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Antonio Muñoz hereda de Juan Espadas la alcaldía de Sevilla, la más grande del PSOE, y aspira a ser el candidato

El nuevo regidor de la ciudad afirma que su obra combinará "gestión" y "reivindicación".

Antonio Muñoz, con el bastón de mando como nuevo alcalde de la ciudad a 03 de enero del 2022 en el Ayuntamiento de Sevilla (Andalucía).
Antonio Muñoz, con el bastón de mando como nuevo alcalde de la ciudad a 03 de enero del 2022 en el Ayuntamiento de Sevilla (Andalucía). Joaquín Corchero / Europa Press

Antonio Muñoz es desde hoy, a sus 62 años, alcalde de Sevilla. Muñoz –tras la renuncia de la edil Sonia Gaya, número dos de la lista– ha heredado el cargo de Juan Espadas, quien lo ganó en las urnas hace dos años y medio, y ahora tiene por delante una complicada tarea: pasar de ser un experto, un gestor de proyectos, a la de liderar en la ciudad más grande en manos del PSOE.

Muñoz dirigirá el Ayuntamiento con la idea de –en este tiempo que queda hasta las próximas municipales, un año y medio– asentarse en el puesto y ser, como quiere Espadas, hoy secretario general del PSOE andaluz, además de alcalde, el candidato socialista en las próximas municipales.

Muñoz no ha sido un hombre de partido ni obedece, al menos hasta ahora, a esas lógicas. En una ciudad de sabor tradicional, Muñoz es un hombre que destaca por una trayectoria propia, de sensibilidad artística, alejada del predominante aroma a incienso –no significa esto que sea un enemigo de tales arraigadas y mayoritarias costumbres: un alcalde de Sevilla, sencillamente, no puede serlo, porque lo más probable es que dejara de serlo al minuto siguiente–. Le gusta la lectura y la música, desde la electrónica hasta la clásica, y es un habitual de festivales y actos culturales.

La industria cultural y su gestión es en efecto una de las cuestiones en la que Muñoz es experto. El nuevo alcalde, además, sabe mucho de turismo –un sector bien relevante en la economía de la ciudad y ligado en la cabeza del regidor a la cultura– a quien le ha llegado la oportunidad de dirigir el Ayuntamiento de Sevilla, después de dos décadas de servicio público, y gracias a la confianza que tiene Espadas en su capacidad de trabajo.

Espadas, según afirma, no va a tratar de tutelarlo –suficiente tiene con el reto de recuperar la Junta–, pero sí espera de su sucesor reconocimiento a su labor y estar en la foto de algunos proyectos que él ha impulsado como alcalde. En su despedida de la ciudad, Espadas fijó el desmantelamiento del chabolismo en El Vacie como uno de los objetivos fundamentales que ha orientado sus políticas y que confía en que se prosigan.

Muñoz tiene así, de este modo, la tarea de continuar la obra del hoy secretario general del PSOE de Andalucía, ayudándolo en su tarea de recuperar el gobierno andaluz, y la de marcar un perfil propio que dé tranquilidad no solo a Espadas, sino también al partido, a Ferraz, habida cuenta de lo estratégica que es la alcaldía de Sevilla, la mayor en manos del PSOE. El secretario de Organización de Pedro Sánchez, Santos Cerdán, estuvo en la toma de posesión de Muñoz y le mostró su apoyo “para el presente y para el futuro”, según recogió Europa Press. Y tres ministras, entre las que estaba María Jesús Montero, además de Pilar Llop y Reyes Maroto, arroparon a Muñoz.

Gestión y reivindicación

Con el respaldo de las direcciones andaluza y federal, en su discurso, Muñoz, a quien Espadas le ha dejado un año de tranquilidad con la aprobación de los presupuestos de la mano de Unidas Podemos para el año 2022, ya dio algunas pistas de por dónde quiere tirar el mandato. Por un lado, "gestión, gestión y gestión" con "luces largas" para construir una ciudad "que funcione, que respire, inclusiva y con un nuevo modelo económico". Y, por otro, "reivindicación, reivindicación y reivindicación" para que Sevilla tenga el "nivel" que se "merece": "Exijo como alcalde de Sevilla que la financiación de los ayuntamientos deje de ser insuficiente".

Enfrente, tendrá como rival a un hueso, José Luis Sanz, que ha demostrado su eficacia, no en Sevilla, sino en Tomares, una ciudad en el entramado metropolitano de la capital, de la que ha sido alcalde hasta ahora y en la que ha practicado una política de cercanía, que ha traído de cabeza a los socialistas.

En el PP, el cambio en la alcaldía de Sevilla se ve como una oportunidad de recuperarla. "Sanz sabe que contra Espadas lo tenía casi imposible, pero ahora tiene una oportunidad", afirmaron a Público fuentes del PP. La fortaleza electoral, consideran, de Muñoz, no es la de Espadas, quien en estos seis años y medio como regidor, gozaba de una posición cuasiintocable, y había logrado entenderse con todos los sectores de la ciudad: ha aprobado presupuestos en este tiempo con ayuda de todos, salvo de Vox.

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