Opinión
'Princesas de barrio'
Por Bob Pop
-Actualizado a
De los creadores de 'Mujeres ricas' llega '
Princesas de barrio', nos anunciaron en las promos del programa. Y es cierto, pero no es lo mismo, ni mucho menos.
No es lo mismo que unas señoras utilicen la televisión para exhibir la vida que llevan y, de paso, sacarse un extra o promocionar sus negocios, su canción del verano -en el infierno- o ajustar cuentas con sus enemigos que prestarse a protagonizar un programa de televisión con la esperanza de que el medio les vaya a cambiar la vida que soportan.
Una cosa es reírse de una panda de señoras ricas disparatadas que lo son y otra es participar en la burla de un grupo de muchachas de barrio, extrarradio y polígono que están ante la cámara por las mismas razones que se ponen ante ella los concursantes de 'Gran Hermano' o de 'Operación Triunfo': porque confían en que la tele les proporcione otro lugar -mejor- en el mundo.
Una vez dicho todo eso, reconozco que el programa está tan bien hecho como su predecesor retrato de millonetis, que la Jessy, la Paqui, la Iratxe y la Marta comparten con Mar Segura un mismo amor por el lenguaje y que -si no fuera por cierto placer culpable y por el miedo que da ver cómo Belén Esteban se reproduce por esporas hertzianas- me lo habría pasado muy bien viéndolo.
El problema es que las 'Princesas de barrio' llevaban años esperando que la televisión fuera a buscarlas, y cuando las cámaras se marchen y ellas descubran que su vida sigue siendo la misma, lo van a pasar muy mal al descubrir que esa no era la gran solución. Las 'Mujeres ricas' ya lo sabían, por eso prefirieron casarse bien...