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Ruanda Hutus y tutsis: 25 años del genocidio en Ruanda

800.000 víctimas tutsi en menos de cien días. Una masacre sin precedentes en la zona entre dos tribu que no presentaron síntomas de rivalidad previos. 

Un soldado de la República del Congo inspeciona una pila de armas confiscadas al gobierno de Ruanda el 18 de julio de 1994. REUTERS/Corinne Dufka/File Photo

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El 6 de abril de 1994 el presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, era asesinado tras un ataque al avión en el que viajaba. La muerte de Habyarimana, de la tribu de los hutus, desencadenó una guerra civil en el país. Ruanda recuerda este fin de semana a las 800.000 víctimas del genocidio desencadenado para tratar de evitar que caigan en el olvido.

"2019 marca la vigésimo quinta conmemoración del genocidio contra los tutsis", recordó hoy a Efe el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para la Lucha contra el Genocidio (CNLG), Jean-Damascène Bizimana.

"Eso ofrece una oportunidad importante para recordar a las víctimas, preservar su recuerdo y educar sobre su historia y las lecciones que Ruanda ha aprendido y el progreso del país en los últimos 25 años", añadió Bizimana, en alusión a la actual estabilidad y prosperidad de este pequeño país africano.

El responsable de la CNLG hizo esas declaraciones a Efe justo el día en que se cumple un cuarto de siglo de la muerte de Habyarimana, cuyo avión, en el que viajaba junto al presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, fue derribado por dos misiles antes de su aterrizaje en Kigali, donde murieron ambos, de la etnia hutu.

El periodista británico Mark Huband fue reportero en el país durante el estallido del conflicto y observa que no hubo rivalidad entre las tribus antes de la masacre. De hecho, Huband, en su libro África después de la guerra fría: la promesa rota de un Continente, mantiene la teoría de que el origen de los conflictos se originaron cuando se pretendió que Ruanda se organizase como un Estado occidental, de una manera históricamente antinatural para ellos, siendo una imposición de los países europesos. 

Un genocidio impulsado por la mayoría hutu contra la minoría tutsi que se desarrolló durante cien días y segó la vida de unos 800.000 personas

El suceso, ocurrido el 6 de abril de 1994 por la noche, provocó un genocidio impulsado por la mayoría hutu contra la minoría tutsi que se desarrolló durante cien días y segó la vida de unos 800.000 personas, casi todas tutsis, pero también hutus moderados.

Con este recuerdo, la conmemoración de este domingo movilizará a los ruandeses en actividades que se celebrarán en todo el país, aunque el epicentro de ese ejercicio de memoria colectivo estará en Kigali.

Una fosa común de Ruanda. REUTERS.

Una fosa común de Ruanda. REUTERS.

Allí, en el Monumento al Genocidio, el presidente del país, Paul Kagame, se dirigirá al pueblo ruandés y precederá a las familias que depositarán coronas de flores donde están sepultadas más de 250.000 víctimas.

Será "el momento para recordar honrando la memoria de más de un millón de víctimas, unirse a través de la fuerza y la dignidad de nuestra nación y revisar nuestra determinación de construir un futuro próspero para futuras generaciones", adelantó a Efe Bizimana.

Asimismo, tendrá lugar por la tarde una marcha solemne desde el Parlamento ruandés hasta el estadio nacional Amahoro -seguida de una vigilia nocturna- como parte de un programa de actividades que se extenderán hasta el 13 de abril y que incluye charlas y conferencias sobre cuestiones como el revisionismo y negacionismo del genocidio.

Decenas de jefes de Estado y de Gobierno han sido invitados a estos eventos, incluido el presidente francés, Emmanuel Macron, algo inaudito a causa de la tensa relación que mantiene Ruanda con ese país al que acusa de complicidad en la masacre.

Desde 1994, Ruanda ha acusado repetidamente a Francia de proporcionar entrenamiento militar, armamento o experiencia técnica a las milicias hutu Interahamwe, que desempeñaron un papel clave en las masacres del genocidio, si bien París niega las acusaciones.

