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¿Podría vivir España un seísmo como el de Turquía?

El mapa sísmico ha destacado Murcia, Granada, Alacant, las Islas Canarias y la parte occidental de los Pirineos como las más proclives a sufrir terremotos. Aunque nunca llegarían a ser de magnitud siete como el del pasado lunes. 

Vista general de la frontera de Turquía y Siria
Una vista general de la destrucción en Antakya tras el devastador terremoto y las réplicas a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria. Tunahan Turhan / SOPA Images via Z / DPA / Europa Press

El desolador panorama que ha dejado el terremoto del lunes en Turquía y Siria, con innumerables edificios colapsados y miles de muertos, ha planteado varias preguntas en caso de que pudiera registrarse uno similar en España. Una de las cuestiones es saber si el lugar en el que vivimos está preparado para un seísmo de dicha magnitud. Los expertos han concluido que el sur del país, por cómo están construidas sus viviendas, lo soportaría mejor.

El último gran terremoto con víctimas que se ha producido en España tuvo lugar en mayo de 2011 en Lorca (Murcia), cuando la tierra tembló con una magnitud de 5,1 en la escala Richter (2,8 menos que el trágico seísmo de esta semana) y causó nueve muertos y 324 heridos.

En España hay zonas que sí están preparadas para un terremoto de esa magnitud y otras que no, pero ambas respuestas tienen su porqué. El catedrático en Estructuras Salvador Ivorra de la Universidad de Alacant (UA), con una Unidad de Riesgos Sísmicos ha afirmado que "no es lo mismo construir en Madrid, donde el riesgo de seísmo es muy bajo, que hacerlo en Granada".  En zonas como Murcia, Almería o Alacant, "se llega a construir para soportar valores de hasta magnitud siete en la escala Richter", ha explicado el experto.

Zonas más proclives

Su director, José Delgado, ha destacado que en un mapa sísmico de España hay lugares como Murcia, Alacant, Granada, la parte occidental de los Pirineos o Canarias que son más proclives que en otras zonas a sufrir terremotos. Aunque los números que manejan distan de llegar a un sismo de magnitud siete como han vivido Turquía y Siria.

No obstante, es por ello por lo que las viviendas del sureste peninsular o Canarias, donde el movimiento del magma ha provocado pequeños movimientos, están pensadas para "soportar" estos eventos naturales.

Por eso, Ivorra ha insistido en que construir en Castilla-La Mancha o en Granada es "absolutamente diferente". El experto afirma "habrá que considerar unas acciones mayores a la hora de dimensionar la construcción en Granada". Además esto implicará que los pilares sean de mayor dimensión o que tengan unas cantidades de acero diferentes, "pero también en la tipología constructiva, es decir, la forma en que se construye".

"Todas las recomendaciones indican la mayor simetría posible tanto en planta como en el alzado", ha resaltado Ivorra, que ha expuesto que "si por criterios de diseño no existe esa simetría, habrá que hacer consideraciones estructurales de otra índole para poder resistir un sismo".

¿Se puede dar un seísmo aquí como el de Turquía y Siria?

Para Delgado, España puede sufrir seísmo, pero no de la magnitud de Turquía y Siria. Por un lado, la península "tiene cerca un límite de placas y hay fallas que se están moviendo y están produciendo terremotos", por lo que por esa parte sí que puede haber terremotos. Sin embargo, estas fallas no tienen ni el tamaño de las de Turquía, ni la velocidad de las mismas, por lo que estos seísmos "no deberían ser tan peligrosos como los que han vivido allí".

También preguntamos si que se produzcan pequeños terremotos a lo largo de las semanas en el sur de la península es positivo para que no haya uno de mayor magnitud. El director de la Unidad de Riesgos Sísmicos de la UA ha explicado que no, si bien estos seísmos, que como mucho pueden alcanzar una magnitud de 3,5, "permiten conocer dónde están las fallas, cuándo se están moviendo y cómo lo hacen".

"Pero tener la esperanza de decir que -estos movimientos son- como un recipiente que tiene una pequeña fuguita y que esa fuga hace que nunca se vaya a llegar a colmatar, no", ha resaltado Delgado.

Así, el director de esta unidad en la que colaboran la Generalitat y la Diputación de Alacant ha explicado que "un terremoto de magnitud cinco libera aproximadamente la misma energía que 32 terremotos de magnitud cuatro", por lo que los pequeños terremotos no permiten evitar uno mucho mayor.

¿Es óptima la normativa actual antiseísmos para viviendas?

La primera normativa antiseísmos data de los años 70, pero según Ivorra han ido mejorando con el tiempo hasta llegar a la de 2002, "que si se cumpliera adecuadamente, todas las construcciones posteriores a esa fecha estarían muy bien dimensionadas", ha subrayado el experto.

"Lo más importante es que cuando se calcule una estructura se consideren todos esos requisitos, aunque lo que nos encontramos es que hay viviendas anteriores a esa publicación, cuando no existían esos criterios, pero con construcciones de hace 20 años no debería haber ningún problema", ha incidido Ivorra.

Actualizar los edificios para luchar contra un terremoto

En estas situaciones, lo más importante es la calidad de los edificios. El catedrático en Estructuras ha remarcado que es difícil dar un sí tajante, porque en primer lugar habrá que acercarse a cada construcción. Pero ha afirmado que en la mayoría de los casos se puede hacer a través de refuerzos con acero, con fibras de carbono o fibras de vidrio, que ayudarían a disminuir los daños materiales en un sismo.

Sin embargo, ha advertido de que igual hay que "evaluar el coste-beneficio" de la actuación, porque si el edificio no tiene valor histórico, "igual es más económico hacer otro tipo de intervención". Aunque ha concluido que en la práctica "sí se puede hacer un refuerzo estructural para acondicionar un edificio".

¿Cómo actuar ante un terremoto?

Se haya repetido en incontables ocasiones, pero Delgado ha recalcado cómo actuar frente a un sismo: "Buscar un sitio seguro como una mesa o el marco de una puerta" y en el momento que acabe, "salir fuera del edificio con tranquilidad hacia un área despejada".

"Frecuentemente, cuando ocurre un terremoto grave, poco tiempo después hay réplicas que van a actuar sobre los edificios", ha insistido Delgado. Ha recordado que estas replicas terminarán de "agrietar" la estructura dañada de los edificios que ha propiciado el terremoto principal y provocarán, en muchos casos, desprendimientos. Por ello, hay que evitar estas zonas para que no caigan sobre personas.

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