Opinión
La fascifiesta
Por Anibal Malvar
Periodista
-Actualizado a
Vox celebra este fin de semana en Madrid un nuevo aquelarre neofacha. Las fascifiestas se están poniendo tan de moda que un 17% de españoles, según el CIS, se apuntaría a esta alegre celebración racista, machista, falsaria, haragana, codiciosa, aporafóbica, violenta, desculturizada, desculturizante, maleducada, estridente, negacionista, ademocráta, delirante y fascista. Presenta y dirige Santiago Matamoros Abascal bajo el lema Comienza la Reconquista, y el evento reúne a las mayores glorias de la hediondez neofascista y filonazi del entero globo.
Me apenó saber que no asistiría el argentino Javier Milei, el Elvis Preysler de la motosierra. Anda el hombre alicaído con el asunto de las coimas de su hermana, con el desvío de fondos estatales de ayuda a minusválidos hacia la fortuna de la familia Milei. Su popularidad ha caído tanto que hace poco lo tuvieron que inmovilizar sus colaboradores y sirvientes por la fuerza, pues iba a dimitir vía Twitter en uno de sus arrebatos místico/lisérgicos, según cuentan rumorólogos mediáticos del otro lado del océano. No sé por qué imagino que los sirvientes y colaboradores de Milei deben tener siempre a mano una camisa de fuerza para circunstancias parecidas.
Tampoco estará Donald Trump, para congojo de Vox, que sueña con la epifanía pelirroja en alguno de sus actos. Pero, ya en clave nacional, también aflige y quebranta la imposibilidad de que acudan el fundador de Vox en Lleida, José Antonio Ortiz Cambray, condenado a 14 años de cárcel por abusos sexuales a discapacitados; o el bueno de Arturo Ramón Torres Escamilla, exconcejal de Vox en la localidad almeriense de Huércal, sentenciado a nueve años por abusar sexualmente de una menor.
Otro ilustre ausente será el primer candidato de Vox a la alcaldía conquense de Huete. Manuel López-Filgueiras, empresario hostelero que mantuvo durante años esclavizado a un empleado por 40 euros a la semana, sin horarios ni vacaciones, y robándole el ingreso mínimo vital que había tramitado falsificando los papeles: un figura.
Ingrato sinsabor producirá también, entre propios y contrarios, que tampoco acuda a Comenzar la Reconquista Ana González Martínez, que iba para concejala en Parla (Madrid, 135.000 habitantes) pero tuvo que renunciar, pocos días antes de las elecciones, a causa de que la habían metido en prisión preventiva (y más tarde condenado) por liderar con su marido una red de tráfico de cocaína que operaba en la comunidad madrileña y en la provincia de Toledo. Se echará de menos en la estupefaciente fiesta de los fachas a alguien con su perfil.
Pero veamos también el lado positivo para los y las groupis de la fachosfera que acudan a la fascifiesta del Palacio de Vistalegre. Podrán rendir pleitesía al alcalde de Vox en Villacastín, Segovia, todo un héroe voxiano en cuestiones de género, como los últimos acontecimientos han demostrado. El bravo macho Julio César Sánchez, que así se llama el regidor, se lió a empellones y voces con su santa esposa en la romería de la Ermita de la Virgen del Cubillo, en Aldeavieja, Ávila. Un policía fuera de servicio intentó pacificar al verraco, que se encaró también con él.
Finalmente, el alcalde se entregó a la Guardia Civil. Fue detenido y enseguida puesto en libertad provisional, por lo que su presencia este finde en la fachifiesta madrileña de Patriots no es descartable. Además, su santa esposa ha emitido un comunicado desmintiendo la agresión, a pesar de los testigos y de lo que cuenta el policía pacificador. La digna señora del alcalde de Villacastín es un ejemplo para la mujer española que pretende Vox. Sería maravilloso que esta distinguida dama subiera al estrado para defender las políticas de género de Vox con un ojo morado, o al menos lila feminista. Atraería un aluvión de voto incel y joven. Y ya nadie echaría de menos los espectáculos de Milei y Trump.
También se podrán conceder los asistentes un besamanos con el excandidato a alcalde por Vox en Blanes (Girona), Pedro Bayonas, que podría acudir con su elegante pareja, Sheila Muñoz Polo, después de que ambos agredieran presuntamente al periodista de Diario Red Román Cuesta a las puertas de su domicilio con nocturnidad, puñetazos y gas pimienta. Quedaron como cobardes en el vídeo de los hechos, pero lo que importa es la buena voluntad.
No me digáis que no os apetece acudir a la próxima fachifiesta de Abascal para poder disfrutar de la compañía de gente tan encantadora. Daos prisa en asegurar las entradas, que seis millones de españoles, según el CIS, se os pueden adelantar.
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