Las declaraciones de testigos en el caso del Yak-42 han terminado de momento con el testimonio del comandante Antonio Bendala, sobre el e-mail que le envió su amigo, el también comandante José Manuel Ripollés, en el que afirmaba que los aviones militares se alquilaban a 'piratas aéreos'. Ripollés fue uno de los 62 militares españoles muertos en el accidente del Yakovlev-42, el 26 de mayo de 2003.

La actividad judicial se ha detenido hasta que el ex ministro de Defensa Federico Trillo responda al cuestionario que le enviará el juez esta semana con la preguntas aportadas por las partes. Hoy se espera que aporte las suyas el fiscal adscrito al caso, el teniente fiscal de la Audiencia Nacional Fernando Burgos. La otra testigo citada para ayer, Carol Norma, representante legal de Chapman Freeman, la compañía británica contratada por la agencia NAMSA de la OTAN, dispondrá de hasta 45 días para decir cuándo puede desplazarse a España y ser interrogada.

La declaración del comandante médico Antonio Bendala, citado en un principio para el miércoles pasado, se refirió al e-mail que le envió el comandante Ripollés cuatro días antes de montarse en el avión que le iba a traer de Afganistán a España y acabó estrellándose en las montañas de Trabzon (Turquía).

A la luz tras el accidente

Bendala explicó que el correo electrónico denunciaba que los aviones se alquilaban a 'piratas aéreos' que transportaban 'en condiciones límite' a personal y material de las Fuerzas Armadas. Señaló que el e-mail 'salió a la luz tras el accidente, pero está perfectamente identificado por la numeración de Defensa y el destinatario'. Ante el juez insistió en que Ripollés era jefe de misión e ingeniero y, entre otras misiones, había viajado a la Antártida, por lo que estaba 'perfectamente capacitado para decir en qué condiciones se volaba'.

No debe decir al fiscal nada

Preguntado acerca de las manifestaciones de Trillo en un reciente mitin en Alicante, Bendala dijo que el ex ministro 'no es quien para decir al fiscal qué debe y qué no debe hacer', porque 'ha dejado abandonado a su personal'.

Precisamente, la declaración de Trillo, que presentará por escrito, con la única advertencia de que la entregue 'lo antes posible', obligó la pasada semana a suspender el interrogatorio de su sucesor en el Ministerio, José Bono, previsto en un principio para ayer.

Con el testimonio de Bono se podrán aclarar las dudas que puedan surgir de la declaración de Trillo, quien al hacerlo por escrito evita ser repreguntado por las partes. Por eso la comparecencia de Bono se pospuso hasta que su antecesor responda al cuestionario que le enviará el juez Fernando Grande-Marlaska.

La periodista Curra Ripollés, hermana del comandante fallecido, pidió que las diligencias se realicen con la celeridad posible por el sufrimiento que suponen para las familias.

El archivo del caso

El juez archivó el año pasado las dos piezas en las que se dividió el caso del Yak-42: la del contrato, en junio, y la de las identificaciones erróneas de cadáveres, en noviembre.

Reabierto parcialmente

Desde que la Sala de lo Penal ordenó por segunda vez, el pasado 22 de enero, reabrir la investigación relativa a las contrataciones del aparato, el juez ha pedido documentación a Defensa y realizado varios interrogatorios.

Altos mandos y familiares

Las diligencias acordadas por el juez son las solicitadas por las familias que no se habían fijado. Así, entre otros, declararon el ex jefe del Ejército de Tierra, el ex jefe el Estado Mayor Conjunto, el número tres del Ministerio con Trillo y el ex presidente de la Asociación de Familias Afectadas.