El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha lamentado que el rey Felipe VI no respondiera a la carta en la que le solicitaba disculpas por los abusos acontecidos durante la "colonización" y que, además, esta haya desatado una "campaña de insultos" en España. 

Durante su rueda de prensa diaria, el presidente mexicano ha lanzado un alegato en favor del perdón, después de que le hayan preguntado por las recientes declaraciones del expresidente José María Aznar, en las que se posicionaba en contra de cualquier disculpa a México. 

López Obrador ha respondido, a pesar de haber aclarado que quiere "polemizar", que "es un acto de humildad ofrecer perdón, es un acto que dignifica tanto al que lo ofrece como al que lo recibe". México, ha añadido, no está dispuesto a "olvidar", pero sí a "perdonar". 

El mandatario mexicano ha recordado que ya solicitó esta disculpa en marzo de 2019, también por carta, al monarca, con vistas a comenzar "una nueva etapa de reconciliación". En la antigua misiva, al igual que hace ahora, instaba al Estado español a que "admita su responsabilidad histórica" por las ofensas cometidas durante la conquista y "ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan". 

"No me contestaron", ha declarado ante los medios, para acto seguido lamentar que haya surgido "una campaña de insultos", sin aludir directamente a ninguna respuesta concreta. 

Esta supuesta campaña esgrimía "que no debían pedirnos perdón, que vinieron a civilizarnos", ha agregado López Obrador, que ha comparado la falta de respuesta por parte de las autoridades españolas con la del papa Francisco, que sí se ha disculpado por los "abusos" cometidos durante la "colonización", sobre todo vinculados a los pueblos indígenas. 

El pontífice reconocía en su disculpa que hubo "luces y sombras", a lo que el presidente mexicano ha añadido que es necesario reconocer ciertas "aportaciones" de la Iglesia para no tener "posturas maniqueas" sobre este espinoso asunto. 

"El papa", ha concluido López Obrador", "es muy cuidadoso y no tiene la intención de polarizar o de manifestarse en contra de la decisión que tomaron en España las autoridades monárquicas". 

Asimismo, ha subrayado que cualquier "diferencia" con España será siempre con las autoridades y no con el pueblo "trabajador, honesto".