Opinión
Financiación ilegal a la carta

Directora corporativa y de Relaciones institucionales.
-Actualizado a
Hay una parte del informe de la UCO sobre la corrupción del PSOE que ha pasado desapercibida y resulta sorprendente, teniendo en cuenta que apesta a financiación irregular. No lo del "impuesto" a los altos cargos, que parece algo de la cuota para las arcas del partido y que sí ha sido recogido tangencialmente en el informe del destape de Santos Cerdán. Me refiero a esa financiación anónima que el partido ha ido recaudando a través de mesas “informativas” en las calles, donde se pide apoyo para perros maltratados con una rosa roja y una pulsera ídem. Cuando te acercas a una de ellas (yo misma caí en la trampa en la madrileña calle Princesa), una mujer te explica que, en realidad, es un Salvar a España en toda regla, una España que incluye, claro, a los canes más vulnerables y otros bichos. Con la historia de los perros maltratados, te van envolviendo ("informando") en un relato sobre el fascismo, la caza, los chuletones de vaca de macrogranja, el regreso más cruel del maltrato animal y el planeta, justo ahora que vamos consiguiendo avances en los derechos animales con o sin capacidad de raciocinio,… Y acabas pagando por la rosa y la pulsera unos 50 euros; pero tan contenta, oigan, que ni el DNI te piden.
Total, que el Tribunal de Cuentas, alertado por alguien, sin duda, mucho más espabilada que yo y que conoce bien la Ley sobre Financiación de los Partidos Políticos (LFPP), ha visto la táctica del PSOE: el perro, la rosa, el rojo, el fascismo que vuelve (qué tontería, ahora que lo pienso), la calle Princesa muy cerca de la calle Ferraz… es financiación ilegal del partido en toda regla (artículos 4.2 y 5.1 LFPP) mediante venta de merchandising que no es tal, sino apelar a tu buena voluntad y a tu miedo y sensibilidad por la protección animal.
Pero hay más y ésta es gorda: tirando del hilo, el Tribunal de Cuentas, un órgano fiscalizador que no da tregua a los partidos y es totalmente imparcial, como saben, ha descubierto que un banco de Venezuela, controlado por Nicolás Maduro (como todo), dio un crédito de cerca de 7 millones al PSOE. Esta es una financiación ilegal de manual según el artículo 7.2 de la citada LFPP, y el Tribunal de Cuentas la pilló tan al vuelo que en poco más de un año, el PSOE (que se valió de Podemos para entrarle bien al de Caracas pese a los roces por lo de Guaidó) había reunido el dinero y devuelto el crédito. No coló, claro, porque el PSOE es un partido que no junta siete millones de euros en un año ni pidiendo en la puerta de la mezquita de la M-30. Además, intentaron demostrar que el banco venezolano que les dio el crédito no estaba vinculado a Maduro. En Venezuela.
Nos toman por idiotas, pero menos mal que está el Tribunal de Cuentas (qué risa… ) y la Fiscalía Anticorrupción (ídem) para darnos una palmadita en la espalda y confirmarnos que sí, pero que te vayas por dónde has venido y no llores. No hay financiación ilegal socialista porque esta linda y corrupta historia no va del PSOE, va de Vox: el merchandising son banderas de ESPAÑA y Maduro es Orbán, un demócrata puro que segurísimo que no tiene nada que ver con el banco de Hungría que dio a Vox siete millones de euros y el partido de Abascal los devolvió en un año y tres meses en cuanto se destapó el percal gracias al periodismo que tanto les escuece. ¿Y de dónde sacaron los siete millones para devolverlos tan rápido siendo un partido con 33 escaños en el Congreso y sin responsabilidades de gobierno salvo en algunos municipios? Váyase, señora, que no hay caso en los tribunales (la voluntad de delinquir no cuenta para Vox, y todavía están en la oposición… ), nos dicen en Anticorrupción. Con una multa apañamos, que a esta gente no le cuesta nada conseguir dinero.
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