El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dispuso la noche de este sábado (21h22, hora española) toque de queda para el Distrito Metropolitano de Quito y las zonas de los alrededores (conocidas como los valles) desde las 15:00 (hora local, siete menos que en España) de este 12 de octubre.

Esto tras los actos vandálicos en distintos lugares de Quito. En su cuenta de Twitter publicó: "He dispuesto el toque de queda y la militarización del DMQuito y valles. Empezará a regir a las 15:00. Esto facilitará la actuación de la fuerza pública frente a los intolerables desmanes de violencia".

Luego del anuncio, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, pidió a los habitantes que se resguarden en sus casas. "Pedimos a la ciudadanía que acuda a sus viviendas. En 30 minutos a partir de este momento (14:26) inicia el toque de queda únicamente en el Distrito Metropolitano de Quito y Valles, esta medida estará vigente hasta nuevo aviso".

En el décimo día de protestas, la tensión en la capital ecuatoriana se incrementa. Los hechos violentos no se dieron en el Centro Histórico de Quito (el más grande de América y Patrimonio de la Humanidad desde 1978), como ha sido la tónica. Este sábado se concentraron en el edificio de la Contraloría General del Estado, ubicado al norte de la ciudad. La Ministra Romo precisó que detuvieron a 30 personas por el atentado.

El Cuerpo de Bomberos Quito informó que manifestantes hostiles no daban paso al personal y vehículos para poder apagar el fuego en la Contraloría, que hasta el cierre de esta nota continúa. Largas columnas de humo negro se podían divisar desde varias punto de la ciudad. A los episodios ya narrados se sumó el ataque a Teleamazonas, uno de los canales más importantes del país.

Según los primeros reportes, los manifestantes -la mayoría encapuchados, con bombas caseras molotov, palos, hierros e incluso bates de béisbol- quemaron y destruyeron documentación sensible y se llevaron los extintores de fuego para impedir que apaguen las llamas. La Contraloría, entre otras funciones, determina indicios de responsabilidades penales en el manejo de los fondos públicos, un delito llamado peculado.

Sin embargo, los dirigentes indígenas -que este sábado aceptaron iniciar un diálogo con el Gobierno de Moreno que despacha desde Guayaquil- se desmarcan de los actos vandálicos y culpan a infiltrados.

La dirigencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que dirige la movilización nacional, culpa a militantes del correísmo de los hechos de violencia, lo cual ha sido negado -desde Bélgica, donde reside- por el expresidente Rafael Correa, quien no puede volver al país porque tiene dos órdenes de prisión vigentes.

Él, desde su cuenta en Twitter, ha apoyado a los indígenas y pide reiteradamente que renuncie Moreno, quien fue dos veces su vicepresidente y aliado. “El correísmo está tomando el control de la movilización”, denunció el dirigente Salvador Quishpe, expresidente de la CONAIE. También manifestó que hay presión y amenazas hacia la alta dirigencia indígena para no aceptar el diálogo con Lenín Moreno.

Inclusive, la Empresa Aseo Quito reportó que algunos camiones recolectores de basura han sido retenidos por los manifestantes para transportarse y bloquear vías, por lo que pidieron el apoyo de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas.
Luego de diez días de protestas, la Conaie (una organización fundada en 1986 y que dirigió los derrocamientos de tres presidentes en 1997, 1999 y 2005) accedió al diálogo con el Gobierno.

De concretarse, se analizará el Decreto Ejecutivo 883, bajo el cual se aplicaron las medidas económicas, entre las que consta la eliminación del subsidio de combustibles, lo que, por ejemplo, ha incrementado el precio del diésel hasta en un 123%. Los términos de este acercamiento aún no han sido anunciados. Sin embargo, el dirigente indígena Leonidas Iza pidió que este sea transmitido por televisión a nivel nacional. ¿Dónde se desarrollarán los diálogos? No hay precisiones desde el Ejecutivo. Todo hace prever que será en Guayaquil, en el edificio del Gobierno del Litoral, al norte de la ciudad, donde Moreno y parte de su Gabinete de crisis trabajan a puerta cerrada. De hecho, hasta aquí -donde está un equipo periodístico de Público.es- llegaron este viernes varios alcaldes del país, entre ellos el de Quito, Jorge Yunda, para mediar en el tema.