Este artículo se publicó hace 13 años.
Otro reactor de Fukushima emite cesio radiactivo
Tokio detecta peces contaminados a 35 kilómetros de la planta nuclear
La aparición de nuevos escapes y peligros nucleares en Fukushima parece no tener fin. En un mes de crisis, no ha habido ni un día en que la situación haya sido de amplia estabilidad. Siempre surge un riesgo no previsto, una nueva noticia inquietante. Ayer, como si la cosa fuera por turnos, fue el momento del reactor 4: la Tokyo Electric Power (Tepco) desveló que la parte superior de la piscina de combustible usado ha alcanzado repentinamente niveles de radiación muy altos y que la temperatura ha aumentado. Eso confirma que las barras de combustible han sufrido dañosrecientes y están emitiendo nuevas sustancias radiactivas, entre ellas el dañino cesio-137, al medio ambiente.
La temperatura de la piscina era ayer de 90 grados, en comparación con los 84 de antes del incendio del 15 de marzo que provocó una explosión de hidrógeno en la unidad. "Es una cifra considerable", admitió Hidehiko Nishiyama, portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear Japonesa (NISA). "La temperatura estaba subiendo y no sabemos qué nivel de agua tiene la piscina, así que hemos pensado que sería más seguro inyectar agua", explicó. Tepco vertió 195 toneladas de agua destilada a las barras para frenar ese sobrecalentamiento.
El nuevo foco de peligro se detectó el martes. Una muestra de agua de la piscina de la unidad 4 registró 84 milisieverts por hora, cuando lo habitual es 0,1. Según el portavoz de NISA, las barras de combustible de la unidad 4 han emitido en su proceso de degradación cesio-134 y cesio-137. Este último tiene un periodo de semidesintegración de 30 años y permanece activo unos tres siglos.
La buena noticia esta vez llegó del reactor 2
La buena noticia esta vez llegó del reactor 2, donde los ingenieros empezaron a sacar de los túneles subterráneos el agua extremadamente tóxica que les impide restaurar el sistema de refrigeración, clave para retomar el control de ese reactor y también los 1, 3 y 4.
Se sacaron 200 toneladas de agua y hoy se espera llegar a 700, pese a las réplicas. Tepco intenta mover las barras de combustible a un lugar más seguro, tal vez mediante una grúa o construyendo una estructura especial. El problema, además de las 60.000 toneladas de agua estancada con radiación letal, es el montón de ruinas y cascotes que abarrotan el lugar.
La Agencia de Seguridad Nuclear Japonesa anunció que está terminando la instalación de siete cortinas de acero en el mar que conecta con la entrada de aguas del reactor 2, para impedir la dispersión de miles de toneladas de líquido radiactivo al océano.
Aun así, el agua radiactiva vertida al mar sigue pasando factura. Tokio anunció ayer que la concentración de yodo-131 a 15 kilómetros de la costa era 23 veces superior al límite legal. Además, se detectó cesio radiactivo en una cantidad 25 veces por encima de la permitida en peces capturados a 35 kilómetros de la planta nuclear y también estroncio en tierra a 20 kilómetros de Fukushima.
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