Macron, que no acudirá, estará representado por el legislador francés de ascendencia ruandesa y presidente del partido La République en Marche, Hervé Berville, según confirmó a Efe el viceministro ruandés de Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe.

Sin embargo, en un nuevo intento por esclarecer los hechos, el Gobierno francés creó este viernes una comisión de ocho investigadores e historiadores que indagarán sobre las acciones llevadas a cabo por Francia en Ruanda durante el genocidio, y cuyos resultados serán usados en programas educativos.

El grupo de expertos "tendrá la tarea de consultar todos los archivos de Francia relacionados con el genocidio (...) para analizar el papel y el compromiso del país durante ese período", especificó la Presidencia francesa en un comunicado.

Una investigación francesa acusó en 2006 a siete miembros del Frente Patriótico de Ruanda (RPF), milicia lideraba por el actual jefe de Estado ruandés, el tutsi Paul Kagame, del asesinato de Habyarimana, algo que el gobernante ruandés ha negado siempre.

Años después, en diciembre de 2018, los jueces abandonaron por falta de pruebas esta investigación, que –según Ruanda– se basaba en testimonios falsos para desviar deliberadamente la atención mundial del papel que supuestamente jugó Francia en este suceso.

Este año se enterrará a 80.000 muertos

Un total de 80.931 cadáveres recuperados de fosas comunes excavadas durante el genocidio serán enterrados de forma digna el próximo 4 de mayo en el Monumento al Genocidio en Nyanza, al sureste de Kigali, reveló este sábado a Efe la asociación de supervivientes Ibuka.

"Descubrimos las fosas comunes en los distritos de Rusororo y Masaka, en el extrarradio de Kigali, el pasado abril (de 2018)", detalló a Efe el coordinador de esta entidad en el distrito de Gasabo, Theogene Kabagambire.

En el último año "se han exhumado 30.923 cuerpos solo en el municipio de Kabuga, parte del distrito de Rusororo", adelantó Kabagambire, sin poder especificar el número total de fosas comunes encontradas en esta área a hasta 25 metros de profundidad, ya que se suman "por cientos".

Otros 50.158 cuerpos han sido exhumados, según el jefe de excavaciones, Innocent Gasinzigwa, de un total de "128 fosas comunes"

En el vecino barrio de Masaka, en el distrito de Kicukiro que alberga el Monumento al Genocidio de Nyanza, otros 50.158 cuerpos han sido exhumados, según el jefe de excavaciones, Innocent Gasinzigwa, de un total de "128 fosas comunes".

Para dar con estos cuerpos, Ibuka contó con el testimonio anónimo de un joven miembro del grupo paramilitar extremista hutu Interahamwe ("los que pelean juntos"), quien participó en el genocidio con 15 años de edad y después ha cumplido una década de cárcel.

Según Gasinzigwa, fueron también hallados varios cuerpos en la casa del exburgomaestre de Kanombe, Jean Paul Nytayamira.

En esta área, el régimen del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, encargó a la juventud hutu excavar tumbas entre 1990 y 1992, tras el intento fallido en 1990 del Frente Patriótico de Ruanda (RPF)- milicia encabezada por el actual jefe de Estado, Paul Kagame- de hacerse con el poder.

"Es triste que los ruandeses de esta área hayan guardado silencio durante 24 años y, sin embargo, supieran de la existencia de estas tumbas", sentenció Kabagambire. El 6 de abril de 1994, el derribo del avión en el que viajaban Habyarimana (de etnia hutu) junto a su homólogo de Burundi, el presidente Cyprien Ntaryamira, supuso el detonante de este limpieza étnica considerada una de las peores de la historia.

En tan solo 100 días, unas 800.000 personas fueron asesinadas –muchas a machetazos–, de las que la gran mayoría fueron tutsis, pero también hutus moderados.

Ruanda, con el presidente Paul Kagame a la cabeza, conmemora hoy oficialmente el vigésimo quinto aniversario de la matanza con numerosos actos para recordar a las víctimas y evitar que caigan en el olvido.

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