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Uno de los supervivientes de la
sala Bataclan escuchó que los terroristas querían negociar

Un hombre de 40 años asegura que oyó decir a los yihadistas que el grupo de intervención que asaltó posteriormente la sala les había dado un número de teléfono.

Dos hombres se abrazan junto a la sala Bataclan durante la vigilia en honor de las víctimas de los atentados. - EFE

EUROPA PRESS

PARÍS.- Uno de los supervivientes del atentado en la sala de conciertos de Bataclan, en París, entendió a los terroristas decir que querían negociar con el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN), según ha informado Le Parisien. Esta versión ha sido corroborada por uno de los policías que participaron en la operación: "El terrorista quería negociar, quizás sólo ganar tiempo"

Thierry, de 40 años, era una de las más de cien personas que el viernes por la noche habían ido a Bataclan para disfrutar del concierto de 'Eagles of death metal'. "Yo estaba en el balcón. Estaba observando tranquilamente y de repente, de la nada, escuchamos los tiros. De forma instintiva me tumbé y giré hacia la izquierda para bajar. Había mucha gente atascada, todos queríamos salir", ha contado.

Thierry decidió bajar hacia la zona de camerinos y refugiarse allí con una treintena de personas que bloquearon las puertas con todo lo que encontraron. "Estábamos atrapados como conejos, sólo teníamos que esperar", ha recordado. En esta "larga espera" de dos horas y media pudieron escuchar a los terroristas hablar entre ellos. "Entendí: 'queremos negociar con el GIGN, nos han dado un número de teléfono, 06'", ha relatado, lamentando que no pudiera oír bien la conversación.

Finalmente, fueron liberados por las fuerzas de seguridad francesas. "Probad que sois de la Policía", dijeron a los gendarmes cuando les pidieron abrir la puerta. Al salir, se encontraron con una escena terrorífica. "Había sangre por todas partes (...) Nos dijeron que no miráramos", ha indicado.

Sobrecogedor relato policial

Las fuerzas del orden se encontraron con él en el piso superior de la sala de conciertos, donde había decenas de cartuchos por el suelo, así como cargadores atados con cinta adhesiva y un fusil de asalto abandonado.

"Cuando subimos había cuerpos por todas partes en la escalera. Una verdadera carnicería, no había visto nada igual en mi vida", declaró uno de los agentes, que pidió mantener el anonimato.

Según su relato, escucharon a través de la puerta del cuarto a un hombre que les gritaba que se marcharan porque tenía explosivos e iba a "hacer saltar todo por los aires".

Los policías trataron de hablar con él, quien entonces les solicitó hablar con uno de sus superiores y, para ello, llegó a darles hasta su número de teléfono móvil a través de la puerta para que lo transmitieran a la jerarquía. "Era como si estuviera preparando una trampa en el interior de la habitación", indicó el agente.

Poco después, los policías recibieron la orden de intervenir, llevaron ante la puerta un escudo para protegerse de balas y justo en ese momento el hombre disparó a través del batiente, a lo que las fuerzas del orden respondieron con granadas.

El terrorista consiguió salir de la habitación y trató de descender al piso inferior, pero murió cuando el cinturón de explosivos que llevaba se activó, no se sabe si por la onda expansiva de las granadas o porque él mismo lo accionara.

Con al menos 89 víctimas mortales, la sala Bataclan ha sido el lugar que vivió la peor matanza en la cadena de atentados en la capital francesa, en los que según el último recuento oficial fallecieron 129 personas y hubo 352 heridos.

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