Este artículo se publicó hace 12 años.
Protestas en Lisboa ante la visita de 'Frankenstein Merkel'
La canciller realiza una breve visita a Portugal, el mismo día que vuelve la troika para examinar los ajustes que han conducido al país a la mayor crisis desde los años setenta.
Los manifestantes antiausteridad envolvieron el lunes las esculturas de Lisboa en negros paños de luto para recibir a Angela Merkel, y un diario de negocios culpó a la canciller alemana de las políticas de "Frankenstein" que han llevado a Portugal a la pobreza. Se espera que Merkel reitere su apoyo a los duros recortes y subidas de impuestos que está impulsando el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, conservador como ella, para cumplir los términos de un rescate con apoyo de Berlín para el endeudado país. La visita de seis horas también parece dirigida a calmar a los votantes alemanes con el mensaje de que el dinero que dieron para el rescate se está empleando bien.
Pero si bien es improbable que la jornada termine con gases lacrimógenos y comparaciones con los nazis que encontró Merkel en las calles de Atenas en su visita del mes pasado, la estoica paciencia portuguesa con la austeridad, antes muy elogiada, empieza a desmoronarse en medio de la peor recesión que sufre el país desde los años 70. Los vecinos de Lisboa se levantaron el lunes para encontrar una docena de esculturas de la ciudad envueltas en cinta negra como símbolo de luto, mientras que una campaña en Internet ha instado a los portugueses a vestirse de negro durante la visita de Merkel. Además, los manifestantes han colgado carteles en los que Passos Coelho, Merkel y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aparecen en un casino con el mensaje "Nosotros pagamos, ellos juegan, la banca gana".
En un dramático ejemplo de cómo se ha fragmentado el consenso sobre el déficit en Portugal, un importante diario de negocios, el Diario Economico, publicó el lunes una pieza de opinión condenando a Merkel por presionar al Gobierno luso para aprobar medidas de austeridad en medio de la recesión. "Merkel ha hecho de Portugal un Frankenstein económico", afirmó el periódico, advirtiendo de una espiral en la caída de la actividad. Sin embargo, la dirigente alemana ha insistido en que sólo las reformas para reducir el déficit público pueden restaurar el crecimiento, y ella y sus ministros han citado a Portugal como modelo para otros deudores.
"Portugal está cumpliendo muy bien los compromisos que ha asumido", dijo la canciller el domingo a la cadena portuguesa RTP, en un voto de confianza que agradecerá Passos Coelho, que está presionando a sus compatriotas para que asuman más medidas dolorosas y trata de distanciar a Portugal de la golpeada Grecia.
Los líderes empresariales alemanes, de los que Lisboa busca más inversión, también ofrecieron sus elogios, pero advirtieron a Lisboa de que no afloje en su campaña para reforzar las finanzas públicas. "Vemos en Portugal la valiente acción del Gobierno para mejorar seriamente el marco del país para recuperar la confianza de los inversores", señaló en un comunicado Hans-Peter Keitel, responsable de la asociación industrial BDI. "Hasta ahora Portugal ha cumplido todos sus deberes de ahorro", señaló Paul Bauwens-Adenauer, del foro de negocios DIHK. "El camino de reformas que ha emprendido merece reconocimiento, pero debe continuar para ser rigurosamente aplicado".
La canciller llega a la vez que la troikaLa visita, la primera de esta clase de Merkel desde que asumió el cargo hace siete años, coincide con el inicio de revisión trimestral del rescate por parte de la Comisión Europea, el BCE y el FMI, que probablemente dure dos semanas. Passos Coelho culpa de la crisis de deuda de Lisboa al derroche de gobiernos anteriores, y dice que ahora su única opción es cumplir los objetivos de presupuesto marcados en el programa de rescate de 78.000 millones de euros. "Hoy, estaríamos pasando por dificultades mucho, mucho mayores si nuestros socios europeos, incluyendo a Alemania, no hubieran ayudado con los préstamos que hemos recibido", dijo la semana pasada.
Sin embargo, el consenso entre líderes políticos se ha reducido, lo que supone riesgos para el acuerdo de financiación en un momento en el que el país se prepara para su tercer año de recesión en 2013 y los portugueses se enfrentan a la mayor subida de impuestos de la era moderna. Los acreedores internacionales ya han suavizado los objetivos de presupuesto después de que la recesión redujera los ingresos fiscales de este por debajo de las expectativas, y la oposición de izquierdas dice que los recortes están creando un círculo vicioso. "El camino de la austeridad defendido y demandado por la señora Merkel tiene un buen practicante en Portugal, el primer ministro", dijo el líder socialista Antonio Jose Seguro. "Esto es una tontería, llevará a Portugal a la pobreza".
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