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Tres huelguistas echan otro pulso a los Castro

Fariñas, Pelegrino y Ferrer exigen libertad para los reos políticos

D. LOZANO

Guillermo Fariñas, Franklin Pelegrino y Darsí Ferrer. Los tres disidentes continuaban ayer sus protestas contra el Gobierno de Raúl Castro, 'un pulso muy de-sigual, porque son personas indefensas contra un estado todopoderoso que ha dejado claro que no le importa que mueran', resume para Público Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y de Reconciliación Nacional (CCDHRN). Tanto Sánchez como las Damas de Blanco han instado a los tres a que abandonen una postura de fuerza que puede acabar con sus vidas.

'Es una expresión de descontento por la muerte evitable de Orlando Zapata. Hay mucha indignación entre los disidentes', añade Sánchez. Y también un pulso contra el Gobierno cubano para que libere a los 26 presos políticos en peores condiciones físicas. Algo que Raúl Castro sigue sin aceptar. En declaraciones ayer a un portal gubernamental, el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, insistió en que 'es una indecencia hablar de la desgraciada muerte de Zapata como si fuera una responsabilidad de Cuba. A ese señor nadie le obligó a declararse en huelga de hambre'.

Tampoco a Fariñas, cuyo cuerpo delgado y enjuto se ha paseado por las páginas de los periódicos de medio mundo. El periodista independiente continuaba ayer en la sala de cuidados intensivos de un hospital de Santa Clara, donde recibe alimentación parenteral. 'Ha perdido 16 kilos en estos 39 días de huelga de hambre y de sed', diagnosticó su madre, Alicia Hernández.

Su débil estado físico no le ha impedido continuar con su activismo. Su última acción, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, fue 'presentar mi acusación formal contra el ilegítimo régimen de Fidel y Raúl Castro, por la violación legislada, sistemática, programada y ejecutada contra mi familia y mi persona'.

'Ha perdido 16 kilos en estos 39 días de huelga de hambre y de sed'

Mientras Fariñas atraía la atención de todos los focos, otro disidente alargaba su huelga de hambre en soledad. 'Llevo 35 días en huelga de hambre. Hace unas horas volví del hospital, donde me administraron unos sueros, pero donde no quieren ingresarme', denuncia a Público Franklin Pelegrino, barbero de 38 años y presidente local del Partido Republicano de Cuba en el pueblo oriental de Cacocún. 'La Seguridad del Estado ha presionado a los médicos, me estuvieron grabando', añade.

Pelegrino, disidente desde 2005, también reclama la liberación de los 26 presos políticos. 'Y no voy a claudicar con esta huelga, de momento', advierte. Pelegrino fue recluido en su hogar para evitar su participación en los homenajes a Zapata. Tras esta retención, comenzó su protesta.

El doctor Darsi Ferrer permanece desde hace 15 días en huelga de hambre en su celda de la cárcel habanera de Valle Grande. Ferrer, último preso de conciencia adoptado por Amnistía Internacional, reclama 'atención estomatológica ante la infección bucal que padece y ser juzgado de una vez, porque permanece encarcelado sin juicio ni cargos formales desde hace nueve meses', explicó a Público su mujer, Yusnaimy Jorge. Ferrer, conocido activista de derechos humanos, fue detenido antes de realizar una marcha en el Malecón habanero que él había bautizado como 'el paseo de tus sueños'.

El pulso de estos tres hombres contra el Estado parece un callejón sin salida. Pero no lo es. 'El Gobierno de Cuba puede propiciar un desenlace humano que evite nuevas muertes. Sólo tiene que aplicar el Código Penal que, en cuestión de horas, permitiría la inmediata excarcelación', reflexiona Sánchez. En la actualidad, al menos diez presos de conciencia ya disfrutan de estas licencias extrapenales.

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