Opinión
Ya está bien de autodestruirnos

Por Marta Nebot
Periodista
Esto ya pasó de otra manera. Esta encrucijada ya la hemos vivido. Ya apoyamos a Pedro Sánchez con la nariz tapada, a pesar de su hiperliderazgo, de sus errores, de sus dije y diego, del desgaste de sus años de Gobierno con todo lo ocurrido y del baño de realidad que eso lleva implícito. Los votantes que hicimos posible la coalición, aunque fuera por los pelos y a la desesperada, dejando nuestra opinión sobre el autodenominado Perro Sánchez en casa, porque lo importante era preservar lo esencial y sobre todo evitar al lobo al acecho, no nos merecemos que nos entreguen sin que al menos intenten hacer con lo ocurrido algo de provecho.
Gobernar es eso. Reaccionar a la realidad sin perder el alma por el camino y no niego que parte del alma ya se ha perdido. Lo que reclamo es que una vez más se haga del limón limonada, que nos sacudamos las dudas. Soy consciente de que ahora resulta más difícil verlo, que a ratos no sabemos qué pensar ni de nosotros mismos, que a ratos perdemos el sentido de proyecto.
Mientras no se demuestre lo contrario, mientras la corrupción encontrada en el PSOE se circunscriba a X mangantes, mientras no haya ni un cartel, ni una tarima, ni un acto de campaña financiado con dinero robado, lo que ha ocurrido es pura condición humana y no tenemos por qué pagarla el resto.
¿Tiene sentido aplicar los más nobles estándares morales a cambio de entregar el poder a los que no los tienen a la misma altura? ¿Dónde está la lógica de claudicar por unos valores que no aplicaron ni están en el ADN de los que ganarían en este momento? ¿Qué hay detrás de eso más allá de una superioridad moral que nos hace jugar el juego de la democracia con desventaja? ¿Será que cuando tenemos problemas internos en lugar de solucionarlos, en vez de apretar los dientes y las filas, nos ponemos tan estupendos que desincentivamos el voto de los nuestros?
Y no nos pasa solo con la corrupción. Cuando los líderes del cambio se autoimpusieron no gobernar más de ocho años en muchos casos condenaron a la irrelevancia a sus proyectos políticos recién nacidos. Liderar ni es fácil ni lo puede hacer cualquier elegido. Deberíamos autoimponernos poner siempre por delante el proyecto. Nadie debería irse sin un relevo a la altura. Ninguna organización de izquierdas debería postergar la crianza y la alimentación de una cantera. Nadie debería pensar solo en sí mismo y en sus tiempos. Todo pasará. Todos pasaremos.
Así que resumo: no con mi voto. Con mi voto hagan algo antes de tirar la toalla. Aprueben el plan anticorrupción más ambicioso de la historia. Que a España no la reconozca ni la madre que la parió, como dijo Alfonso Guerra en 1986, en este otro asunto. Pongan al PP y a Vox en la encrucijada de votar o no en contra. Terminen con los aforamientos injustificados, las puertas giratorias, los contratos troceados dados a dedo, impongan inhabilitación para concurso público de veinte años a las empresas corruptoras, consigan transparencia total en la financiación de los medios de comunicación y en el tráfico de los medios digitales que la justifican, negocien la reforma del poder judicial, acaben con ese olimpo de intocables en el que siguen la monarquía y los jueces como si no hubiera terminado la dictadura.
Sea valiente, presidente. Demuestre que lo suyo no ha sido solo suerte sino también valentía.
Y los socios, lo mismo. Salgan del sálvese quien pueda. No se limiten a intentar conservar sus escañitos o rascar algunos al de al lado. Aporten en lugar de irse a la esquina a defender sus cositas. Díganles a sus votantes que sus votos sirven para algo más que para la palabrería. La mayoría social plurinacional, la que sabe que España es mucho más que llevar la banderita, se merece terminar su mandato peleando por la vida y no derrotada por ella.
Tengo la sensación de que ya he escrito esta columna más veces. Quizá es que empiezo a hacerme mayor y a ser consciente de que el sino del columnista longevo es pasarse la vida escribiendo la misma columna de muchas maneras.
Coraje para tod@s. Ya está bien de autodestruirnos.
Comentarios de nuestros socias/os
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros socias y socios, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.