Este artículo se publicó hace 4 años.
análisisLa relación en Andalucía entre el PSOE y Adelante, una ecuación sin resolver
La desconfianza política entre organizaciones, líderes y los procesos orgánicos que asoman en el horizonte impiden a día de hoy un entendimiento de fondo, estratégico, frente al Gobierno de derechas en la Comunidad
Sevilla-
La formación de un Gobierno de coalición en Madrid entre el PSOE y Unidas Podemos y el paso de los socialistas a la oposición por primera vez en la historia de la autonomía, ha cambiado de manera radical el contexto en el que hasta ahora se movían las relaciones entre el PSOE y Adelante Andalucía, la coalición en la que hoy se integran IU y Podemos, junto a otras fuerzas andalucistas.
Esta modificación del ambiente general, junto a la política de bloques que hoy domina la política española, no ha conllevado de manera automática un cambio de calado en las relaciones entre sus líderes ni tampoco entre sus organizaciones, según ha podido comprobar Público tras consultar diversas fuentes de PSOE, IU y Podemos. Sí se han producido algunos acercamientos, siempre a salto de mata, y de una manera en absoluto sistemática.
Así, PSOE y Adelante han presentado esta legislatura algunas iniciativas conjuntas en temas en los que tienen coincidencias, como, por ejemplo, la defensa de un sistema de calidad público y gratuito de sanidad. También algunos de sus dirigentes y diputados se encuentran en la calle en las causas comunes y banderas que ambos enarbolan, con mayor o menor intensidad, el feminismo, la educación pública…
Sin embargo, según las fuentes consultadas, no hay en este momento nada parecido –aunque sí está el deseo de algunos de los actores relevantes– a una estrategia conjunta contra el Gobierno de PP y Ciudadanos, al que apoya Vox, y las políticas que están llevando a cabo, como, por ejemplo, una bajada de impuestos que ambos partidos rechazan y que ha beneficiado sobre todo a las rentas altas y los patrimonios altos.
A la vista de los resultados electorales de los últimos tiempos, de la política de alianzas de Ciudadanos, que comparte gobiernos con el PP y firma pactos con Vox sin problema alguno, y del giro a la izquierda del PSOE un entendimiento -del tipo que sea- entre ambos partidos asoma como alternativa única al Ejecutivo que lidera Juanma Moreno.
Pero para que se produzca esa entente y que sea real y verdadera, aún tienen que pasar muchas cosas. Están condenados a entenderse –salvo sorpresas mayúsculas– si quieren desalojar a la derecha, pero nada garantiza a día de hoy que se vaya a producir ese entendimiento. La desconfianza entre ambas organizaciones y sus líderes, un lustro después de que se rompiera el Gobierno de coalición que compartían PSOE e IU en Andalucía, sigue presente.
Procesos orgánicos
Además, tanto PSOE como IU y Podemos, tienen en el horizonte, más tarde o más temprano, procesos congresuales de calado que van a definir la línea política y las personas que la ejecutarán durante los próximos años.
El cambio de contexto general, antes de cambiar las relaciones entre partidos, está cambiando las relaciones dentro de los partidos. Es decir, hoy todo tiene un olor a provisionalidad que impide también, además de otros factores, que los acercamientos puedan ir más allá de una coyuntura.
La dirección actual del PSOE de Andalucía –y la propia Susana Díaz–, según las fuentes consultadas, tiene claro que el camino a seguir en este momento –después de haber explorado otros– transita, desde la autonomía del proyecto socialista, por la izquierda: por buscar los lazos y tender los puentes necesarios para que, cuando llegue el momento de las autonómicas –esa llave está en manos de Juanma Moreno, quien apuesta por acabar la legislatura–, ambas organizaciones, si suman, estén en disposición de poder cerrar los acuerdos que sean, aquellos que permitan sacar a la derecha del Gobierno andaluz. Pero, antes de eso, Díaz deberá revalidar su cargo en un Congreso que, a tenor del ruido de fondo que existe en el PSOE andaluz tras la pérdida de la Junta, será animado.
En IU, cuyo líder, Alberto Garzón, con quien se alinea la dirección andaluza que dirige Toni Valero, forma parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no terminan de fiarse del PSOE de Andalucía y creen que hay muchos dirigentes socialistas que tienen en la cabeza nadar y guardar la ropa. Es decir, que si, llegado el caso, hay una mayoría con Ciudadanos, y Ciudadanos quiere, podría reeditarse el pacto de investidura del año 2015. En la dirección del PSOE niegan con rotundidad esta posibilidad y aseguran que su idea es buscar los socios a su izquierda.
Podemos tiene aún que resolver su congreso. Las discrepancias que existen hoy con IU al respecto del camino a seguir son hondas, como quedó patente hace unas semanas, cuando la dirección de Izquierda Unida, alineada con las tesis gubernativas de Pablo Iglesias, presentó un documento en el que se decía lo siguiente: "Tras el 10N nuestra militancia en IULV-CA y los inscritos e inscritas de Podemos Andalucía han apoyado masivamente el acuerdo de cogobierno con el PSOE, en este sentido, creemos que las posiciones políticas de Adelante Andalucía no deben entrar en colisión con la voluntad de la mayoría de la militancia que sostiene dicho espacio de confluencia".
Luego, en el mismo documento se agregaba: "En IU estamos convencidos de que Adelante Andalucía debe de ser un sujeto político andaluz en tanto articule política, cultural, social e institucionalmente los intereses de las capas populares en Andalucía, se sustente en el arraigo y tradición propia de la izquierda andaluza y, a su vez, se constituya con fuerzas políticas andalucistas, siempre desde una concepción federalista del espacio político, y siendo parte de Unidas Podemos como espacio de confluencias estatal".
Estas afirmaciones chocan de manera muy profunda con el Podemos Andalucía que dirige Teresa Rodríguez. La propia Rodríguez, según las fuentes consultadas, aún no ha decidido qué camino tomar en Andalucía. Anticapitalistas, el partido del que proviene Rodríguez, reflexiona sobre la conveniencia o no de abandonar Podemos y sopesa no presentarse a Vistalegre III.
Rodríguez y los suyos sí tienen claro el sendero político, aunque no hayan adoptado aún las decisiones estratégicas para implementarlo. Y lo han expresado en muchas ocasiones y de manera muy clara. Por ejemplo, hace dos semanas en rueda de prensa: "Hay debates muy profundos y cuando esta dirección accedió al cargo adoptó dos compromisos muy claros, la defensa de la autonomía frente al PSOE de Andalucía y ser muro de contención de las derechas y construir un sujeto propio andaluz. Ahora tenemos que hacer balance de esos compromisos, ver hasta dónde hemos llegado y hasta dónde podemos llegar", dijo Rodríguez.
En resumen, antes de resolver la ecuación de las relaciones entre PSOE y Adelante, las organizaciones, todas, tienen que aclarar qué Y y qué X entran en la fórmula.
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