Este artículo se publicó hace 4 años.
Batalla accionarial en PrisaDe Blas Herrero a Oughourlian: la batalla por los medios de Prisa cuyo penúltimo capítulo es la destitución de Javier Monzón
En el seno de Prisa se vive una lucha encarnizada por el control de 'El País' y Cadena Ser. La enésima batalla se libró este viernes, cuando el accionista mayoritario, el fondo Amber (29,8% del accionariado), forzó la salida del presidente del grupo Prisa, vinculado al Santander (4,5%). En el movimiento, Amber recibió el apoyo de Telefónica (9,4%). La operación se produce apenas un mes después de que Blas Herrero lanzara una oferta por Prisa considerada insuficiente. La deuda de Prisa asciende a 1.100 millones de euros.
Pilar L. González de Lara
Madrid-Actualizado a
Algo tan previsible como una junta de accionistas puede acabar convirtiéndose en un auténtico culebrón cuando es Prisa quien la celebra. Incluso una como la de este viernes, de puro trámite, en la que el principal asunto a abordar era la venta del negocio español de Santillana y que ha terminado con la destitución del presidente del grupo propietario de El País, Javier Monzón, y con la consiguiente tormenta en el consejo de administración.
Se trataba de una junta extraordinaria que tenía cinco puntos en su orden del día, entre los cuales no figuraba el cese de Monzón. El fundamental era la aprobación de la venta de la división española del Grupo Santillana, que supondrá la entrada en caja de 465 millones de euros, parte de los cuales irán a aliviar el principal de la deuda financiera de Prisa, que cae directamente de la matriz del grupo y que se situaba antes de esta operación en unos 1.100 millones de euros. Uno de los principales lastres de la compañía y un inconveniente para aquellos interesados en hacerse con el control de sus medios. O una oportunidad, según se mire.
Según han informado EFE y Servimedia, ha sido el fondo Amber, accionista mayoritario de Prisa con el 29,8%, y que gestiona el francés de origen armenio y ex Societé Generale Joseph Oughourlian, quien durante la junta se ha levantado para pedir el cese de Monzón y promover una votación. Una moción que finalmente ha salido adelante con el 52,2% para lo que ha sido fundamental el apoyo de Telefónica (9,4% de Prisa).
Como presidente en funciones hasta la selección de uno nuevo, Prisa ha nombrado precisamente a Oughourlian.
Lucha por el control de 'El País' y 'Cadena Ser'
De un tiempo a esta parte se vive en el seno de Prisa una lucha encarnizada por el control de sus medios de comunicación, El País y Cadena Ser principalmente. Esta batalla es espoleada por la intención del principal accionista de salir del grupo y por la rebaja de esa deuda milmillonaria gracias a la venta de varios negocios, junto a un acuerdo de refinanciación que extiende su vencimiento a 2025, aunque a un interés anual medio del 7% —el doble que el de hace tres años—, que obligará a desembolsar 50 millones anuales solo en intereses.
Pero hay un acicate aún más potente que los anteriores: la anunciada operación de escisión de Prisa en dos —medios de comunicación, por un lado, y formación (Santillana), por otro—, una segregación que facilita la compra de los primeros.
Ello explica que antes de la celebración de juntas generales o consejos de administración de Prisa, donde se pueden someter a consideración sin previo aviso mociones como la de este viernes, se asista a una cascada de noticias, rumores y especulaciones sobre inminentes cambios en el control de la empresa, ya sea por modificaciones en su consejo o por supuestas ofertas de compra. En la inmensa mayoría de los casos, no son otra cosa que el reflejo de distintas estrategias de los contendientes por el control de la compañía: bien globos sonda para testar las sensibilidades de accionistas, acreedores y poder político, bien para quemar a rivales en la contienda, o bien subterfugios retorcidos para lograr posicionarse y llevarse el gato al agua.
Debido a la condición de cotizada de Prisa, en el diseño y ejecución de estas estrategias no es difícil encontrar actores de reparto —compañeros de viaje que representen algún papel—, porque las noticias de prensa siempre funcionan de colaboradoras necesarias en operaciones bursátiles especulativas, dado que las cotizaciones son muy sensibles a conjeturas sobre cambios en el control de cualquier compañía cotizada.
Y no hay que ir muy lejos para verlo: el pasado 19 de noviembre el valor de las acciones de Prisa se disparó un 20% pocas horas después de que Expansión avanzara una oferta de Blas Herrero (dueño de Kiss Media y con variopintos intereses en distintos sectores) por Prisa. Los detalles de esa oferta se conocieron después, resultando ser ridícula: 150 millones por los medios de comunicación, sin asumir un euro de deuda y con la condición de que Prisa pusiera además 50 millones por delante. Pero solo con la publicación de esa información y con su eco inmediato en el resto de medios, los tenedores de acciones de Prisa y quienes tuvieran posiciones sobre las mismas usando derivados resultaron beneficiados.
