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75 AÑOS DE LA BOMBA SOBRE HIROSHIMA España sigue sin firmar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares vetado por la OTAN

Dos años después de su aprobación en la ONU, ya son 82 los países firmantes y 40 los que han ratificado el acuerdo que busca poner fin a ese tipo de armamento. La Alianza Atlántica, siguiendo las directrices de EEUU, mantiene su rechazo.

Museo de Hiroshima EFE
Un niño observa un triciclo y un casco expuestos en el Museo de la Paz en el Parque de la Paz de Hiroshima. El triciclo perteneció al joven Shinichi Tetsuya, que montaba en él cuando la bomba cayó. EFE/Kimimasa Mayama

De repente todo terminó. Aquel maldito 6 de agosto de 1945, Hiroshima se convirtió, sin quererlo ni buscarlo, en sinónimo del horror nuclear. Tres días después, el 9 de agosto, Nagasaki se sumó a ese macabro escenario de muerte y destrucción. En el 75 aniversario de los ataques nucleares de EEUU contra ambas ciudades japonesas, el mundo sigue bajo la amenaza de estas auténticas armas de destrucción masiva. Un peligro latente. Un símbolo de poder y fuerza que sigue formando parte del paisaje geopolítico. Un terror inimaginable.

75 años y 175.000 muertos después, el eco de aquellas bombas sigue retumbando en la conciencia colectiva. La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) fue galardonada en 2017 con el Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, sus trabajos para poner fin a ese armamento siguen sin recibir los apoyos necesarios por parte de quienes tienen en su mano que todo esto termine.

"A pesar de la disminución general en el número de ojivas nucleares en 2019, todos los países con este armamento siguen modernizando sus arsenales", destacaba en un reciente informe el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). En tal sentido, advertía que "al inicio de 2020, los nueve países con armamento nuclear –Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte–, tenían conjuntamente unas 13.400 armas nucleares".

Ha sido precisamente Estados Unidos quien ha ejercido presión para que ningún país de la OTAN suscribiese el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN). Dicho acuerdo fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en julio de 2017. Entonces recibió 122 votos a favor, una abstención (Singapur) y un voto en contra (Países Bajos). Hasta ahora ha sido suscrito por 82 estados, mientras que 40 lo han ratificado. Para que entre en vigor deben dar ese último paso 50 países, una cifra que hoy parece relativamente cercana.

Siguiendo las directrices de EEUU y de la OTAN, España se ha mantenido fuera de ese acuerdo. "Se trata de un miembro muy disciplinado de la OTAN: en octubre de 2016, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución para celebrar precisamente en 2017 una Conferencia con el objetivo de conseguir un Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, España votó en contra y luego ni siquiera participó en la negociación, siguiendo la directriz que había marcado EEUU", señala a Público Teresa Fortuny, investigadora del Centro Delàs en los ámbitos de arsenal nuclear y empresas de la industria militar.

"Pedimos a la ciudadanía que muestre su apoyo al Tratado de Desarme para que nunca más haya Hiroshima y Nagasaki", afirma por su parte Jordi Armadans, director de FundiPau, entidad que forma parte de la campaña ICAN y que estos días trabaja precisamente para dar a conocer que, 75 años después de las masacres de Hiroshima y Nagasaki, "el peligro nuclear aún existe".

Sobre la mesa

FundiPau también reclama que el Estado español suscriba el TPAN, algo que hasta ahora no ha tenido resultado. Este asunto estuvo sobre la mesa en las conversaciones entre PSOE y Unidos Podemos de cara al acuerdo que ambas formaciones alcanzaron en 2018 para tratar de aprobar los fallidos Presupuestos de 2019.

Por entonces, el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, anunció que el Ejecutivo socialista se había comprometido a firmar ese acuerdo contra las armas nucleares, algo que aún no ha ocurrido. En el texto del acuerdo de gobierno de coalición alcanzado entre ambas formaciones no hay referencias a este asunto.

Lo cierto es que el PSOE se posicionó a favor del TPAN cuando estaba en la oposición. En septiembre de 2017, dos meses después de la aprobación de ese texto en el seno de Naciones Unidas, el Partido Socialista reclamó que el entonces ministro de Exteriores del Gobierno del PP, Alfonso Dastis, explicara las razones por las que España no había apoyado la firma del Tratado, tal como el propio Congreso había pedido a través de una Proposición No de Ley en junio de 2017.

Aquel texto, presentado a los partidos políticos por FundiPau y defendido en la Comisión de Exteriores por el entonces diputado del PSOE Eduardo Madina, hablaba precisamente de apoyar el camino emprendido en Naciones Unidas "hacia la prohibición de las armas nucleares". 

Algunos meses después, Dastis afirmó que España no firmaría ese acuerdo porque "divide a la comunidad internacional" y "socava" el Tratado de No Proliferación, "el único que está consiguiendo limitar el número de armas nucleares de manera gradual". La llegada del PSOE al Gobierno no ha provocado un cambio concreto en esa posición. 

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