales de Irán.

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