La Sexta y Zapatero, puntos de conexión
Hasta tres fuentes del sector financiero conocedoras de la problemática de Prisa aseguran a Público que el movimiento de Amber hay que entenderlo como la antesala de una operación similar a la que se intentó en junio de este año (negada ya entonces por sus protagonistas) y que resultó frustrada: un pacto del entorno cercano al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Amber para que varios periodistas y gestores próximos al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero tomasen el control editorial de los medios de Prisa: José Miguel Contreras (fundador de La Sexta, ex consejero delegado de la cadena y analista político de la misma; accionista de Infolibre; miembro del consejo de administración de eldiario.es y productor de televisión); Luis Fernández (expresidente de RTVE, el primero de la historia elegido por consenso, durante los Gobiernos de Zapatero); Ignacio Escolar, fundador y director de eldiario.es, y estrecho colaborador de La Sexta; Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación con Zapatero; y Antonio García Ferreras, director de La Sexta y presentador de Al Rojo Vivo, a quien Zapatero ofreció en su día un ministerio.
El pacto, según dichas fuentes, contemplaba poner a Escolar al frente de El País y a Ferreras al frente de la Cadena Ser. Aparte de la conexión entre varios de ellos a través de la cadena de Atresmedia, eldiario.es e Infolibre sellaron el pasado junio un acuerdo "de colaboración" poco tiempo después de que Contreras ampliara su participación en el medio dirigido por Daniel Basteiro y Jesús Maraña.
Público se ha puesto en contacto con Contreras y Escolar, y como ya hicieran en junio, ambos han negado con rotundidad estos movimientos: "No me han ofrecido nada, absolutamente nada", ha afirmado el primero; Escolar, por su parte, asegura que "ni antes ni ahora me han ofrecido tal cosa".
La oferta de Herrero, una excusa para el inesperado apoyo de Telefónica al cese de Monzón
A las 21.07 h del 18 de noviembre, menos de 24 horas después de publicarse la convocatoria a la junta general extraordinaria de Prisa de este 18 de diciembre, se filtraba a Expansión que el polémico empresario Blas Herrero, junto a un "grupo de inversores" cuya identidad no ha sido desvelada y asesorado por Societé Generale —que desde 2003 pilota el no menos polémico Donato González (cuyas oficinas y las del comisario Villarejo comparten la planta 9 de Torre Picasso)—, "lanzaba una oferta no solicitada por los medios de Prisa" que fue rechazada el 23 de noviembre tras un consejo de administración extraordinario.
Al ver la identidad del ofertante (Blas Herrero) y del asesor (Donato González) —y al conocer la subida (20%) de la acción en pocas horas tras que la mayoría de medios no le pusieran más reparo a la oferta que su "precio"—, no fueron pocos los que en el entorno financiero apostaron por una oferta truco fantasma, detrás de la que no estaría nadie más que él y su asesor para aprovechar el momento (la proximidad de la junta) y pergeñar una operación especulativa con una estrategia de comunicación que provocase la emisión de "hechos relevantes" a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para darle apariencia de realidad, estimulando así la cotización y haciendo un buen dinero.
Otros muchos vieron en la propuesta de Herrero una oferta trato: un subterfugio a través del cual buscaría preparar el camino a la toma de control de los medios de Prisa por parte de un tapado, además de permitir al dueño de Kiss FM recoger unas ganancias por la subida provocada de la cotización (distintos medios sugirieron que Herrero tomó posiciones sobre acciones en Prisa antes de presentar su oferta y él mismo lo confirmó en una entrevista con Vozpópuli).
Según Europa Press, que cita "fuentes del mercado", la oferta de Herrero ha jugado un papel central en el crucial e inesperado apoyo de Telefónica a Amber para "defender el interés de sus accionistas tras los últimos acontecimientos en Prisa como consecuencia de la oferta de Blas Herrero, propietario de Kiss FM".
Mientras desde el entorno del grupo cercano a Zapatero se vinculaba la oferta de Herrero con "maniobras del Santander" (dueño del 4,5% de Prisa y con Monzón, el presidente de su banca digital —Openbank—, al frente del consejo de administración hasta el viernes), el empresario de Kiss Media explicaba que presentó la oferta porque Amber se lo pidió a través de Societé Generale.
Josephg Oughourlian, máximo ejecutivo de la gestora, negó al punto dicha petición, pero sí reconoció contactos regulares "para negocios" con Donato González, máximo ejecutivo en España de Societé. No en vano, Societé Generale es una entidad muy ligada a Oughourlian, ya que fue en este banco donde inició su carrera y fue con el dinero de este banco con el que alimentó los primeros fondos de Amber cuando se independizó del banco.
El susto para Telefónica y otros accionistas de Prisa no era para menos. La trayectoria de Blas Herrero y Donato González en el mercado financiero y en los negocios en general empieza a ser de dominio público gracias a las tripas de los sumarios Púnica —donde se constata la estrecha relación entre Donato González, Blas Herrero, David Marjaliza y Javier López Madrid)— y Tándem, donde se vislumbran ya sus conexiones con el entorno de Villarejo y operaciones bursátiles del interés del comisario. No dibujan, por tanto, los mejores perfiles para hacerse cargo de una compañía cotizada y, menos, de una tan estratégica como Prisa. Ante esta tesitura, cualquier otra propuesta parecería mejor.
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